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El Cachalote, una especie convertida en leyenda

por Haiman El Troudi
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El Cachalote, una especie convertida en leyenda

El Cachalote, cuyo nombre científico es Physeter macrocephalus, es un mamífero marino del infraorden cetácea, única especie viva del extinto género Physeter que se pasea por los océanos desde hace cerca de veinticinco millones de años.

En Venezuela no es extraño avistar a estas criaturas. Los pobladores de las costas en Nueva Esparta, Anzoátegui, Sucre y Miranda han sido testigos de sus procesos de apareamiento, alumbramiento y retozo.

Este cetáceo adquirió fama mundial luego de la publicación de la novela Moby Dick del escritor norteamericano Herman Melville, la cual se inspira en dos casos reales ocurridos en el siglo XIX.

El primero alude al hundimiento del ballenero Essex acaecido en Massachusetts, el cual fue atacado por un cachalote en 1820 y, el otro, al enfrentamiento que durante más de 40 años sostuvieron balleneros chilenos con un ejemplar albino al que apodaban Mocha Dick.

Estas historias, aunadas a las enormes proporciones de su cerebro, han convertido al Cachalote en una especie de leyenda en la que se le atribuye una inteligencia superior y una memoria, que le permite recordar los agravios sufridos para cobrar venganza.

Proporciones y capacidades míticas

El Cachalote, una especie convertida en leyenda

Esta ballena, cuya longitud oscila entre los 18 y 20, 5 metros de largo y con un peso que supera las 50 toneladas, ostenta algunos títulos vinculados a proporciones y capacidades míticas.

Por sus dimensiones corporales, su gran dentadura en la mandíbula inferior (en la que cada diente de los 26 que puede llegar a tener pesa un kilo) y el tamaño de su cerebro, el Cachalote es considerado el animal dentado más grande y pesado del planeta.

Poseedor de un intrincado sistema de ondas sonoras, emiten “chasquidos” que son calificados como los más intensos producidos por un animal y pueden llegar a superar los 200 decibeles, algo similar a la presión sonora que produce un cohete al momento del despegue.

Este sistema les permite comunicarse entre ellos y como ecolocalizador para ubicar a sus presas a grandes profundidades, ya que el Cachalote también es destacado por su capacidad pulmonar para realizar largas y profundas inmersiones.

Campeón del buceo libre

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Se cree que el Cachalote puede sumergirse a distancias de hasta 3 kilómetros por debajo del nivel del mar y que cada inmersión puede durar entre 45 y 90 minutos, lo que implica que puede estar sin respirar casi dos horas. Por ello, es considerado el campeón del buceo libre.

Su cuerpo está perfectamente adaptado para soportar los cambios de presión, sin embargo, lo repetido de estas inmersiones puede provocarles efectos adversos en el largo plazo. Estudios han demostrado profundas lesiones en la estructura ósea de ejemplares viejos, producto de la descompresión que sufren por esta práctica.

Pero, su voraz preferencia por degustar al calamar gigante, que habita a una profundidad de entre 200 y 1.000 metros bajo la superficie del mar, lo impulsa a surcar los oscuros abismos marinos.

Heridas de guerra

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El Cachalote generalmente tiene la piel gris, salvo los ejemplares albinos. De aspecto rugoso en el dorso, a veces luce cicatrices circulares que dan cuenta de lo que se sospecha son sus heridas de guerra, causadas por las ventosas del calamar en sus legendarias batallas por la vida.

Algunas investigaciones aseguran que los cachalotes consumen un promedio de 100 millones de toneladas de calamar, lo que equivale a la pesca anual de esa especie de toda la industria pesquera mundial.

Además de los calamares, se alimentan de otras especies como diversos peces, pulpos, rayas, bacalaos, merluzas y alguno que otro tiburón de boca ancha, una especie rara y grande de las profundidades.

Una baja tasa de natalidad

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La también llamada ballena esperma tiene una baja tasa de natalidad debido a que cada hembra produce una sola cría, luego del proceso de gestación que dura de 14 a 16 meses.

El ballenato, al nacer, mide entre 3.5 y 4.5 metros y puede lactar entre dos y 13 años. También son capaces de alimentarse de otras hembras diferentes a su madre, bebiendo un promedio de 50 litros diarios.

Las hembras, acompañadas de machos jóvenes, crean especies de guarderías para proteger a las crías de las orcas que los atacan o acosan en ocasiones. Para defenderse se forman como una margarita, dando la cara a la cría en peligro y colocando la cola en la parte externa, mientras aletea con furia para espantar al agresor.

El Cachalote es un trotamundos, recorre todos los océanos del planeta, especialmente los de clima cálido a templado. Pueden vivir más de 70 años y suelen permanecer en grupos de entre 12 y 20 individuos.

Productos altamente codiciados

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El Cachalote es una especie de gran valor comercial ya que genera productos derivados muy usados en nuestra sociedad. Su carne, el aceite y la grasa son altamente codiciados.

Durante el siglo XIX, antes del descubrimiento del petróleo, el aceite de ballena era muy solicitado, ya que era utilizado como combustible para las lámparas y en la fabricación de velas y jabones.

El espermaceti que funciona como mecanismo de flotabilidad en él y le permite descender con menor esfuerzo, es usado en una infinidad de productos farmacéuticos, impermeabilizantes, ungüentos y cosméticos.

El ambergris es una cera que produce su tracto digestivo para procesar y digerir el pico del calamar, el cual le produce irritación. Este producto, que le toma muchos años en formar, fue muy usado en la industria de la perfumería.

Sus heces también son de gran importancia ya que fertilizan los océanos al flotar hacia la superficie y ser consumidas por el fitoplactón.

El hombre, su más grande depredador

El Cachalote, una especie convertida en leyenda

La cacería comercial llevada a cabo por el hombre durante los siglos XVIII, XIX y XX diezmó drásticamente las poblaciones de cachalotes, convirtiendo al humano en su más grande depredador. Y aunque en la actualidad existen leyes que los protegen, aún no han logrado salir de su condición de especie vulnerable.

No obstante, el Cachalote es un gran depredador, quizás el más grande del planeta, ya que ningún otro animal tiene la suficiente fuerza para hacerle frente. Solo las Orcas son un contendor de importancia, cuando atacan en grupo a los individuos más vulnerables como las crías o ejemplares enfermos de esta especie.

 

Con información de National Geographic, OceanWide, Amura World, Bioenciclopedia y Latituds Cuba

Fotos cortesía de National Geographic. National Geographic en Español, OK Diario, Amura World y Bioenciclopedia


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