Es inequívoca la amenaza, cada vez más grave, que representa el cambio climático para el bienestar de la humanidad y la salud del planeta.
El calentamiento global de 1,1 °C, provocado por las actividades humanas, ya ha perjudicado a miles de millones de personas, expuestas a la inseguridad alimentaria e hídrica, y a los ecosistemas. Esto como resultado del incremento de los episodios meteorológicos extremos tanto en frecuencia como en intensidad, entre otros factores.
Con un calentamiento global de 1,5 °C (2,7 °F), que hoy día es inevitable, afrontaremos, en las próximas dos décadas, peligros climáticos inexorables, más graves de los que ya padecemos. Incluso, un incremento de temperatura global por encima de ese nivel de calentamiento multiplicaría los impactos, algunos de ellos irreversibles. Con efectos y riesgos mayores para los seres humanos y la biodiversidad del planeta.
El mensaje de alarma lo hace el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), en el segundo capítulo de su sexto informe, titulado “Cambio Climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad”.
Señalan los científicos sobre la urgencia de adoptar medidas de adaptación al cambio climático para enfrentar los riesgos climáticos crecientes y evitar así, una mayor pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura. Éstas deben acompañarse, en simultáneo con un rápida y drástica reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. “Ya no es posible continuar con medias tintas”, sentencia Hoesung Lee, presidente del IPCC.
Pérdida de vidas humanas y ecosistemas
Cabe recordar que el primer capítulo del sexto informe, presentado en agosto de 2021, constata que el clima de la Tierra cambió, seguirá haciéndolo a una escala no vista y es inevitable un futuro más caliente.
Olas de calor más intensas y frecuentes, ciclones, aumento de sequías, inundaciones y del nivel del mar, con desastrosas consecuencias para las zonas costeras donde vive casi el 40 % de la población humana, los fenómenos meteorológicos extremos son consecuencia del clima cambiante.
Además, se producen de manera simultánea generando impactos en cascada que son cada vez más difíciles de controlar. El incremento de estos fenómenos, ya supera el nivel de tolerancia de los sistemas naturales. Esto afecta la capacidad de adaptación de los ecosistemas y también de los seres humanos
Debido a estos eventos, millones de personas han quedado expuestas a “una situación de inseguridad alimentaria e hídrica aguda, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur, así como en islas pequeñas y el Ártico”, dice el IPCC.
Por otro lado, la biodiversidad del planeta ha sufrido daños significativos. Se han producido, por ejemplo, mortalidad masiva de árboles y colares; así como una silenciosa migración global y extinciones locales de especies.
Desigualdad y vulnerabilidad
El informe, que reconoce interdependencia del clima, la biodiversidad y las personas, es una seria advertencia sobre las consecuencias de la inacción.
Hoy, entre 3 mil 300 millones y 3 mil 600 millones de personas viven en “contextos altamente vulnerables a los impactos climáticos”, señala el IPCC, con puntos críticos globales concentrados “en los pequeños estados insulares en desarrollo, el Ártico, el sur de Asia, América Central y del Sur y gran parte del África subsahariana”.
El impacto del cambio climático y los peligros que conlleva, interactúan con otros factores que generan mayores y complejos riesgos: un modelo económico que, desde la revolución industrial, ha basado el desarrollo y crecimiento en la explotación irracional de los recursos naturales, el consumo exacerbado (consumismo), los altos niveles de pobreza, las desigualdades sociales y económicas, el crecimiento urbano mal planificado, la degradación del suelo y de los ecosistemas y, más recientemente, la pandemia.
“Los actuales modelos de desarrollo insostenibles están aumentando la exposición de los ecosistemas y las personas a los riesgos climáticos”, señala.
La adaptación, las brechas y la urgencia
Aunque al menos 170 países contemplan la adaptación en sus políticas climáticas, la mayoría no ha superado la fase de preparación. El IPCC reconoce el esfuerzo, pero advierte que los avances en esta materia son dispares.
Los esfuerzos actuales son, en su mayoría, reactivos y a pequeña escala, se enfocan en los impactos actuales o los riesgos a corto plazo. La brecha entre lo que se está haciendo y lo que se requiere para enfrentar los riesgos es cada vez más profunda, y mucho mayor entre las poblaciones de menores ingresos.
Ahora bien, mientras mayor sea el calentamiento global decrecen las opciones para minimizar el impacto y sus riesgos. “La acción tardía corre el riesgo de desencadenar impactos del cambio climático tan catastróficos que nuestro mundo se volverá irreconocible”, alertan.
Énfasis en la igualdad y la justicia
El cambio climático es un reto global que demanda de soluciones locales. En ese sentido, este capítulo de la sexta evaluación provee información regional completa que coadyuva al desarrollo resiliente al clima.
Sin embargo, con los niveles de calentamiento actual, el desarrollo resiliente representa todo un desafío mundial. Sobre esto señala el informe que, si el calentamiento global supera los 2 °C, este desarrollo será imposible en algunas regiones.
Reitera el IPCC urgencia de actuar, de emprender la acción climática “con especial énfasis en la igualdad y la justicia”. El compromiso político y la participación de todos los sectores (todos los niveles de gobierno, las comunidades, instituciones científicas, organismos públicos, empresas, etc.), el financiamiento adecuado y la transferencia de tecnologías, “incrementan la eficacia de la adaptación al cambio climático y de la reducción de las emisiones”.
Hallazgos relevantes
- Entre 2010 – 2020 la mortalidad humana como consecuencia de las inundaciones, sequías y tormentas fue 15 veces mayor en las regiones altamente vulnerables en comparación con las regiones de muy baja vulnerabilidad.
- Estiman que, sólo en la próxima década, el cambio climático llevará entre 32 millones y 132 millones de personas más a la pobreza extrema.
- Para 2030 350 millones de personas adicionales sufrirán escasez de agua.
- La exposición a los impactos climáticos aumentó de forma drástica en las ciudades desde 2014, año de publicación del Quinto Informe de Evaluación del IPCC. El aumento de la vulnerabilidad urbana ocurrió más rápido en los asentamientos informales.
- Otra de las proyecciones indica que para 2030, las sequías extremas en la Amazonía provocarán la migración rural a las ciudades, donde los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales probablemente se verían obligados a vivir en los márgenes.
Con información de IPCC, Climática – La Marea, The Coversation y Wri México
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1 comentario
No son las actividades humanas en general las que nos llevan al colapso ambiental, es el CAPITALOCENO, las grandes transnacionales, corporaciones y empresas que tienen la capacidad de contaminación y destrucción que no la poseen pueblos enteros. Llamemos las cosas por su nombre y no generalicemos las responsabilidades para caer en la retórica de las mayorias, que permiten con intención o sin ella, encubrir o solapar a los verdaderos delincuentes ambientales.