Cecilia Todd, la dulce y afinada voz de la venezolanidad, ha dedicado una vida a su amor por la música tradicional de nuestro país y por el reconocimiento de lo afirmativo venezolano.
Ha compartido escena criolla con las voces de Gloria Martín, Alí Primera, Lilia Vera, Gualberto Ibarreto, Simón Díaz, Un Solo Pueblo y Serenata Guayanesa, entre muchos otros cantantes y cantautores.
También ha sembrado su musicalidad en todo el continente, llevando la cultura venezolana a infinitos escenarios, alternado con artistas como Joan Manuel Serrat, Chico Buarque, Buenos Aires 8, Astor Piazzolla, Zimbo Trio, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Mercedes Sosa.
A punto de cumplir 50 años en la vida artística, Cecilia Todd ha hecho de la música una trinchera para luchar contra la comercialización e imposición de visiones que no nos son propias. Honesta, humilde y autocrítica, admite con felicidad estar satisfecha de una vida vivida según sus deseos, advierte que no le gusta ser normal y asegura que quisiera ser recordada como militante del amor por Venezuela.
Por siempre enamorada del cuatro
Nació en Caracas, parroquia La Candelaria, el 4 de marzo de 1951. Provino de una familia de intensas pasiones y eclécticas aficiones, con un bisabuelo escocés que era marino mercante y un abuelo deportista, que impulsó al béisbol en Venezuela.
Desde siempre la música rodeó su vida, pues en su casa familiar no había tocadiscos, pero si un cuatro. Refiere que el amor por la música la buscó y la llevó, desde muy pequeña, a enamorarse de este instrumento venezolano. A los cinco años correspondieron su amor consiguiéndole un pequeño cuatro, adecuado al tamaño de sus dedos.
Formó entonces un dúo con su hermano Carlos, con quien ensayaba diariamente, interpretando parrandas y aguinaldos. Su primera aparición en televisión, cuando era pequeña, fue en La lección del cuatro de los jueves, transmitido por Televisa.
A pesar de que su padre no tenía oído musical, le gustaban las parrandas y construyó su propia marímbola para tocarla en ellas. Sin embargo, cuando Cecilia Todd quiso dedicarse a la música no quiso apoyar a su hija más pequeña. Cuenta la propia cantante una anécdota al respecto. «Un día mi sobrina estaba oyendo mi primer disco y él se paró en la puerta del cuarto y dijo ¿Y eso que cantan? ¡Ay qué bonito! Y mi sobrina dijo: Esa es tu hija”. El padre se enfureció al verse descubierto y, aunque le gustaba su voz, pasarían muchos años para que decidiera ir a uno de sus conciertos.
La inspiración musical

Concierto en el Teatro Nacional, Caracas. Fotografías Fundarte.
Los merengues maravillosos de Magdalena Sánchez la inspiraron desde muy pequeña, cuando escuchaba sus canciones en la radio. Ya desde entonces Cecilia Todd admiraba los esfuerzos musicales que se hacían en defensa de la venezolanidad.
«La pega pega con el cuatro fue desde muy chiquita, pero en cuanto a la decisión de dedicarme a la música no fue tal. Realmente yo no decidí, si no que se fueron dando las circunstancias, y claro cuando me di cuenta ya estaba montada en el burro y no había vuelta atrás». Cuenta sobre el inicio de su carrera, con la humildad que la ha caracterizado.
Hoy, cerca de cumplir 50 años en la escena musical y una docena de discos e incontables colaboraciones, Cecilia Todd es una de las voces más emblemáticas de la Venezuela que trabaja por mantener sus valores. Y desde Canadá hasta la Patagonia argentina, la cantante ha sembrado música y amor, y el continente se lo retribuye.
El inicio de la carrera
Relata la propia Cecilia Todd en @ceciliatoddvzla: “El Auditorio de la Universidad Simón Bolívar me abrió sus puertas un 9 de noviembre de 1972, para realizar ese primer concierto que marcaría el inicio de mi carrera artística. Ya son 49 años dedicados a la música más bella del mundo, nuestra música tradicional venezolana”. Desde entonces su carrera ha transitado junto a su querido cuatro.
A finales de 1972 tuvo sus primeras apariciones internacionales en Canadá, Barbados y Perú. Decidida a estudiar técnica vocal, pensó ir a la escuela de Zimbo Trío en Sao Paulo, Brasil, pero circunstancias personales la llevaron a Buenos Aires, en 1973, en pleno invierno y sin ropa apropiada. Recuerda con nostalgia y cariño el apoyo que le brindaron amigos como Mercedes Sosa en ese país, el cual asegura le abrió un mundo nuevo.

Fotografía de Iván Fraga
Con humildad afirma que su primer disco fue cuestión de suerte, pues le parecía algo muy serio e inalcanzable. Así, Pajarillo Verde nació en Argentina en 1974, como una iniciativa de la disquera de la agrupación Huerque Mapu. El disco, que grabó con un cuatro larense, contó con la participación de importantes referentes de la música tradicional como Domingo Cura, Horacio Corral y Cacho Tirao. Con él, Cecilia Todd quedó inscrita en la discografía argentina y en el gusto de todo el continente. Este país sureño recibió en su voz y en las cuerdas de su cuatro a la vasta diversidad musical de Venezuela.
La canción de cuna, Cuando seas grande, fue la única pieza que se preparó especialmente para este primer disco. Los versos eran de Víctor Jara, enamorado del arrullo de los niños y niñas venezolanos, y de ese canto popular en la voz de Cecilia.
Canción y lucha

Cecilia Todd en reunión de la OIT.
En 1976, aunque no quería dejar Argentina, Cecilia Todd tuvo que regresar a Venezuela para renovar su visa. Sus planes eran volver en un mes, pero no pudo hacerlo debido al ambiente de efervescencia política de la dictadura en aquel país. Y, aunque no regresó sino hasta cinco años después, el vínculo con Argentina ya estaba fraguado.
«El público de allá es muy particular, un público muy amoroso, muy expresivo, cariñosísimo y es un placer enorme cantar allá. Yo tuve la suerte que cuando grabé este disco (…) no se conocía nada de la música venezolana. El cuatro era un instrumento completamente exótico y entonces tuve el camino abierto. Llamó mucho la atención, lo cual para mí fue una ventaja enorme, enorme, porque la música nuestra llama mucho la atención porque además de la riqueza rítmica, es maravillosa», relata.
A su regreso a su país natal, se incorporó de lleno al canto venezolano. Continuó forjando una carrera con luchas y tropiezos, enfrentando la comercialización de la música. Una sola vez aceptó producir un disco con una renombrada disquera, disco que le parece ajeno pues tuvo que hacer tantas concesiones que el concepto musical, las canciones e incluso, la imagen no la representaban.
Cecilia Todd internacional

Auditorio Casa de América Martí Fradera, España.
La afinada y dulce voz de Cecilia Todd ha interpretado los temas de grandes compositores venezolanos. Y es que, como asegura la cantante, la música es una de las vías para difundir la cultura de un país. “Yo me propuse conscientemente dar a conocer nuestra música en otras latitudes”, afirma, y vaya si lo logró.
Su trayectoria y repertorio le han dado un sitial en países como Inglaterra, España, Estados Unidos, Chile, Uruguay, Turquía, Costa Rica, Panamá, Brasil, Siria, Colombia, México, Finlandia, Nicaragua, Argentina, Cuba, Bolivia, Puerto Rico, Holanda, Francia y Japón.
De todos estos ellos, la cantante venezolana cuenta que se enamoró de Buenos Aires y de Tenerife, donde se radicó por un tiempo en 1991, como se enamora de las canciones, encantada por sus paisajes, la calidez de su gente y su música.
Romance con las canciones
Su delicada voz ha arrullado a los hijos de Venezuela por generaciones. Su criollísimo tono es el acompañamiento ideal de los paisajes de nuestro país ya sean ríos, mares, llanos o sabanas. Y es que el nombre de Cecilia Todd está relacionado con la voz ancestral que reconstruye los distintos géneros de la música tradicional venezolana, con su afinado canto y el mágico sonido de su eterno compañero, el cuatro.
La intérprete asegura que le cuesta muchísimo escoger una canción porque para ella, son importantes tanto la música como la letra. Las dos deben tener significado e identificarse con ella. «Yo oigo la canción y si no me enamoro así, de una vez, seguro, seguro, que no la voy a cantar. Tiene que haber una cosa, de complicidad, de energía. Me tengo que enamorar de las canciones», expresa.
Para Cecilia Todd, la canción es casi un milagro, porque no depende esencialmente del talento del compositor o compositora, sino de la nada fácil feliz coincidencia entre poesía y música.
Militante del amor por Venezuela
Con cariño y admiración cita a Conny Mendez cuando afirma que «este es un país absolutamente musical. Venezuela habla cantando”. Manifiesta su asombro por la infinita variedad y riqueza de la música venezolana.
Justamente por ello, citando al maestro Atahualpa Yupanqui, ha escogido cantar la música tradicional como una posición frente a la vida, una posición política: ir contra la corriente de la maquinaria comercial que tiende a aplanar la belleza en diferentes expresiones.
“Tengo un profundo amor por Venezuela, por lo que somos, por nuestra cultura y ojalá me recuerden por eso”, ha dicho. Asegura con orgullo que se siente identificada con la cultura de nuestro país y conciencia plena de que sin personas dedicadas a difundir su música, esta se perdería.
Con la misma pasión y entrega con la que cultiva su jardín y entrañables amistades, se dedica a la lectura y a viajar, especialmente por Venezuela, este país de gente, paisajes y cultura maravillosa que invita a quererlo y a respetarlo. Esa Patria a la que la dulce y afinada voz de Cecilia Todd seguirá cantándole siempre con su cuatro en las manos.
Cecilia en otras voces

Cecilia Todd e Iván Pérez Rossi.
“Para nosotros eres una de las voces más hermosas del universo, una cantora que desde su primer concierto supo escoger con fina pinza las más valiosas composiciones de nuestra tierra, una intérprete que acaricia cada sílaba de su preclaro canto, una representante de nuestra auténtica y enriquecida identidad, una maestra que sin dar clases magistrales marca luminosos senderos para las nuevas generaciones, una cantante que Venezuela lleva con orgullo”.
Chuchito Sanoja. Compositor, arreglista y productor venezolano
“Hablar de Cecilia Todd es referirnos a la voz musical de la mujer venezolana. Ella va de la mano con Morella Muñoz, Conny Méndez, María Teresa Acosta, Magdalena Sánchez, María Luisa Escobar y otras pocas.
Cecilia tiene un altísimo significado para nuestra música porque siempre la ha grabado sin salirse de ella y la difunde por todo el planeta. Donde vaya, Venezuela va con ella y el tricolor va en su canto”.
Iván Pérez Rossi. Músico y compositor venezolano
“Es una mujer muy seria que nunca ha perdido el norte con lo que quiere, en lo que cree con respecto a la música tradicional venezolana, y siempre representándonos tanto dentro como fuera del país con su prestancia, con su cuatro, y haciéndolo como se debe hacer, con profesionalismo. (…)
Definitivamente es un ícono de la música tradicional venezolana, cantándola como se debe hacer, con respeto, y de corazón. Además de eso es tremenda cuatrista, conocedora de los géneros. Es una gran cantora de Venezuela y de Latinoamérica”.
Cheo Hurtado. Cuatrista y músico venezolano.
Con información de Correo del Alba, Telesur, Sputnik News y Kumaco
No te pierdas
> Otilio Galíndez, un músico y poeta fuera de serie
> El dulce sabor eterno de los versos de Luis Mariano Rivera
> Los diciembres de Morella Muñoz