Los pitillos, pajitas o popotes, de papel y bambú, presentadas en el mercado como sustituto idóneo para los de plástico, también son nocivos para la salud y el medio ambiente.
Así lo revela un estudio científico publicado por Food Additives & Contaminants a finales de 2023, en el cual se señala que estos tubitos utilizados para sorber líquidos, descritos como “ecológicos” y cada vez más populares, contienen sustancias químicas tóxicas.
Además de ser conocidas como sustancias perfluoradas y polifluoradas (PFAS, por sus siglas en inglés), son llamadas “contaminantes eternos” porque al descomponerse muy lentamente, se acumulan en el medio ambiente y en los tejidos humanos.
Durante la investigación, realizada por un grupo de científicos en la Universidad de Amberes de Bélgica, se analizaron 39 marcas de pajitas en Bélgica fabricadas con papel, bambú, vidrio, plástico, vidrio y acero inoxidable obtenidas en tiendas, supermercados y restaurantes de comida rápida, principalmente, con el objetivo de detectar la presencia de PFAS. Las hechas de papel y bambú, según el estudio, evidenciaron mayor presencia de este tipo de sustancias.
Todos los pitillos menos los de acero inoxidable
Tras culminar las dos rondas de pruebas de detección de PFAS, los investigadores concluyeron que el 69% por ciento de las marcas de pitillos (pajitas o popotes) analizados contenían PFAS.
Según el estudio, las sustancias químicas sintéticas están presentes en el 90% de las pajillas de papel analizadas. En segundo lugar, con 80% de presencia de estos carbonos, están los pitillos de bambú. Mientras que los elaborados en plástico y vidrio, evidenciaron 75% y 40%, respectivamente.
En las cinco marcas de pitillos de acero inoxidable investigadas no se encontró presencia de químicos en las muestras.
¿Sostenibles y ecológicas?
De acuerdo a los autores del primer análisis de este tipo realizado en Europa y el segundo en el mundo, se detectaron en total 18 PFAS diferentes. El ácido perfluorooctanoico (PFOA), prohibido en todo el mundo desde 2020, fue encontrado con mayor frecuencia en las muestras de las marcas de pitillos analizadas.
También hallaron ácido trifluoroacético (TFA) y ácido trifluorometanosulfónico (TFMS), sustancias PFAS de “cadena ultracorta” que son altamente solubles en agua y que podrían, por lo tanto, filtrarse de los pitillos a las bebidas.
Aunque las concentraciones halladas en las pruebas eran bajas y tomando en cuenta que la mayoría de las personas tiende a utilizar pajitas sólo ocasionalmente lo que supone un riesgo limitado para la salud humana, permanecen en el cuerpo durante muchos años y sus concentraciones pueden aumentar con el tiempo. “Pequeñas cantidades de PFAS, si bien no son dañinas en sí mismas, pueden aumentar la carga química ya, presente en el cuerpo”, explica Thimo Groffen, autor del estudio y científico medioambiental de la Universidad de Amberes.
Groffen concluye que la detección de PFAS en los pitillos o pajitas fabricadas con materiales vegetales (papel y bambú), anunciados como más sostenibles y ecológicos que los hechos en plásticos, significa no es cierto necesariamente. “La presencia de PFAS en pajitas de papel y bambú demuestra que no son necesariamente biodegradables. No detectamos ningún PFAS en pajitas de acero inoxidable, por lo que recomendaría a los consumidores que utilicen este tipo de pajitas, o simplemente eviten el uso de pajitas totalmente”.
Revestimiento para impermeabilizar o contaminación
Desconocen los investigadores si las PFAS fueron agregadas a los pitillos por los fabricantes para impermeabilizar las elaboradas con papel o bambú, o si es el resultado de una contaminación.
Señalan el grupo científico responsable del estudio como posibles fuentes de contaminación, el suelo donde se cultivaron las plantas y el agua empleada para su fabricación. Pero la presencia de estas sustancias químicas en casi todas las marcas de pitillos de papel analizadas, indican la probabilidad de que fuesen utilizadas como revestimiento para repeler el agua, indican los autores de la investigación.
Por otra parte, los científicos no abordaron en este estudio si las sustancias perfluoradas y polifluoradas se filtrarían desde los pitillos o pajitas a los líquidos.
¿Qué son las sustancias perfluoradas y polifluoradas (PFAS)?
Las sustancias perfluoradas y polifluoradas (PFAS) son un grupo de más de cuatro mil agentes químicos sintéticos que se emplean en la fabricación de productos industriales y de consumo masivo.
Se consideran perjudiciales para las personas y los ecosistemas por su permanencia en el medio ambiente donde se descomponen muy lentamente y también, su persistencia en el cuerpo humano. Por esta razón han sido denominados los “químicos eternos” o los “contaminantes eternos”.
Están asociado con una serie de efectos perjudiciales a la salud que incluyen una menor respuesta a las vacunas, enfermedades de la tiroides, bajo peso al nacer, aumento de los niveles de colesterol, daño hepático, problemas de fertilidad, retrasos en el desarrollo de los niños, cáncer de riñón y cáncer testicular.
Con información de Medicina y Salud Pública, La Razón y Sputnik
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