Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha tenido conciencia de la importancia de cultivar plantas medicinales en casa. En todas las culturas se encuentran referencias sobre el uso de éstas para el cuidado de la salud.
Es innegable el valor de las plantas y sus propiedades curativas como recurso tanto para la medicina tradicional como para la moderna. Algunos pueblos, con complejos sistemas tradicionales de salud, las han aprovechado por cientos de años.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), “alrededor del 80% de los habitantes del planeta cubren principalmente con medicamentos tradicionales sus necesidades de atención primaria de salud”, y gran parte de los recetas implican “el uso de extractos de plantas o de sus principios activos”.
Las plantas con propiedades curativas son utilizadas en la medicina moderna. Además de ser fuente de agentes terapéuticos directos, son materias primas para la elaboración de medicamentos, entre otros usos.
Sin dejar de lado la medicina formal, cultivar plantas medicinales puede ofrecer novedosas opciones y respuestas para la salud.
Beneficios de cultivar plantas medicinales en casa
Hoy en día, en muchos hogares, se aplican sencillos principios del uso de plantas medicinales. Un té de manzanilla para el cólico estomacal o uno de tilo para calmar los nervios, son ejemplos de estas prácticas cotidianas.
Solemos reconocemos como medicinal a toda planta con propiedades positivas en la mejora de alguna enfermedad o síntoma. Se usan desde tiempos remotos para curar o aliviar las enfermedades. Ya en el papiro de Ebers (Egipto, alrededor de 1550 a.C) se nombran más me medio millar de plantas medicinales.
El conocimiento para el cultivo y usos de plantas medicinales en casa, ha pasado de generación en generación y se ha modernizado con el tiempo.
Aunque plantas medicinales y fármacos se consideran opuestos, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Cáncer en Estados Unidos asegura que el 67% de las medicinas tiene su origen en la naturaleza y una cuarta parte de estas, se derivan de plantas.
Pero es importante tomar en cuenta que las plantas medicinales no tienen un objetivo curativo, por lo que en ningún caso deben sustituir la consulta al médico ni el seguimiento de tratamientos formales.
Para la OMS un alto porcentaje de población usa en la actualidad algún tipo planta medicinal. Muchas poblaciones rurales en particular, valoran la importancia de cultivar plantas medicinales en casa por las limitaciones que tienen a veces, para acudir a la medicina formal y porque son accesibles, de bajo costo y presentan limitadas contraindicaciones.
Fáciles de cultivar
Además de ser una alternativa para aliviar pequeñas dolencias, las plantas medicinales alegran los jardines, balcones y ventanas. Cuidarlas o recolectarlas no requiere mucho esfuerzo.
Cultivar plantas medicinales en casa es sencillo, más si se comienza con las plantas más conocidas y usadas. Es importante tomar en cuenta factores como el clima, espacio disponible, calidad de la tierra, entre otros.
También es necesario poner atención a la elección del lugar donde se hará el cultivo, aplicar métodos probados para proteger y conservar la tierra, garantizar la calidad del agua de riego, evitar los agroquímicos que puedan ser perjudiciales para el consumo humano y aprender las diferentes maneras de reproducir y cultivar las plantas.
Entre la larga lista de plantas medicinales hay algunas que son universales, pues se distribuyeron por todo el mundo. Muchas de ellas tienen otros usos como condimentos y tés, otras solo como infusiones curativas o cataplasmas.
A continuación, ofrecemos algunas ideas para comenzar a cultivar plantas medicinales en casa:
Llantén
El llantén, una planta muy común, crece muy fácilmente en macetas y balcones. Posee propiedades desinfectantes, analgésicas y antiinflamatorias, por lo que se usa para curar heridas y moretones. Sus hojas son ricas en vitamina C. Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir los catarros. También se recomienda para tratar faringitis y laringitis.
Sábila o Aloe vera
Mejor conocida como sábila, el aloe vera es refrescante, cicatrizante y una muestra de lo fácil que es cultivar plantas medicinales en casa. Originaria de África tropical, se planta en macetas con buen drenaje, requiere poca agua y es de fácil mantenimiento.
Tiene muchas propiedades además de las medicinales. Sirve para tratar afecciones de todo tipo en la piel, incluyendo quemaduras y úlceras. Favorece la regeneración cutánea, por lo que mejora manchas en la piel, heridas y quemaduras.
Contiene azúcar acemanano, elemento que interactúa con el sistema inmunológico, ayudando a generar glóbulos blancos, además de eliminar bacterias y hongos en el organismo.
Actúa como protector de la mucosa gástrica y previene infecciones virales y bacterianas. Ingerida, mejora la función intestinal y fortalece el sistema inmune. También es un purificador natural del aire en los hogares.
Romero
Cultivar plantas medicinales como el romero en casa es sencillo, pues no necesita abono ni agua. Le gusta el sol y solo se requiere ser sembrada en un espacio amplio, con buen drenaje.
Es una hierba muy versátil. Además de ser muy apreciada en la cocina, posee aplicaciones cosméticas y medicinales.
El romero tiene propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas. Se emplea para tratar la hipertensión arterial, el sobrepeso, problemas digestivos, como sedante, tónico, diurético y estimulante del sistema nervioso.
Se utiliza como ingrediente para el agua de colonia y preparaciones para el cabello, pues combate la caspa y da brillo. También para tratamientos faciales y es un buen repelente de mosquitos.
Menta
La Mentha piperita, hierba de color verde intenso y aroma refrescante, es muy popular pues tiene muchos usos. Es fácil de cultivar y no requiere grandes cuidados. Resiste el frío, la sombra, falta de agua y hasta prospera en suelos con pocos nutrientes.
Respecto a sus propiedades es tónica, analgésica, antiséptica y estimulante. En general es utilizada como digestivo y calmante de trastornos gastrointestinales. También se emplea para reducir resfriados, pues es un excelente descongestionante nasal.
Alivia dolores de cabeza, migrañas o dolores causados por contusiones. Las hojas en infusión, se emplean contra el insomnio. Los tallos machados son eficaces contra las picaduras de insectos. Casi siempre se utiliza en forma de infusión y en compresas húmedas para la piel.
Por otro lado, esta hierba es utilizada en la preparación de comidas, para perfumar las estancias cerradas y como repelente de hormigas, pulgones, y otras de las plagas comunes en las plantas. Por si fuera poco, estimula los sentidos y mejora el humor.
Manzanilla
La manzanilla es una de las plantas medicinales más conocidas por las propiedades de su flor. Sus efectos son especialmente relevantes en el tratamiento de molestias gastrointestinales. Además de ello, tiene efectos antiinflamatorios, antibacterianas y relajantes. Se usa en caso de dolor gastrointestinal y muscular, calambres, cefaleas, eczemas, inflamación de encías, heridas y sinusitis.
También reduce el colesterol y al parecer tiene propiedades anticancerígenas. El aceite esencial de manzanilla contiene más de 120 componentes medicinales.
Es fácil de cultivar, pues crece en cualquier tipo de suelo y a pleno sol. Sus sencillas flores adornan cualquier espacio.
Orégano
El orégano es muy valorado en la cocina y es un buen ejemplo de lo sencillo que resulta cultivar plantas medicinales en casa. Esta hierba es muy conocida por su acción antioxidante, también tiene propiedades antifúngicas, antibacterianas, antiinflamatorias y antihistamínicas.
Preparado en té o infusión ayuda a tratar calambres, cefaleas, dolores estomacales y molares, y problemas respiratorios.
Crece en todo tipo de climas, sólo necesitan suelo húmedo fértil. Le gusta la luz aunque tolera también la sombra. Se propaga rápido y crece bien en macetas.
Albahaca
Otra hierba muy apreciada en la gastronomía por su suave aroma es la albahaca. Procede del sur de Asia, Indonesia e India.
El aceite contenido en sus hojas ataca bacterias e insectos. El zumo de éstas alivia la bronquitis, fiebres, catarros, inflamaciones de garganta y problemas digestivos. Es efectiva contra flatulencia y gases, por sus propiedades antiespasmódicas. El extracto de las hojas con miel de abejas alivia la fiebre. El té de albahaca hace producir más leche en las madres y frío es bueno para problemas en los ojos, bien sea consumiéndolo o empleándolo como enjuague.
La albahaca regula el sistema nervioso. Su mayor uso está en la lucha contra la fatiga y la depresión, por su valor como activador del sistema inmune.
Se puede plantar en macetas pero debe mantenerse en semi sombra y regar abundantemente. Se reproduce por esquejes o semillas, la tierra donde se plante debe tener buen drenaje y es necesario abonar regularmente. Esta planta es muy sensible al frío y puede cultivarse en interiores.
Hierbabuena
Muy similar a la menta, es una planta aromática que tiene para diversos usos. Útil para tratar casos de diarrea, también recomendada su aplicación para aliviar cólicos estomacales. Favorece la eliminación de gases acumulados en el tubo digestivo, por lo que es muy útil para casos de meteorismo y flatulencias.
Es recomendada para el tratamiento de menstruaciones que presenten dolor excesivo. Además, la hierbabuena es un sedante suave, por lo cual es bueno emplearla para el nerviosismo, la ansiedad o dificultades al dormir.
Plantar hierbabuena es una tarea muy fácil, se adapta muy bien a diversos climas y solo requiere luz y mucha humedad.
Toronjil
Toronjil, melisa, menta melisa o hoja de limón es una hierba perenne muy olorosa por lo que es utilizada en la cocina para sazonar ensaladas, pescados y platos dulces.
Es un calmante conocido a lo largo de muchos siglos y consumida en infusiones, favorece la relajación. Suele emplearse como sedante, antidepresivo, estimulante digestivo, vasodilatador periférico, reconstituyente y relajante del sistema nervioso, antiviral y antibacteriana.
No requiere de muchos cuidados, solo se debe poner en semisombra y no le gusta el frío. Se propaga por las raíces que salen de las ramas. Al ponerlas en la tierra nacen nuevas plántulas.
Cayena
Los principios activos de la cayena o hibisco se encuentran en las flores, hojas y tallos. Las flores en infusión, se utilizan como sedante. También son empleadas para preparar champú y baños tranquilizantes antes de ir a dormir.
Requiere pocos cuidados y es fácilmente cultivable en jardines pequeños y macetas, además es muy buscada por sus cualidades ornamentales.
Con información de Psicología y Mente, Cambio 16, Ecoinventos y OMS
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