El patrimonio cultural de la humanidad está cada vez más amenazado debido a los desajustes provocados por el cambio climático, los cuales pueden acelerar procesos degradación de monumentos y obras de arte, poniendo en peligro el legado de la gran familia humana.
Desde las primeras manifestaciones creativas de la prehistoria hasta el arte contemporáneo están en riesgo. Si bien los monumentos ubicados en exteriores son especialmente vulnerables al cambio climático, las obras de arte almacenadas en instalaciones climatizadas como museos o almacenes pueden sufrir el impacto de las variaciones atmosféricas. Los edificios que albergan estas piezas han sido diseñados y construidos según las condiciones locales y el entorno de su época y ahora deben adaptarse.
Entonces se hace necesario entender a fondo cómo las fluctuaciones climáticas pueden variar el comportamiento de estos diferentes espacios y cuáles medidas se pueden tomar para la conservación de la huella de la cultura del hombre en el planeta. El microclima es una prioridad al momento de desarrollar nuevas estrategias para la conservación de las obras de arte.
Hace poco se dio a conocer una lista de 50 lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) que corren más riesgo de sufrir daños ocasionados por el efecto climático para el año 2050, debido a las inclemencias físicas que cada uno de ellos afronta. Esto incluye inundaciones, erosión costera, desprendimientos de tierra, tormentas o ciclones.
Miles de años de historia en riesgo
Durante décadas muchos estudios han analizado cómo los cambios en las condiciones ambientales de las cuevas con arte prehistórico influyen en su conservación, poniendo especial énfasis en el impacto del número de visitantes. Un ejemplo destacado es la Cueva de Altamira, conocida como la Capilla Sixtina del Paleolítico por sus pinturas, que recorren más de 15.000 años de historia y que ahora se ven amenazadas por el cambio climático.
En su mayoría estas cuevas, reconocidas como patrimonio de la humanidad, se han estudiado como microclimas aislados de la atmosfera exterior, debido a que gran parte de ellas están prácticamente cerradas y el flujo de intercambio es mínimo.
Sin embargo, un estudio interdisciplinar reciente, en el que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y publicado en Scientific Reports, analiza las interacciones entre la atmosfera exterior de la cueva y el microclima interior, y destaca cómo las variaciones atmosféricas relacionadas con el cambio climático afectan al ambiente interno de la caverna y sus pinturas.
En ese sentido, los especialistas han desarrollado ecuaciones dinámicas para controlar la variabilidad temporal y espacial de los flujos de intercambio de gases, energía y materia entre el ambiente exterior y el medio subterráneo. La mencionada investivestiación examina las interacciones entre estos factores, considerando las influencias internas y externas en el microclima de la cueva.
Críticos factores
Además, los investigadores han contemplado el pasado y el futuro de la atmósfera exterior e interior de la Cueva de Altamira, mediante un modelo matemático basado en series temporales de imágenes de satélite, que permitió a los científicos realizar una estimación de las concentraciones de gases de la cueva desde 1950 hasta 2100.
El incremento en la concentración de CO2 en la cavidad es crítico, ya que activa diversos procesos de deterioro en las pinturas rupestres. Por un lado, aumenta la acidez del agua, disolviendo la roca y arrastrando los pigmentos, lo que provoca la formación de costras debido a la sobresaturación y reprecipitación mineral. Por otra parte, este incremento también aceleraría la colonización bacteriana de las ilustraciones.
Otro factor crítico es el aumento de la humedad relativa del aire que “puede ser un elemento de deterioro fatal ya que, además de promover los procesos de disolución, favorece el desarrollo de colonias microbianas que alteran y cubren los soportes”, comenta el investigador del museo, Sergio Sánchez-Moral. También, basándose en los datos del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático por sus siglas en inglés), efectuaron una simulación de la concentración de CO2 para el periodo que va hasta 2100 bajo diversas condiciones climáticas.
“Bajo el escenario más pesimista se prevé un aumento de la temperatura global de +3,5 °C para finales de siglo. Esto implicaría un aumento de la concentración de CO2 en la Cueva de Altamira y, lo que puede ser peor, una mayor inestabilidad ambiental con rangos de oscilación de temperatura y humedad que agravaría los procesos de corrosión de la roca soporte de las pinturas. También el progreso de colonización microbiológica que ya deteriora las representaciones artísticas”, afirma el investigador.
Obras de arte en exteriores también están en riesgo
Una iniciativa liderada por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) analiza cómo distintos escenarios climáticos impactan, también, en el patrimonio histórico-artístico español localizado en el exterior.
Esculturas, monumentos y edificaciones reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad están expuestos a eventos hidrometeorológicos extremos, cada vez más frecuentes e intensos.
El proyecto RESCUhE analiza la dirección de los agentes erosivos como el viento, la lluvia o las oscilaciones térmicas ‘in situ’ con 60 estaciones meteorológicas. Además, los investigadores recogen datos de seis estaciones de exposición directa, donde se colocan rocas expuestas a diferentes orientaciones.
Los análisis realizados en diversos materiales permiten desarrollar modelos propios para simular la degradación que pueden padecer en las próximas décadas.
Barreras y medidas preventivas
En cuanto a las medidas de protección y conservación, el proyecto las divide en dos tipos principales: las medidas de conservación directa, que actúan sobre los materiales como rocas, metales o madera, aplicando productos para mejorar su resistencia al envejecimiento; y las medidas de conservación preventiva, que ajustan las condiciones de exposición para reducir los efectos del cambio climático.
“En el proyecto RESCUhE nos centramos en el potencial que tienen las medidas preventivas frente las acciones del cambio climático. Por medio de la colocación de barreras artificiales (basadas en ingeniería o soluciones urbanas) o naturales (barreras vegetales, etc.) tratamos de mitigar la acción de ese agente”, añade Sánchez-Moral.
Nuevos escenarios, nuevas afectaciones
Si bien los expertos consideran que el efecto del cambio climático sobre obras resguardadas en museos o almacenes climatizados no debe ser significativo, los microclimas de estos espacios tampoco están completamente aislados y las alteraciones ambientales pueden provocar un impacto en ellos.
Membranas de aislamiento, ventanas con rotura de puente térmico y antecámaras de atemperación con sistemas de cierre dobles o triples en los accesos forman parte de las medidas a tomar para garantizar la preservación de las obras.
Ahora bien, resulta evidente que los edificios históricos que atesoran arte en su interior resultan más vulnerables a estas variaciones, pues es difícil controlar las condiciones ambientales debido a sus sistemas constructivos y a su nivel de protección.
Entre los materiales artísticos, los orgánicos como la madera, tejidos o pinturas son extremadamente sensibles a cambios termohigrométricos. Asimismo, el aumento de temperatura exigiría mejorar las condiciones de adaptación y climatización de estos edificios, lo que podría elevar el consumo energético.
Impacto en los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad
Recientemente, la empresa de análisis de datos de riesgo climático Climate X llevó a cabo mediante la plataforma Spectra un modelo para evaluar cómo el efecto del cambio climático impactará en los 500 lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, valorando las inclemencias físicas que cada uno de ellos afronta, considerando factores como inundaciones, erosión costera, desprendimientos de tierra, tormentas o ciclones.
A partir de este análisis hicieron una lista de los 50 lugares Patrimonio mundial de la Unesco que más riesgo corren de sufrir daños ocasionados por el efecto climático para el año 2050.
La clasificación está liderada por el Paisaje cultural de Bali: El Sistema Subak, que está amenazado por riesgo de inundaciones, calor extremo y sequías; seguido por el Parque Nacional de Kakadu, ubicado en Australia, que también corre el riesgo de inundaciones o sufrir incendios. El tercero es el proyecto de Quaanzhou, el Imperio Mundial de los Song-Yuan, en China, al que amenaza el riesgo de seguías, y las Forjas de Engelsberg, en Suecia, en riesgo de sufrir inundaciones.
Otros lugares mundialmente conocidos que podrían ser objeto de los efectos devastadores del clima son la Opera House en Sydney (Australia), al Parque Olímpico Nacional (Estados Unidos), la reserva natural de Jungfrau-Aletsch en los Alpes Suizos y los monasterios budistas Sansa en las montañas de Corea del Sur.
50 sitios Patrimonio Mundial en mayor riesgo
El cambio climático no solo acelera la pérdida de biodiversidad, agrava las desigualdades sociales y deteriora la salud de la gran familia humana, sino que también amenaza seriamente la herencia artística y cultural del mundo.
“El impacto potencial del cambio climático en estos lugares es profundo, pero no es solo nuestro legado pasado lo que está en riesgo. Es nuestro presente también”, ha señalado Lukky Ahmed, consejero delegado y cofundador de Climate X. Reflexionó que estos hallazgos sirven como “advertencia a Gobiernos, conservacionistas, y la comunidad global para que den prioridad a la salvaguarda del planeta, para preservar los monumentos antiguos y los activos actuales e infraestructuras y protejan la vida hoy y de cara al futuro”.
Compartimos a continuación la lista de los 50 sitios reconocidos como Patrimonio de la Humanidad que enfrentan mayores riesgos ante las consecuencias del cambio climático en el planeta.
Sitio |
Factores de riesgo |
|
1 | Paisaje cultural de la provincia de Bali: el sistema Subak, Indonesia | inundaciones superficiales, días de calor extremo y riesgos de sequía |
2 | Parque Nacional Kakadu, Australia
|
inundaciones superficiales e incendios forestales |
3 | Quanzhou: Emporio del mundo en Song-Yuan, China | riesgo de sequía |
4 | Hierro de Engelsberg, Suecia | inundaciones superficiales y fluviales |
5 | Reserva forestal de Sinharaja, Sri Lanka | inundaciones superficiales y calor extremo |
6 | Cueva decorada de Pont d’Arc, conocida como Grotte Chauvet-Pont d’Arc, Ardèche, Francia, reconocida como Patrimonio de la Humanidad | inundaciones superficiales y deslizamientos de tierra |
7 | Paisaje cultural del lago Oeste de Hangzhou, China | inundaciones y sequías superficiales |
8 | Fujian Tulou, China | inundaciones superficiales y días de calor extremo |
9 | Patrimonio de la minería de carbón de Ombilin en Sawahlunto, Indonesia | inundaciones superficiales, días de calor extremo y riesgos de sequía |
10 | Himeji-jo, Japón | inundación superficial |
11 | Alpes suizos Jungfrau-Aletsch, Suiza | inundaciones fluviales |
12 | Complejo industrial de la mina de carbón de Zollverein en Essen, Alemania | inundaciones fluviales |
13 | Sitio del patrimonio industrial de Rjukan-Notodden, Noruega | inundación superficial |
14 | Parque Nacional Khangchendzonga, India | inundaciones superficiales |
15 | Templo del Sol, Konârak, India | inundaciones y sequías superficiales |
16 | Ruinas arqueológicas de Mohenjo-Daro, Pakistán | inundaciones fluviales y sequías |
17 | Abadía cisterciense de Fontenay, Francia | inundación superficial |
18 | Sitios de la Revolución Industrial Meiji en Japón
|
ciclones tropicales y marejadas ciclónicas |
19 | Parque Nacional Keoladeo, India | inundaciones superficiales y sequías |
20 | Reserva natural de Srebarna, Bulgaria | inundaciones fluviales |
21 | Área de interés histórico y paisajístico de Huanglong, China | inundaciones y sequías superficiales |
22 | Centros históricos de Stralsund y Wismar, Alemania | inundaciones fluviales, inundaciones superficiales y riesgos de tormentas |
23 | Ópera de Sidney, Australia | inundaciones costeras y marejadas ciclónicas |
24 | Parque real de Studley, incluidas las ruinas de la abadía de Fountains, Inglaterra | tormenta |
25 | Parque Nacional Olímpico, Estados Unidos | inundaciones fluviales, inundaciones superficiales y deslizamientos de tierra |
26 | Monte Qingcheng y sistema de irrigación de Dujiangyan, China | inundaciones y sequías |
27 | Delta del Danubio, Rumanía | inundaciones fluviales |
28 | Parque Nacional de Komodo, Indonesia
|
inundaciones superficiales, calor extremo y riesgos de sequía |
29 | Karst del sur de China | inundaciones fluviales, inundaciones superficiales y riesgos de sequía |
30 | Tr’ondëk-Klondike, Canadá | inundaciones fluviales y superficiales |
31 | Bryggen, Noruega | inundaciones y sequías costeras |
32 | Provins, ciudad de ferias medievales, Francia | inundaciones fluviales |
33 | Parque Nacional de Doñana, España | inundaciones fluviales, inundaciones superficiales, inundaciones costeras y sequías |
34 | Estación ballenera vasca de Red Bay, Canadá | inundaciones costeras |
35 | Pueblos antiguos en el sur de Anhui, China | inundación superficial |
36 | Tumbas reales de la dinastía Joseon, Corea del Sur | inundación superficial |
37 | Parque Nacional Sundarbans, India | inundaciones superficiales y sequías |
38 | Bahía de Ha Long, archipiélago de Cat Ba, Vietnam | inundaciones costeras, ciclones tropicales, calor extremo, sequías, marejadas ciclónicas y riesgos de deslizamientos de tierra |
39 | Parque Nacional Everglades, Estados Unidos | inundaciones costeras, ciclones tropicales, calor extremo, sequías y riesgos de marejadas ciclónicas |
40 | Fiordos noruegos occidentales, Noruega | inundaciones costeras |
41 | Ruinas arqueológicas de la ciudad de Liangzhu, China, Patrimonio de la Humanidad | inundaciones fluviales y sequías |
42 | Yin Xu, China | inundaciones fluviales, inundaciones superficiales y riesgos de sequía |
43 | Puente de Vizcaya, España | inundación costera |
44 | New Lanark, Escocia | deslizamientos de tierra |
45 | St Kilda, Escocia | inundaciones costeras |
46 | Santuario de Jongmyo, Corea del Sur | inundaciones y sequías en la superficie |
47 | Iglesias y conventos de Goa, India | inundaciones y sequías superficiales |
48 | El puente Forth, Escocia | inundaciones costeras |
49 | Paisaje cultural de arte rupestre de Huashan, Zuojiang, China | inundaciones fluviales, inundaciones superficiales y riesgos de sequía |
50 | Sansa, monasterios budistas de montaña, Corea del Sur | inundaciones fluviales y superficiales |
Con información de EFE Verde, Ecoticias y Cultura España
No te pierdas
> Es inequívoca la amenaza del cambio climático para la humanidad
> Los fenómenos meteorológicos extremos no son naturales
> Los efectos del cambio climático en el turismo y viceversa