En medio de una de las mayores extensiones continuas de bosques tropicales húmedos del mundo, perteneciente a la República Bolivariana de Venezuela, se encuentra el Parque Nacional Parima-Tapirapecó, el guardián de las nacientes del Río Orinoco y de la ancestral etnia Yanomami.
Convertido en el corazón de la Reserva de Biósfera del Alto Orinoco-Casiquiare, el Parque Nacional Parima- Tapirapecó fue creado en 1991 con el objeto de proteger importantes sectores del espacio territorial constituido por esta área representativa de la biodiversidad del planeta, la cual se preserva, se disfruta y se aprovecha sustentablemente.
Con más de 34 mil kilómetros cuadrados, el parque es el segundo más grande de Venezuela y el séptimo en el mundo. Posee una valiosa red hídrica encabezada por el río Orinoco; así como con una extensa variedad de flora y fauna, con muchas especies o subespecies endémicas.
Ubicado en el extremo sur del estado Amazonas (frontera con Brasil), el Parque Nacional Parima-Tapirapecó es también el hogar de gran parte de la etnia Yanomami, uno de los pueblos originarios más antiguos del planeta.
Donde nace el Orinoco
El cerro Delgado Chalbaud, localizado a 1.047 metros sobre el nivel del mar, forma parte del Parque Nacional Parima-Tapirapecó. Es allí donde se encuentran las nacientes del río Orinoco, el cual cubre 80% del estado Amazonas y dos terceras partes del territorio venezolano.
La cuenca del Orinoco, la más importante del país, constituye una significativa fuente de recursos naturales y un motor económico al sintetizar las tres grandes formas de relieve que existen en la naturaleza: macizos antiguos y escudos, por un lado; cordilleras de levantamiento reciente por el otro; y por último, depresiones tectónicas además de cuencas o llanuras de acumulación.
Los ríos Ocamo, Matacuni, Matapire y Mavaca también forman parte de la red significativa red hídrica localizada dentro del Parque Nacional Parima-Tapirapecó.
Tierra Yanomami
Parima-Tapirapecó significa Tierra Yanomami. Y no podía ser otro el nombre de este Parque Nacional pues, desde tiempos inmemoriales, en su territorio están asentadas comunidades indígenas de la etnia Yanomami, lo que lo convierte en un patrimonio cultural ancestral del mundo.
Los Yanomami son un pueblo originario de profunda espiritualidad, ejemplo para la humanidad de lo que es vivir en perfecta comunión con la naturaleza, de la que sólo toman lo necesario para su subsistencia. Esto los hace una etnia autosuficiente que cultiva el 80% de sus alimentos, y que complementa su alimentación con la caza y la pesca.
De arraigada creencia en dioses como el Sol y la Luna, la cosmovisión de los Yanomami está presente en su cotidianidad, expresada en sus mitos y rituales. Para este pueblo, con la mayoría de sus 162 comunidades asentadas en el Parque Nacional Parima-Tapirapecó, todos los seres, piedras, árboles y montañas tienen un espíritu, que, de convertirse en maligno, es enfrentado por el chamán de cada grupo para que no les provoque enfermedades o la muerte.
Protector de tres monumentos naturales
El Parque Nacional Parima- Tapirapecó, creado en 1991, es el corazón de la Reserva de Biósfera del Alto Orinoco-Casiquiare.
La protección dada por el Estado venezolano al declarar monumentos naturales a los cerros Tamacuarí-Serranía Tapirapecó y Vinilla-Aratitiyope, así como a la Sierra Unturán, es reforzada por el Parque Nacional Parima-Tapirapecó.
De condiciones ecológicas únicas en el mundo, estos monumentos naturales constituyen zonas de interés paleoecológico en los cuales se encuentran rasgos y evidencias representativas de la evolución de la vida del planeta. También son hogar de una diversidad de flora y fauna con un alto grado de endemismo.
El Parque Nacional está asentado en un basamento de rocas ígneas graníticas amazónicas. Con un clima lluvioso de selva amazónico, cuya temperatura oscila entre 12 °C y 27 °C, posee un relieve accidentado con variaciones que van de los 300 metros sobre el nivel del mar (en el río Sarare hacia la cuenca del Orinoco), a los 1775 metros sobre el nivel del mar en la parte más alta de la Fila Terepaima.
Hábitat de múltiples especies endémicas
Palma de Moriche.
Cerrar los ojos e imaginar los olores y sonidos de la selva, es conectar con las múltiples especies vegetales y animales que habitan en el Parque Nacional Parima-Tapirapecó, muchas de las cuales son endémicas y otras están por ser descubiertas.
Su vegetación comprende bosques, donde el siempre verde se exhibe cada día, y en los que una parte se encuentra en terrenos periódicamente inundados. Este Parque Nacional también se caracteriza por selvas de tierras bajas, la vegetación tepuyana y las sabanas graminosas arbustivas.
Entre las especies arbóreas, predominan el Guamo Bejuco, la Simaruba, la Palma de Moriche, el Seje, el Merey, la Nuez de Brasil y el Coroba. La Orquídea (Catleya mossiae), es la flor más impactante de la región por su belleza, lo que lamentablemente atenta contra su supervivencia.
Valiosa representación de la fauna silvestre
Mariposa Thysania agripina , conocida como mariposa emperador, bruja blanca, polilla alada de pájaro, polilla fantasma, gran bruja gris y gran polilla búho.
En cuanto a la fauna, el parque Parima-Tapirapecó posee una variada y valiosa representación de animales silvestres, algunos endémicos, otros amenazados de extinción como es el caso del oso frontino o salvaje (Tremarctos ornatus) o el jaguar (Panthera onca).
Mono Tití.
Destaca la presencia de la danta, el venado matacán, tigrito, cunaguaro, gato de monte, puma; varias especies de monos como el tití. Entre los reptiles, están la boa esmeralda y la mapanare verde. La avifauna está representada por loros, la perdiz colorada, el paují, y tucanes como el tilingo y el piapoco pico rojo.
Se afirma que el Parima-Tapirapecó también resguarda a la mariposa Thysania agripina, mejor conocida como mariposa emperador, bruja blanca, polilla alada de pájaro, polilla fantasma, gran bruja gris y gran polilla búho, a la que se le atribuye la envergadura más grande del mundo, por lo que se le confunde con otras criaturas voladoras como los murciélagos o las aves.
Turismo restringido
Debido a la fragilidad ecológica de la zona que abarca el Parque Nacional Parima-Tapirapecó, las actividades turísticas están restringidas a excepción de las excursiones guiadas por expertos. Además, están totalmente prohibidos el maltrato y la caza de los animales silvestres, al igual que dañar y cortar la flora.
Entre los hermosos sitios de interés del parque destacan el raudal de Guaharibo, la sierra Parima y el cerro Delgado Chalbaud; así como el tepuy Mawedi y su salto de agua, el cerro Maturaca, los petroglifos del raudal de Arata y el caño Iyëwei. A esta hermosa región se accede por vía aérea, a las pistas de aterrizaje de La Esmeralda, Macorimateri y Mavaca; o por vía fluvial, siguiendo el curso del río Orinoco hasta las comunidades de Jasubibeteri, Platanal y Santa María.
El Parque Nacional Parima-Tapirapecó constituye una de las áreas de mayor riqueza en términos de biodiversidad, amén de la relevancia etnocultural de las comunidades indígenas que viven allí desde tiempos ancestrales, en particular de la etnia Yanomani. Por ello, en todos y todas debe crecer la conciencia para contrarrestar cualquier amenaza y en especial el desarrollo de acciones como la explotación insostenible de sus recursos naturales.
Con información de Del Amazonas, IVenezuela, Pueblos Indígenas, Ecolex y Ecured.
Fotos cortesía de Wikivoyage, Mariposass y Fundación Saimiri
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