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Colibrí coludo de Caripe, el más largo de los colibríes venezolanos

por Haiman El Troudi
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De frente coronada por una mancha brillante verde claro, un azul violeta tornasol en su barbilla, matices de verdes bronceados en el cuerpo y unos 22 centímetros de longitud, el colibrí coludo de Caripe macho, Aglaiocercus berlepschi, además de hermoso y deslumbrante, es el más largo de los colibríes venezolanos.

Conocido también como colibrí coludo de Turimiquire, colibrí coludo de Venezuela y colibrí coludo venezolano, Aglaiocercus berlepschi, recientemente reclasificado como endémico, forma parte de las 102 especies y 46 géneros de la familia Trochilidae que posicionan a Venezuela como el cuarto país con mayor riqueza de colibríes en el mundo.

Esta ave, que se distribuye en pequeñas zonas montañosas de los estados Sucre y Monagas, está dentro de la clasificación En Peligro a escala global, debido a la permanente amenaza humana a la extensión y calidad de su hábitat.

Colorida y larga cola

Imagen de https://especiesamenazadas.org

Un rasgo distintivo de Aglaiocercus berlepschi, que de hecho destaca en su nombre común, es la larga cola, cuya longitud en el macho, alcanza los 15 centímetros y presenta una forma acanalada y horquillada de intenso color azul violeta con matices verdes en la punta.

La hembra, de menor tamaño, mide entre 9,5 y 11 centímetros, con una cola más bien corta terminada en puntas blancas. Su vientre es blanco y el resto del plumaje tiene colores pálidos moteados de verde.

Notas cortas pero eléctricas, repetidas constantemente constituyen las vocalizaciones más características del colibrí coludo de Caripe. Aunque muy parecido a su primo el colibrí coludo azul, (Aglaiocercus kingi), el también llamado coludo de Turimiquire fue declarado endémico de esta región y elevado a la categoría de especie, pues no existen similares en su limitado rango de distribución.

 

Un encantador

En la época del cortejo, el elegante colibrí coludo de Caripe se convierte en un gran encantador de las hembras de su especie, a las que seduce con atrevidos contoneos que resaltan su relumbrante colorido, solo para abandonarlas una vez logrado el apareo, pues en esencia es un solitario.

Su reproducción se presenta varias veces durante el año. La nidada es de dos huevos. La hembra, en solitario, los pone e incuba entre unos 15 y 20 días. Una vez fuera del cascarón, los pichones son alimentados por su madre con néctar y pequeños insectos regurgitados.

Para construir el nido, que es cerrado y abultado con entrada lateral, Aglaiocercus berlepschi utiliza musgo y fibras. Lo adhiere a una rama con follaje para que pase lo más desapercibido posible y así evitar poner en peligro a las crías, las cuales lo abandonan unos 30 días después de nacer para aprender a volar y alimentarse por cuenta propia.

Aglaiocercus berlepschi es territorial y agresivo

El colibrí coludo de Caripe es del tipo denominado territorialista dado que son intolerantes, agresivos y expulsan a cualquier otro colibrí que pretenda intervenir en sus comederos y rutas de forrajeo de flores, donde solo ellos pueden alimentarse. En ello le va la vida, dado el enorme gasto energético que implica la velocidad con la que mueve sus alas.

Como todo buen nectarívoro, el colibrí de Venezuela posee una larga lengua que le permite succionar el néctar de las flores a través de la estructura arrollada en la parte exterior. Su preferido es el néctar que abunda en las de flores de corola corta y tubular. Esta exótica ave complementa su dieta con pequeños insectos y arañas que atrapan justo cuando visitan a cada flor.

Se afirma que un colibrí puede visitar entre 500 y 3000 diario, lo que lo convierte en un formidable polinizador. Si bien la mayoría de las flores de las que el colibrí extrae su alimento no ofrece un lugar para posarse, pues son colgantes, la habilidad de batir sus alas hasta 70 veces por segundo le da la estabilidad necesaria para extraer el néctar sin contratiempo alguno.

Preferencia por las zonas montañosas

Imagen de https://especiesamenazadas.org

Aglaiocercus berlepschi se distribuye en zonas montañosas del oeste y el centro del estado Sucre, específicamente en la Serranía del Turimiquire, desde el cerro homónimo hasta el cerro Papelón, ubicada entre 1.450 y 1.800 metros de altitud.

También es localizable al norte del estado Monagas, en la Cordillera de Caripe y Cerro Negro. Habita en los bordes de bosques húmedos, en bosques secundarios y en plantaciones de café. Pero su distribución, calculada en unos 3000 km2, es muy restringida y amenazada, especialmente vulnerable a la pérdida y al deterioro de su hábitat.

Se ha confirmado que el principal peligro para la supervivencia del colibrí coludo de Caripe es la deforestación, siendo la región del Turimiquire una de las áreas más amenazadas de Venezuela por los daños ambientales originados por incendios e invasiones de tierra con fines agrícolas.

Esta presión humana no cesa ni en las áreas protegidas. Es así como en el Parque Nacional El Guácharo las prácticas agrícolas que implican la destrucción del bosque, quemas repetidas y eliminación del sotobosque para cultivos de café, han reducido ese bosque húmedo montano a solo un pequeño porcentaje del original.

Colibrí coludo de Venezuela incluido en las CITES 2014

Para la conservación de Aglaiocercus berlepschi, no basta que esté incluida en el Apéndice II de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES 2014), o que el macizo de Turimiquire junto con la península de Paria y la isla de Trinidad, conformen uno de los centros suramericanos de mayor endemismo de aves y plantas.

La voracidad humana también evita que sea una protección efectiva la distribución del colibrí coludo de Venezuela en el Parque Nacional El Guácharo y la Zona Protectora Macizo Montañoso del Turimiquire, que forma parte del AICA (Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves) Caripe-Paria.

Conservar al colibrí coludo de Caripe, junto a otras especies de la zona, pasa por reducir y regular la conversión de bosques en cultivos, en particular dentro de las áreas protegidas; además de involucrar a las comunidades locales en actividades de investigación sobre la calidad del hábitat, así como en campañas de educación ambiental.

 

Con información de Especies Amenazadas, Caripe Virtual, Técnicas de Anillado para el monitoreo de Colibríes en Venezuela y Wikipedia

Fotos cortesía de Especies Amenazadas, Caripe Virtual, EBird, Picuki y Mis Caminos Blog (Margareta Wieser)

Vocalizaciones en EBird


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