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Técnicos venezolanos recuperan unidades de cuidados neonatales

por Haiman El Troudi
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Técnicos venezolanos recuperan unidades de cuidados neonatales

Un grupo de jóvenes técnicos del Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), se dedican desde el pasado mes de agosto a la recuperación de unidades de cuidados neonatales en centros de salud del estado Miranda y Caracas.

 

Sin inversión en divisas, tan sólo con ingenio, capacidad, compromiso y dedicación, han recuperado y colocado otra vez en funcionamiento, equipos de distintos tipos destinados a mejorar las condiciones de salud de los neonatos en centros como el Hospital Victorino  Santaella y el Hospital Clínico Universitario.

 

Adicionalmente, este equipo se dedica a transmitir los conocimientos a quienes puedan apoyar su labor. En fecha reciente terminaron el proceso de formación, para recuperación de estos aparatos, de los trabajadores de Industria Canaima, quienes desde ya están trabajando en las incubadoras.

 

La historia

 

Técnicos venezolanos recuperan unidades de cuidados neonatales

 

En julio de este año el Cendit se comprometió a prestar su apoyo para la recuperación de equipos médicos de la red hospitalaria del estado Miranda, unas 100 incubadoras neonatales que presentaban desperfectos y permanecían arrumadas como desecho.

 

Aunque este centro, adscrito al Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, no tiene en su plan operativo recuperar equipos médicos y su objeto no se relaciona con el tema de salud, se han dedicado a solucionar los desperfectos de los equipos que, día a día, salvan la vida de niños recién nacidos, que van desde ruedas partidas hasta ausencia de piezas mecánicas o electrónicas enteras.

 

Técnicos venezolanos recuperan unidades de cuidados neonatales

 

A finales de agosto recibieron las primeras dos incubadoras, y tres trabajadores detuvieron sus múltiples obligaciones para revisar manuales, guías técnicas y demás, para desentrañar el funcionamiento de los instrumentos que habían sido adquiridos mediante el convenio de colaboración en salud Argentina-Venezuela.

 

La experiencia fue exitosa. En 10 días, esas dos incubadoras que provenían del Hospital Victorino Santaella, quedaron operativas. Llegaron 30 equipos más, y en cuatro días hábiles se recuperaron cuatro lámparas de fototerapia y tres incubadoras más.

 

El desarrollo del proyecto para la recuperación de equipos de cuidado neonatales, que se realiza en el  Laboratorio de Electrónica de la Fundación Cendit,  además de contar con el conocimiento técnico del personal de electrónica, en él se han concentrado los esfuerzos y la dedicación de cada uno de los trabajadores y trabajadoras del centro, involucrándose en los diversos niveles del proceso de rescate de equipos. Ejemplo de esto es el trabajo de confección de los pequeños colchones que garantizarán la comodidad de los neonatos, realizada por las mujeres con conocimientos de costura, que se suma al aporte de los profesionales de mecánica y planta física, quienes refaccionan y construyen las piezas y partes deterioradas.

 

Héroes de la tecnología

 

 

Orlando Villarroel, Carlelinés Gavidia y Carlos Aguilera no imaginaron, cuando comenzaron sus labores técnicas de distintas disciplinas en el Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), que tendrían como misión salvar la vida de neonatos. Ellos y el equipo del centro, quienes se desempeñan en complejas operaciones tecnológicas relacionadas con las telecomunicaciones, en su sede del aeropuerto de La Carlota, se sensibilizaron con la misión, sabiendo que las incubadoras son vitales durante las primeras horas de vida del recién nacido: pues si presenta bajo peso al nacer, dificultades para mantener la temperatura, infecciones, o cualquier otra condición de salud, deben ser trasladados de emergencia a las unidades de cuidados intensivos neonatales.

 

Para Carlelinés la llegada de las incubadoras fue un reto y además una prueba a su solidaridad y sentido de pertenencia al país. Destaca que lo más importante es la calibración de los equipos porque si la temperatura se ubica más arriba o más abajo de lo normal, el recién nacido puede fallecer.

 

Carlos es experto en la fabricación de tarjetas electrónicas. Para meterse en el tema de las incubadoras tuvo que dedicarse a investigar a conciencia en las páginas oficiales de los fabricantes de los equipos, aplicando adaptaciones electrónicas que han logrado construir con piezas conseguidas en el mercado nacional.

 

Orlando, jefe del área mecánica, considera que esta es una nueva oportunidad para crecer. Muestra especial sensibilidad hacia el tema pues hace un año su pequeño sobrino recién nacido, ameritó tratamiento en incubadora para su recuperación.

 

 

Luego de un arduo trabajo de investigación, estos especialistas en las áreas de electrónica lograron diagnosticar y corregir las fallas para operativizar estos equipos y, además, incluir recomendaciones de uso y sugerencias para el mantenimiento preventivo, con miras a garantizar que se extienda su vida útil. Con esta labor estos jóvenes técnicos criollos aportan día a día a lo afirmativo venezolano.

 

Información y fotografías Cendit


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