Viajar por el estado Trujillo puede transformarse en una experiencia bucólica. Mientras nos adentramos en sus pueblos, cobijados por las montañas andinas, sembradíos, páramos, lagunas y ríos, los sentidos se regocijan con el encanto de estas estampas trujillanas a lo largo del recorrido.
Tierras agrícolas, llenas de encantos naturales, historia, cultura y tradición ancestral, leyendas y magia. Pueblos donde se respira hospitalidad, amabilidad y espiritualidad
Este será el primero de los recorridos por el estado Trujillo. Inicia en San Miguel de Boconó, localizado en el Municipio Boconó; continúa en Jajó, pueblo del Municipio Urdaneta, y finaliza en Plazuela de Mocoy, población del municipio homónimo.
San Miguel de Boconó
Antes de entrar a San Miguel se avistan desde la carretera los sembradíos de hortalizas, frutas y flores y a los agricultores de este histórico lugar en plena faena.
Se afirma que los habitantes prehispánicos que ocuparon el Valle donde se ubica el actual San Miguel de Boconó eran de la antigua Nación Cuica. Durante la conquista pasó de pueblo de encomiendas a pueblo de indios en el siglo XVI.
Es una de las parroquias más visitadas del municipio y alberga hermosas reliquias y tradiciones de más de cuatro siglos. Sus pobladores aún mantienen la concepción ancestral Cuica de la relación del hombre con la naturaleza sagrada y la espiritualidad de las montañas y ríos.
Valor artístico y patrimonial
Ubicada en el corazón de pueblo está la antiquísima iglesia San Miguel Arcangel, considerada como una de las edificaciones religiosas más representativas del período colonial venezolano.
Para 1625 estaba edificada y, según los libros parroquiales, en el año 1630, tanto el pueblo como el templo fueron declarados parroquia eclesiástica.
El retablo mayor tiene un gran valor artístico y patrimonial. Está dividido en dos cuerpos, con diez nichos, donde se encuentran las imágenes de los arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel.
Iglesia, retablo mayor y las imágenes que alberga, orgullo de sus habitantes, fueron declarados dos veces Monumento Histórico Nacional, en la Gaceta Oficial nº 26.210 de fecha 18 de marzo de 1960 y en la Gaceta Oficial nº 26.320 de fecha 2 de agosto del mismo año.
La Fiesta de los Pastores del Niño Dios de San Miguel de Boconó, una de las populares del estado Trujillo, una tradición de más 450 años, que inicia el cada 4 de enero con el rompimiento, sigue con la búsqueda del niño, los cantos, salves, ofrenda, agradecimientos por la salud, la cosecha, peticiones y culmina el 6 con el recibimiento de los Reyes Magos.
Jajó, patrimonio arquitectónico
Fundado en 1611, este acogedor pueblo del Municipio Urdaneta del estado Trujillo, aún conserva intactas, en su casco histórico, la mayoría de las casas construidas en un período de 300 a 400 años.
Los habitantes de Jajó valoran el centro histórico por su patrimonio arquitectónico, que está protegido, además, por una ordenanza de conservación.
Las fachadas originales con ventanales en madera y rejas de hierro forjado, aceras de ladrillo y cemento, y calles empedradas, son algunos de los atractivos.
Cobijado por las montañas y una densa vegetación de árboles de pino y eucaliptos, Jajó tiene un clima frío. Es tierra de agricultores y destacan sus plantaciones de café, verduras, frutas, principalmente fresas, y flores.
Jajó es una estampa trujillana viva de la relación armónica entre el hombre y la naturaleza.
Este hermoso pueblo inmortalizado por la poetisa trujillana Ana Enriqueta Terán en el “Libro de Jajó”. La casa donde vivió durante 11 años, hoy es sede del Centro Cultural “Casa de Hablas”.
Fiesta de San Pedro
Una de las manifestaciones culturales y religiosas más populares de Jajó, es la festividad en honor a San Pedro que duran 4 días. Inician el 26 de junio de cada año. Además de la misa, el santo patrono del pueblo sale procesión por todas las calles en compañía de las bandas municipales, los integrantes de las instituciones educativas y las comparsas de San Benito. También se efectúan actividades deportivas.
En los preparativos participan todos los miembros de la comunidad en el adorno de las calles y la iglesia.
La Plazuela de Mocoy
La cuenca del río Mocoy, que en la época prehispánica fue habitada por la Nación Cuica, alberga a este poblado urbano histórico y turístico del Municipio Trujillo.
La mayor resistencia durante la conquista en la región fue protagonizada por los antiguos habitantes de esta zona.
Los misioneros católicos establecieron trapiches para la fabricación de papelón durante la colonia aprovechando los cultivos de caña en las vegas del río Castán. Todavía está activo el trapiche hidráulico más antiguo.
Reminiscencia de la arquitectura colonial
Aunque este centro poblado fue intervenido en 19 83 y la mayoría de sus casas son de década de 1950, sus calles empedradas y las fachadas de las casas conservan reminiscencias de la arquitectura colonial.
Uno de sus valores patrimoniales lo constituye el paso de Simón Bolívar, el Libertador, por ese lugar cuando visitó Trujillo durante la Campaña Admirable.
Además de la bella estampa y los encantos naturales que la rodean, destaca la Plaza Cruz Carrillo, construida en honor del prócer trujillano, héroe de la Guerra de Independencia.
La Plazuela de Mocoy fue declarada parroquia eclesiástica el 3 de mayo de 1600 y capital de la parroquia Cruz Carrillo el 26 de enero de 1936.
Los pueblos de Trujillo, resguardados por hermosos paisajes, páramos, lagunas y ríos, tienen el encanto de una estampa, son un lienzo vivo que invitan a la contemplación, el disfrute, a la evocación de nuestros ancestros y a la reafirmación de los valores que conforman lo afirmativo venezolano.
Con información de Catálogo de Patrimonio Cultural Municipio Trujillo, Viaja el Mundo y Revista Arje.
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