Desde tiempos ancestrales, la isla de Cubagua ha conformado un impactante paisaje. Allí se fundó en 1528 la primera ciudad construida en América por los españoles: Nueva Cádiz. Sin embargo, estudios arqueológicos evidencian la existencia de pueblos originarios en el lugar desde miles de años atrás.
Ubicada al norte de la isla de Margarita, su paisaje agreste con escarpadas costas y aguas prístinas, atrajo por años a buscadores de perlas. Pero este espacio insular resguarda, en pocos kilómetros, muchos más tesoros geológicos, paleontológicos y arqueológicos.
Dada la importancia de proteger sus valores patrimoniales excepcionales, la isla ha recibido declaratorias para su protección, resguardo y administración como Reserva Forestal y Bien de Interés Cultural. Además, las ruinas de Nueva Cádiz han sido reconocidas como Monumento Histórico Nacional.
El ancestral paisaje de la isla de Cubagua lleva a conocer la historia de quienes lo habitaron, a través de la abundante evidencia arqueológica encontrada en distintas áreas de su territorio. Ésta permite descifrar las habilidades y destrezas de los distintos grupos humanos que han poblado el lugar desde varios milenios atrás.
La isla de Cubagua
Se localiza entre la Península de Araya y la isla de Margarita y tiene una superficie de 24 Km², y una altura máxima de 32 metros. A partir del 28 de enero de 1948, es parte del estado Nueva Esparta y pertenece al municipio Tubores de la entidad federal.
De forma elíptica, su costa está conformada por grandes acantilados y diferentes playas. Posee un clima seco y carece de masas de agua superficiales. El agua dulce se encuentra sólo en sus reducidas reservas subterráneas.
La vegetación de Cubagua es escasa y dispersa, característica de su clima seco. Incluye varias especies de cactus entre los que resaltan Cardón de Dato, Buche, Melón de Cerro, Sabana o Monte. En cuanto a la fauna, cuenta con pequeñas poblaciones de conejos margariteños, cabras asilvestradas y perros callejeros.
La isla de Cubagua fue declarada Reserva forestal en 1943, según la Gaceta Oficial N°140.700 Años más tarde, en 1979, las Ruinas de Nueva Cádiz fueron declaradas Monumento Histórico Nacional y el año 2000 la isla fue declarada Bien de Interés Cultural, mediante las gacetas oficiales N° 31.866 y N° 36.996, respectivamente, quedando bajo la administración y control del Instituto del Patrimonio Cultural.
La primera ciudad
Cuando los españoles llegaron a la isla de Cubagua, iniciaron la extracción de recursos marinos, especialmente los ostrales de perlas. Se asentaron allí y establecieron la exportación comercial entre el resto de América y Europa. Debido a la gran fama obtenida por la belleza, de estas gemas de nácar y al interés que despertaron en la Reina Isabel I La Católica, en 1510 ya existía un caserío en la isla, que luego se convertiría en la Villa de Santiago en 1526.
Dos años después, en 1528, se transformó en Nueva Cádiz, primera ciudad fundada por los españoles en territorio americano. Tuvo más de mil habitantes, con sólidas casas, cabildo y monasterio. La población fue desapareciendo poco a poco debido a la falta de agua, las incursiones de corsarios franceses y caribes, además del agotamiento de los ostrales.
Nueva Cádiz fue destruida por un fuerte terremoto y maremoto en simultáneo que azotaron a las islas de Cubagua y Coche. Varias casas se derrumbaron, al igual que el escudo de piedra del Ayuntamiento. Las aguas inundaron sus calles arrastrando los escombros hacia el mar.
Luego, en el año1543, piratas franceses incendiaron lo poco que había quedado en pie en la isla de Cubagua. Las ruinas de Nueva Cádiz fueron declaradas Monumento Histórico Nacional en 1979.
La oscura explotación de las perlas
La explotación de perlas en Cubagua provocó una ambición desmedida y una crueldad humana sin límites. Fueron empleados esclavos indígenas y luego negros para la búsqueda de las gemas. Éstos eran identificados como animales con un hierro candente que marcaba la frente y los hombros con una letra «C» y un número, con el fin de establecer el origen de las perlas extraídas del mar. La aberrante práctica facilitaba a los conquistadores llevar un registro detallado de la explotación, sin importar si eran hombres, mujeres o niños.
El negocio de los esclavos alquilados para la exportación de perlas en la isla de Cubagua fue tan rentable, que la propia iglesia participaba en la explotación humana, y hasta los sacerdotes obtenían licencias para la compra y venta de esclavos.
Si bien establecieron ordenanzas que regulaban las condiciones para la extracción de las perlas, éstas eran igual de crueles. Los buscadores de las perlas debían hacerlo completamente desnudos para evitar los robos. Si alguien se robaba una era azotado y si lo hacía de nuevo, le cortaban las orejas y lo echaban al abandono. A los buzos que fallecían los lanzaban al mar, práctica que luego se prohibió porque atraía a los tiburones.
Huellas del hombre en Cubagua
Al recorrer a pie la franja costera de Cubagua, se percibe en el paisaje la evidencia del uso intenso que tuvo este territorio por antiguos pobladores. Las investigaciones realizadas en Cubagua, así como las evidencias arqueológicas refieren la presencia del hombre y un largo proceso de prácticas de pesca y recolección de moluscos que inició cuatro mil años atrás.
Una evidencia arqueológica muy importante la constituyen los concheros de la isla de Cubagua, depósitos monticulares de moluscos marinos vinculados a la actividad humana en remotas fechas, un ejemplo del modo de vida caribeño que desarrolló estrategias para aprovechar los recursos marinos y terrestres.
Los habitantes de Cubagua desarrollaron una tecnología de puntas de hueso afiladas y pulidas para la pesca, artefactos de espinas de peces y líticos, manos de moler y bifaces de cuarzo para realizar cortes de diversos tipos, entre ellos. Poseían “una conciencia estética a partir del diseño de objetos ornamentales como cuentas y colgantes de Strombus gigas”.
Por otra parte, las ruinas de Nueva Cádiz remiten a la vida en el período colonial. Aún quedan restos que reflejan las actividades que se realizaban allí durante el siglo XVI: las bases de muelles, hornos de cal, rancherías, capillas y pozos de agua. También existen en la isla de Cubagua evidencias de la vida en el periodo contemporáneo que incluyen el testimonio del inicio de la industria petrolera en el sitio, entre 1921 y 1939; así como del pasajero comercio de las conchas marinas que intervino los antiguos concheros en la década de 1960.
Excepcionales escenarios
Este hermoso espacio insular posee valores patrimoniales excepcionales. Desde el punto de vista geológico, se aprecian en la isla de Cubagua los vestigios de fenómenos ocurridos en tiempos remotos, como el levantamiento del suelo marino por las fuerzas tectónicas. Su geomorfología evidencia un distante pasado: zonas que correspondían a planicies marinas, hoy convertidas en playas y salinas. También están las formaciones dramáticamente erosionadas como el Cañón de Las Calderas, “cuyo clima árido preserva y deja visualizar la columna estratigráfica correspondiente a la formación Cubagua en su miembro Cerro Negro. En el manadero de petróleo, otro lugar excepcional ubicado al extremo noroccidental de la isla, emanan libremente gas y gotas alrededor de un coral”.
Importantes valores paleontológicos, posee la isla de Cubagua. Éstos que remontan a millones de años de antigüedad, están constituidos por restos de conchas fosilizadas de moluscos marinos, fósiles de diversas especies de peces y corales pertenecientes a las edades de Mioceno Tardío y el Plioceno Temprano.
Una mención aparte, merecen los valores arqueológicos de esta isla del estado Nueva Esparta que dan cuenta de la presencia del ser humano desde los concheros del período prehispánico hasta las actividades más recientes de la explotación petrolera.
En general los paisajes arqueológicos de la isla de Cubagua han sido moldeados por las circunstancias y particularidades históricas, el entorno mixto, marítimo y terrestre, así como también por la experiencia, sistemas de creencias y estrategias de subsistencia de sus habitantes. Entre los yacimientos arqueológicos más importantes destacan los prehispánicos de Punta Gorda y La Aduana en la Bahía de Charagato, y los yacimientos coloniales de Nueva Cádiz y El Obispo al oriente de la isla.
Más sobre Cubagua
El tamaño y la perfección de las perlas de la isla Cubagua hicieron que se cotizaran en Europa, además de convertirse en la joya predilecta de la corona española. Hoy adornan famosos trajes, tapices y joyería. Entre ellas se dice está la perla «La Peregrina» que recibió la actriz Elizabeth Taylor del también actor Richard Bourton, como regalo de bodas.
La isla y su historia fue la inspiración de Enrique Bernardo Nuñez para escribir su famosa novela Cubagua. Mientras que la película sobre la isla de Cubagua y las ruinas de Nueva Cádiz titulada “Flor de Mar”, realizada por el director venezolano Jorge Thielen Armand en 2015, fue premiada como mejor cortometraje documental en el Festival de Cine de Las Américas de Austin, en Texas, Estados Unidos.
Con información de Islas del Mundo, Radio Otilca, Museo Nueva Cadiz y Paisajes ancestrales de la Isla de Cubagua (4000 A.C.- 1500 D.C.)
Fotografías de Museo Nueva Cádiz y Otilca
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