Cada ocho de septiembre , el oriente del país y toda Venezuela se visten de fiesta para celebrar el día de la Virgen del Valle, la Virgen Patriota.
Y aunque puede no resultar común nombrar a la Patrona de Oriente como la Virgen Patriota, los margariteños no sólo conocen esta denominación sino que, con orgullo por su historia, devoción y tradiciones, la recuerdan y la cuentan.
La historia dice que en pleno ardor de la batalla de Matasiete apareció una bella mujer que atendía a los heridos y animaba a los patriotas atrincherados en el cerro detrás de La Asunción, conduciéndolos hasta la conquista de la libertad de la Isla de Margarita y de una importante victoria en la lucha por la Independencia.
Referente de vida y tradición
No podía quedar por fuera de la gesta independentista nuestra Virgen del Valle, la advocación de María Madre de Dios más antigua venerada en Venezuela. Figura referente de la vida en la Isla de Margarita y en todo el oriente venezolano, determinante en todo espacio y circunstancia, por lo que su fiesta es celebrada con mucha alegría el ocho de septiembre.
En Margarita la imagen de Vallita, como la llaman cariñosamente sus devotos, fue canónicamente coronada, por su antigüedad y milagros concedidos, el ocho de septiembre de 1911.
La celebración de su fiesta en la isla se extiende por varios días, en cada uno de los cuales la imagen luce bellos trajes diseñados por sus devotos.
Desde el 31 de Agosto se da inicio a la novena en honor a la patrona de los pescadores. La imagen de la Virgen del Valle es bajada de su trono para acercarla a sus devotos, quienes acuden con flores, velas y obsequios para pagar un favor concedido o solicitar un milagro.
El propio ocho de septiembre miles de peregrinos acuden a venerarla en su santuario, ubicado en el Valle de Margarita, cerca de Porlamar. Como parte de la celebración, en la isla se exhiben además obras de arte inspiradas en la madre de Dios, y el museo abre sus puertas para mostrar las ofrendas y vestidos que han sido regalados por los devotos.
La Virgen del Valle es también conocida como la Patrona de los marineros, «la más tierna y dulce de las madres», a la que siempre invocan antes de zarpar o lanzar la red.
Es la Patrona de las islas de Margarita, Coche y Cubagua, así como de Anzoátegui, Sucre y Monagas. Mantiene su devoción en Delta Amacuro, parte de Bolívar y en la ciudad de Zaraza, estado Guárico. También es reconocida como la Patrona de la Armada Nacional de Venezuela.
Fiesta en el mar
Varias poblaciones pesqueras del Oriente venezolano celebran, con grandes festejos, el día de la Virgen de El Valle. Desde las costas zarpan embarcaciones de todo tipo en una procesión por el mar, colorida manifestación de fe dedicada a la Patrona de los pescadores, que se repite año tras año.
Los devotos de muchas comunidades del estado Anzoátegui, adornan sus casas y con cánticos marianos y tonadas de galerones, rinden homenaje a la reina del Mar. Los intérpretes improvisan letras relatando historias de sus milagros, citando la devoción que le profesa el pueblo oriental.
En Lechería, Anzoátegui, todo tipo de embarcaciones, sobre todo peñeros de pescadores artesanales, desfilan cerca de la costa, específicamente en Playa Mansa, portando la imagen de la Patrona del Oriente Venezolano, de los marineros y sobre todo de los Margariteños, muchos de ellos radicados en esa ciudad. La gente se congrega a la orilla de la playa y entre oraciones, aplausos y fuegos artificiales se realiza la Procesión del Mar, con la Imagen de la Virgen del Valle navegando en la adornada nave portadora, acompañada de sacerdotes y fieles.
La familia Hernández que habita en la Aldea de Pescadores de Puerto La Cruz, celebra la fiesta de Vallita, desde hace tres décadas, en cumplimiento a la promesa que hizo Espíritu Santos Hernández, quien un día casi naufraga por la marea embravecida y prometió a la Virgen del Valle, que si lo llevaba hasta la orilla sano y salvo tallaría, su imagen en madera. Así lo hizo.
Cada casa un altar
Más allá de la celebración del día de la Virgen del Valle, la devoción a ella es una tradición que comparte toda familia oriental, a tal punto que no puede faltar en cada hogar un altar dedicado a la Patrona de Oriente.
Los habitantes de Los Roques inician los preparativos de las fiestas con antelación. En el tan esperado día, el pueblo viste de fiesta sus calles de arena y decora las puertas de sus casas con altares a la Virgen. Pescadores y lancheros participan en una caravana en el mar para llevar a la Virgen del Valle de Crasqui al Gran Roque, donde se realiza un festejo religioso y cultural. Una estela de embarcaciones escolta a su patrona. Antes de llegar a la orilla de El Gran Roque, visitan el monumento a Vallita que se encuentra en una pequeña gruta detrás de la isla.
Los pescadores de Barlovento, estado Miranda, también celebran la fiesta de la Virgen del Valle. Entre ellos, los habitantes de Tacarigua de la Laguna, quienes rinden homenaje a su Patrona con un paseo en lanchas por las aguas de la laguna.
Con galerones, estribillos y oraciones los habitantes del estado Sucre celebran el día de su patrona. En Cumaná, la capital, la Virgen del Valle luce sus mejores atuendos en los altares de establecimientos comerciales, residencias e iglesias. También, como tradición de esta tierra de pescadores, muchos botes peñeros son bautizados con el nombre de “Virgen del Valle” para rendirle homenaje.
Historia de una tradición
La historia de la Virgen del Valle se remonta al año 1530, cuando los habitantes de la pujante Nueva Cádiz, primera ciudad del continente americano, encargaron desde España la imagen de la Virgen Inmaculada Concepción, la “Purísima”, para ubicarla en la Plaza Central de la ciudad, con objeto de bendecir la vida y proteger la productiva faena perlífera de la pequeña isla de Cubagua.
Un huracán arrasó el árido territorio en 1541, pero la imagen se salvó milagrosamente de la furia de los vientos y fue trasladada a las tierras de un rico hacendado en el Valle del Espíritu Santo, en la isla de Margarita, donde le construyeron una pequeña ermita, que hoy en día es su santuario.
Tejiendo historias
Con el pasar de los años se han tejido alrededor de la Virgen del Valle hermosas historias y leyendas. Una de ellas asegura que su imagen fue pintada por un grupo de ángeles, que luego se la llevaron a los indios guaiqueríes para protegerles de los abusos de los conquistadores.
Cuentan que los indígenas encontraron la imagen en unos matorrales y la llevaron a Palguarime para construirle una capilla. Pero al tiempo la Virgen apareció, nuevamente, en el sitio donde la habían encontrado, por lo que los indígenas comprendieron que allí era donde quería ser venerada y le construyeron una ermita que se transformó en el santuario de hoy.
Otra historia habla del primer milagro de la Virgen: Margarita atravesaba una sequía abrasadora en 1608 y la llevaron en procesión de El Valle hasta la Asunción para pedir al cielo un poco de lluvia. Al llegar a la ciudad, el cielo estalló en un torrencial aguacero.
También aseguran que el propio general Patriota Juan Bautista Arismendi, contaba que se salvó de una bala que iba directo a su corazón, al chocar esta con una imagen de la Virgen que llevaba en su pecho.
Uno de los milagros más conocidos es el del pescador que, herido por una raya, estaba a punto de perder una pierna, y ofreció a la Patrona de Oriente regalarle la primera perla que obtuviera al volver a la mar, si se lo curaba. El hombre sanó y al ir a buscar perlas, la primera que consiguió tenía forma de pierna en miniatura, y hoy se exhibe en el Museo de Los Milagros de la Virgen, ubicado en La Asunción, a pocos metros de la Basílica de Nuestra Señora del Valle.
La devoción a la querida Virgen Patriota y las manifestaciones religiosas y culturales que con fervor se han mantenido por años en nuestro país, forman sin duda parte del patrimonio cultural oriental y de lo afirmativo venezolano.
Con información de Venezuela Tuya, Matasiete, Tierra de Gracia y MippCI
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