Cinco rostros femeninos que afloran entre los intensos colores de la selva tropical, realzados por la belleza de los seres que pueblan la naturaleza de la que también son parte, captan la atención de lugareños y visitantes de Puerto Asís. El Mural de la Verdad, es el nombre de esta obra creada por el artista plástico colombiano Jonathan Cadavid Marín.
Los rostros representan la resistencia, el sacrificio y la resilencia de las mujeres en medio del conflicto armado en el Departamento Putumayo, localizado al suroeste de Colombia, en la región Amazónica.
El mural, de tres metros de alto por 9 de ancho y ubicado en los espacios externos del Aeropuerto de Tres de Mayo en Puerto Asís, fue realizado con 80 mil tapas plásticas recolectadas por la Alianza de Mujeres Tejedoras de Vida en los 13 municipios de Putumayo, organización que solicitó a Cadavid su creación para mantener viva la memoria, recordar a todas las mujeres que resistieron, defendieron los derechos humanos, se empeñaron en reconstruir destruido por la guerra, en frenar el conflicto, en proteger a niños y jóvenes, en tejer vida.
“La Alianza Mujeres Tejedoras de la Vida de Putumayo quería realizar una campaña de aprovechamiento de ese material de desecho, a través de la creación del Mural de la Verdad, un homenaje a las todas las mujeres asesinadas y desaparecidas por la violencia y el conflicto armado”, afirmó el artista plástico luego de su inauguración en marzo de 2017 como parte de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Arte para trascender el dolor, celebrando la vida
Dos años le tomó a Jonathan Cadavid para crear esta obra que fue instalada posteriormente en uno de los muros del edificio sede la Aeronáutica Civil del Aeropuerto Tres de Mayo de Puerto Asís.
Una vez clasificadas las tapas por colores y tonos, previa realización de bocetos con la conceptualización de la obra y el mensaje a transmitir, el artista trabajó en cinco módulos independientes: tres en Mocoa, ciudad capital de Putumayo, y dos en Puerto Asís, que luego fueron ensamblados para conformar la totalidad del mural.
Relata que los colores de las tapas son los originales, aunque tuvo que pintar algunas, pocas, a las que se les colocó en un tono más oscuro de verde y de rojo, a otras, colorearlas de negro porque eran muy escasas.
Cadavid expresó, en su página de Facebook, que al inicio pensó que al trabajar con tapas plásticas tendría algunas limitaciones pero durante el proceso creativo, experimentando, se percató del “gran material que tenía en sus manos”, con problemas técnicos que resolvió “con un arduo trabajo y mucha paciencia, sin temor a hacer y deshacer muchas veces hasta quedar satisfecho” con el resultado final.
“El propósito era transmitir una idea que ahora es fuerte en mi vida: trascender el dolor y el sufrimiento a través de la conciencia, la certidumbre de ser mucho más que la materia que podemos ver, ser parte de un sistema universal y no de un sistema absurdo, creado por el hombre con su cultura, condicionado por la ambición de poder y sujeto a una cotidianidad sin más opciones que la supervivencia, en un medio corrupto y degenerado que explota la naturaleza y mata la vida”, afirmó Jonathan Cadavid en una entrevista.
Murales para recordar y empoderarse
La Alianza de Mujeres Tejedoras de Vida del Putumayo, organización creada en 2005 con el objetivo inicial de establecer una red de protección como resistencia al conflicto armado y para evitar los asesinatos, diseñó la estrategia de “Murales de la Verdad” para mantener viva la memoria y rendir homenaje a todas las mujeres asesinadas y desaparecidas.
Son tres los murales realizados: el primero, en 2010, en Mocoa. Fue reelaborado debido a que la pared que servía de soporte fue destruida como consecuencia del desbordamiento de tres ríos en 2017. Villagarzón, es la ciudad donde levantaron el segundo mural, un homenaje a las mujeres que fueron asesinadas por paramilitares en la vereda La Castellana.
Para el tercero, en Puerto Asís, la organización de “Mujeres Tejedoras de Vida” quisieron hacer algo distinto, decidieron usar tapas de plástico y convocaron a Cadavid para su realización.
Es una obra que expresa todo el proceso vivido por las mujeres de Putumayo: desde el dolor y la resistencia hasta el empoderamiento para reconstruir el tejido social que fraguó bajo el conflicto armado.
La magia de los colores
El creador de El Mural de la Verdad llegó a Putumayo en 2009 para realizar un monumento, esperaba estar por seis meses a realizar un monumento en el parque de Puerto Leguizamo pero le gustó tanto esa tierra, que se quedó.
Suspendió las exposiciones, los concursos, las galerías de arte “donde el público era muy exclusivo y encontré los espacios públicos, donde puedo llegar a más gente y grandes obras con sentido social”, expresó Jonathan Cadavid.
Afirma que Putumayo transformó su forma de ver el mundo y de pintar. “(…) La abundancia cultural de los pueblos indígenas, la selva, los ríos, los cielos, los pájaros, el yagé y la magia, por todos lados se ven colores (…) Quiero ver al Putumayo lleno de arte y naturaleza, que el supuesto progreso gris que llega a esta tierra no acabe con los colores y que sus habitantes se empoderen de la belleza y le den el valor que se merece”.
Con información de Mi Putumayo, Notifronteras, Alianza de Mujeres Tejedores y Jonathan Cadavid
Fotografías de Jonathan Cadavid y Alianza de Mujeres Tejedores para la Vida.
No te pierdas
> La Flor de Venezuela, hermoso espectáculo en la capital larense
> Medellín, la ciudad de las paredes parlantes
3 comentarios
Hola, apenas veo esta publicación.
Muchas gracias por promover el arte.
Gracias a usted por regalarnos su talento, el arte alimenta el espíritu.
Cuantas obras parecidas ha hecho nuevamente, hermoso mural felicitaciones me gustaría ver uno en Bogotá.