Apreciada por su delicado sabor y aroma, la parcha granadina es la fruta que ostenta el mayor tamaño en la familia de las pasifloras, a la que pertenecen la parchita y la curuba.
Originaria de América tropical, también es conocida en Venezuela como parcha real, badea o parcha, simplemente. En nuestro país se cultiva a pequeña escala en los estados Lara, Yaracuy, Aragua y Mérida, principalmente, siendo la entidad andina la de mayor producción.
A Passiflora quadrangularis, su denominación científica, se le atribuyen propiedades digestivas, antiescorbúticas, antiparasitaria y diuréticas. Destaca por alto contenido de niacina (también conocida como vitamina B3) de serotonina. La fruta, las hojas y las raíces se usan con fines medicinales para tratar el colesterol alto, la migraña de origen nervioso y el insomnio.
Además de badea, parcha granadina o parcha real, esta exótica fruta de la zona intertropical, tiene una variedad de nombres comunes Latinoamérica. Granadilla de fresco (El Salvador); granadilla real; (Bolivia y Costa Rica); sandía de Pasión (Bolivia); maracuya-acu, maracuja-assu, maracuja silvestre, maracuya grande, maracuja suspiro o maracuja de caiena (Brasil); tumbo o tambo (Peru y Ecuador).
Ligeramente dulce, ligeramente ácida
Con una forma entre ovoide y oblonga, la parcha granadina o badea es la fruta más grande de todas las pasifloráceas, alcanzando un tamaño promedio de 10 a 25 cm de largo por 8 a 10 cm de diámetro, con un peso de entre 225 y 450 gramos o más. También hay bayas de hasta 30 cm e incluso 35 cm de largo, que pasan los 1,5 kilogramos.
La piel o cáscara que la cubre, lisa y delgada, es verde claro o pálido que luego se torna en un color amarillo verdoso cuando la fruta está madura. En su interior encontramos una pulpa (mesocarpio) con una textura parecida a la del melón, jugosa, de muy suave sabor, levemente ácido y algo dulce. Su color es blanco, aunque cuando está muy madura adquiere tonalidades amarillentas.
Generalmente la parte comestible de las pasifloras está contenida en el arilo que es la cobertura carnosa de sus semillas que son duras, planas y obovadas. En el caso de la parcha granadina, ambas cosas se consumen. Es traslúcido con un tono salmón en la base y contiene un jugo aromático y ligeramente ácido.
Se consume fresca, principalmente en jugos o batidos. La pulpa, sin las semillas (el arilo) ni la piel, puede agregarse a una ensalada de frutas. También puede preparase como dulce, jalea, helados. Los arilos enteros se pueden comer crudos sin quitar las semillas, solos o combinados con el jugo elaborado con la pulpa.
Nutrientes de la parcha granadina
Desde el punto de vista nutricional, la parcha granadina destaca porque contiene más vitamina C que la parchita (43 mg por 100 g). Además, es rica en hierro (1.39 mg por 100 g) y en niacina (0.8 mg por 100 g); y una buenafuente de fósforo. También aporta vitaminas A y E, riboflavina y calcio.
Otro de los compontes de Passiflora quadrangularis es serotonina, un importante neurotransmisor que contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso. Cuando los niveles de esta sustancia química disminuyen por debajo de lo normal se puede padecer de ansiedad, insomnio y depresión, entre otras afecciones de propias de la salud mental.
La planta Passiflora quadrangularis
Esta planta herbácea pero leñosa en la base, crece desde el nivel del mar hasta 1.000 m s. n. m.1 e incluso hasta 1.800 m de altitud en áreas no inundables.
Es una enredadera de crecimiento rápido, grande y gruesa, que puede extenderse de 10 a 20 metros. Sus tallos verdes y cuadrangulares están provistos de zarcillos simples que miden 30 cm de largo. Las hojas de la parcha granadina o parcha real destacan por su tamaño, miden entre 8 y 15 cm de ancho y entre 10 y 20 cm de largo. Son alternas, ovales, redondeadas o cordadas en la base, abruptamente puntiagudas en el ápice.
Sus flores son llamativas y fragantes, con un diámetro de 10 a 12 cm. Tienen un cáliz con forma de campana de 5 sépalos de color verde o verde rojizos en el exterior, y blanco, rosa o púrpura en el interior; 5 pétalos de 4.5 cm de largo, blancos y rosados; la corona de filamentos de dos tipos, púrpuras y blanco abajo, azul en el medio y rosados y azul arriba, rodeando el típico complejo de pistilos, estilos y estigmas.
El clima idóneo para un mayor crecimiento y productividad de la parcha granadina es el tropical. Cálido de día y de noche, con pocas variaciones, y con alta humedad. Un suelo profundo, fértil, húmedo, pero bien drenado es el adecuado, sin embargo, en Australia han observado un buen crecimiento en suelos volcánicos, aluviales, y suelos arenosos, e incluso granito descompuesto.
Con información de Zenodo, Biblioteca Digital Universidad Zamorano y revista Agroindustrial Science
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