Venezuela es un país rico en tradiciones y costumbres, diversidad que viene marcada por el sincretismo cultural que nos caracteriza, así como por la apertura a todas las expresiones y novedades. Son variadas las tradiciones para recibir al año nuevo, un grupo de ritos, algunos de antigua data, que nos preparan a recibir el venidero ciclo de 365 días para trabajar y construir realidades.
Cargados de buenas intenciones y deseos, en todo el país se multiplican los rituales de fin de año, realizados con fe y alegría, para que el siguiente sea un periodo próspero, más feliz y se cumplan todos los anhelos.
Desde la antigua tradición de quemar un muñeco que representa al año viejo, pasando por las 12 uvas que acompañan igual número de deseos, los “métodos” para activar la suerte y la prosperidad en el nuevo año hasta salir con una maleta para pedir viajes, son algunas de las muchas tradiciones que los venezolanos han asumido como propias cada fin de año.
Tradición del fuego purificador
Fotografía: Carlos Ramírez AFP
En Lara, Mérida, Zulia, y mayormente en Táchira, se realiza la Quema del Año Viejo. Esta antigua manifestación consiste en prender un muñeco que representa el año que termina, con el que se despide, mediante el fuego, todo lo que trajo, y abrir la puerta a lo bueno, a la prosperidad en el nuevo año.
Especialmente en la región andina, la quema del año viejo se realiza poco antes de la medianoche del 31 de diciembre en plazas y/o esquinas de cada barrio o urbanización. Los muñecos o monigotes se elaboran con la colaboración de la comunidad, usando ropas viejas, materiales de desecho, pólvora y adornos. Esta tradición tiene la finalidad, además, de rendir homenaje a los ausentes y celebrar las esperanzas del futuro.
Con el paso de los años, el ingenio y humor venezolano, esta manifestación popular fue evolucionando y los gigantescos muñecos pasaron a representar personajes de cualquier tipo que influyeron de manera positiva o negativa nacional e internacionalmente, políticos, artistas, dibujos animados, así como hechos que marcaron el año. Son costumbres que los abuelos y padres se esfuerzan por dejar, como herencia, a las nuevas generaciones.
Una vez listo el muñeco, los vecinos lo colocan en una esquina o lugar estratégico donde piden colaboración a quienes pasan para comprar los fuegos artificiales que llenan la figura. Minutos antes de la medianoche, se reúnen en las puertas de sus casas para observar la colorida quema del “año viejo”, y con ello viene el infaltable abrazo de fin de año. Esta quema además es acompañada de la lectura de un testamento, basado en las anécdotas vividas por los propios vecinos.
Esta tradición se realiza también en varios países hermanos como Ecuador, Colombia, Perú, México, Chile y Argentina.
Suerte y prosperidad
Varias de las viejas tradiciones para el año nuevo están destinadas a conseguir buena suerte y prosperidad. Una de las más conocidas es, sin duda, la de comer 12 uvas justo antes de la medianoche, una con cada campanada (de la antigua Catedral de Caracas) que van marcando la llegada del año nuevo justo cuando termina el 31 de diciembre. Mientras se come cada una de esas uvas, se van pensando deseos que deben cumplirse en el año nuevo.
Otra de las creencias más arraigadas para conseguir la prosperidad, consiste en colocar en la mesa diversidad de granos en varios envases o comer lentejas. Aseguran que si se hace esto no faltará la comida en la mesa.
Muchas familias acostumbran hacer una limpieza profunda del hogar para recibir el año nuevo, eso sí se debe limpiar de adentro de la casa hacia afuera para sacar todo lo negativo, así como botar todo lo que esté dañado y ya no tenga reparación.
Otra tradición asegura que para tener dinero siempre, se debe recibir el año con billetes en la mano derecha o en el bolsillo derecho. Y si lo que se quiere es atraer la buena suerte y el dinero otros ritos incluyen: utilizar prendas de ropa interior amarilla o dorada y escribir deseos en una carta que se quema en enero, justo cuando comienza el año.
Amor y viajes
Fotografía: Blog Matasietepuntocom
Entre los deseos más comunes para el año nuevo está el viajar y, para ello, se acostumbra tomar una maleta grande y justo después de que den las doce, dar una vuelta a la manzana o cuadra con ella, pidiendo muchos viajes.
Hay gente que acostumbra ponerse la ropa interior al revés la noche del 31 de diciembre para pedir mucha ropa nueva durante el año por venir, y si lo que quieren es amor, se usa ropa interior roja para encontrar el ideal.
Algunos también aseguran que las solteras deben dar un brinco desde una silla justo cuando van a dar las doce de la medianoche para conseguir romance durante el año nuevo, o pasear por debajo de la mesa para conseguirse un buen novio.
¿Qué te pasa viejo año?
Fotografía: AVN
Son muchas las gaitas, aguinaldos y parrandas dedicadas al año viejo o al nuevo por venir, con estos ritmos no sólo celebramos la navidad, sino que despedimos alegremente el periodo de vida que está por cerrar y nos abrimos a recibir lo que está por venir.
La víspera del año nuevo es particularmente emotiva y hasta nostálgica, sentimientos que expresan las gaitas “Faltan cinco pa´ las doce” y “Viejo año”. Emociones que se disipan entre abrazos y brindis con los que los venezolanos dan la bienvenida al nuevo año, llenos de esperanza, proyectos, sueños; además de manifestar con alegría los mejores deseos a familiares y amigos.
Y como lo refleja, con gran ritmo, la orquesta Billos Caracas Boys, el espíritu y deseo que embarga a todos, es el de tener un “año nuevo, vida nueva, más alegres los días serán, año nuevo, vida nueva, con salud y con prosperidad”.
Historia del año nuevo
Fue en 1583 cuando se inició la celebración del año nuevo cada primero de enero en los países católicos, luego que el Papa Gregorio XIII impuso esta modificación, pues hasta entonces se celebraba en marzo. De allí viene el año gregoriano.
La razón del cambio es que el año juliano tenía un desfase solar que el Papa se propuso corregir, promulgando que el año 1583 comenzaría el 1° de enero.
Un dato interesante es que la celebración del Año Nuevo se derivaba de una práctica pagana y por esta razón, la Iglesia cristiana en primera instancia la condenó. Pero, con el objeto de facilitar la conversión de los paganos al cristianismo, la Iglesia aceptó la celebración del primero de enero, convirtiéndola en la Fiesta de la Circuncisión de Cristo.
Los primeros países en hacer esta modificación fueron los católicos. El resto de los países tardó más en adoptar el cambio. En Reino Unido por ejemplo no fue sino hasta el siglo XVIII y en 1917, tras la Revolución Rusa, el nuevo calendario se impuso en ese país.
El inicio del año en enero se relaciona además con el origen del nombre de este mes, proveniente del dios romano Jano, que tiene dos caras que pueden mirar una hacia atrás, al año viejo y otra hacia adelante, al nuevo.
La llegada del año nuevo es motivo para sacar las más pintorescas y a veces inverosímiles, costumbres y tradiciones que el venezolano ha practicado por mucho tiempo, siempre con la esperanza de un mejor porvenir.
Aunque cada quien tiene deseos personales que quiere cumplir durante el año siguiente, y los manifiesta según su cultura y tradiciones, en Venezuela nos unimos siempre al calor de la familia y la gente querida, un rito tradicional que nos hace compartir abrazos y buenos deseos para recibir juntos el nuevo año, agradeciendo las experiencias vividas durante el año que se va.
Sea cual sea la tradición de preferencia, preparémonos entonces a recibir un año nuevo afirmativo, en el que continuemos compartiendo los valores y elementos que nos caracterizan y resaltan la grandeza de nuestro país.
Con información de VTV, YVKE Mundial, Desde La Plaza e Infoguia
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