Adoptando algunos cambios puedes transformar el jardín que está en el patio y/o en el interior de tu hogar y contribuyes al cuidado del medio ambiente. Las buenas prácticas en el cuidado de los espacios verdes reducen el impacto ambiental y suman a la preservación del planeta.
¿Sostenible y ecológico?
Los jardines sostenibles y ecológicos son aquellos donde se aprovechan los mismos recursos que brinda la naturaleza para el cuidado de las plantas, con respeto al medio ambiente, a los ciclos naturales y a la biodiversidad de cada zona, lugar o región.
Estos principios que dan origen a las buenas prácticas que siguen a continuación, son también aplicables a espacios de mayor amplitud como las plazas, los parques recreacionales, jardines comunitarios, urbanos, entre otros:
1. Elige especies autóctonas o locales porque se adaptan mejor al clima y al suelo, son más resistentes a las plagas, atrae a los polinizadores (aves, abejas, etc.).
Las especies vegetales implantadas, además de resultar invasivas, requieren de mayores cuidados y son más susceptibles de ser afectadas por las plagas.
2. Distribuye y ubica las distintas plantas de acuerdo a sus requerimientos de agua y luz. Con esto evitas el desperdicio de agua, un recurso natural valioso, regando de más las especies que menos requieren de ella y se aprovecha mejor la luz solar.
3. Colectar y almacenar agua de lluvia es una alternativa para reducir el consumo de agua durante el riego, en el caso de no disponer de un sistema de riego automático que funcione en horas de la noche y evite la evaporación.
4. Regar muy temprano en la mañana, permite que la tierra absorba el agua antes de que el sol la evapore. Cómo las capas más profundas se hidratan, puedes ampliar el lapso de tiempo entre cada riego.
5. Evita el uso de fertilizantes con nitratos porque contaminan las aguas subterráneas. Prefiere los insecticidas y fertilizantes naturales porque los productos químicos dañan al medio ambiente.
6. Para controlar las plagas de forma natural, utiliza remedios caseros. La cáscara de huevo bien triturada y rociada sobre la base de la planta, es un buen repelente para algunas orugas y caracoles.
Además de sembrar especies resistentes, puedes incluir plantas que atraigan depredadores naturales que no perjudiquen el jardín.
7. Cubre la tierra de del jardín con una mezcla de trozos de corteza de árbol, turba y hojas, ayuda a retener la humedad de la tierra, evitando que el sol la reseque.
8. Recicla desperdicios y elabora con ellos, abono orgánico y compost casero.
9. Elimina las malas hierbas sin usar herbicidas es muy sencillo. Vierte agua hirviendo en el área del jardín donde crecen.
10. No abuses de los fertilizantes naturales, el uso excesivo podría debilitar las plantas y hacerlas propensas a enfermedades y ataques de las plagas.
11. Siembra variedad de especies, es lo más recomendable porque el predominio de una, puede ocasiona un desequilibrio en el ecosistema e incrementa la presencia de algunos insectos.
12. Planta variedad de especies con flores e incorpora un comedero para pájaros en tu jardín. La finalidad es atraer aves insectívoras y aumentar la biodiversidad.
13. Es importante que mantengas las plantas y jardín limpios, así evitas la aparición de enfermedades y hongos.
Estas pequeñas acciones son importantes para la conservación del medio ambiente. Te lo agradecerán las plantas y el planeta.
Con información de Huichol, Bioguia y La Vanguardia
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