Devoción, alegría, agradecimiento y mucho amor, son los ingredientes que hacen de la celebración del Niño Jesús del pueblo de Tarmas una de las tradiciones más hermosas y vigentes del estado La Guaira.
La imagen del Niño Jesús de Tarmas, muy venerada por los milagros que concede, inicia una serie de recorridos cada mes de septiembre por las poblaciones vecinas a su hogar, para bendecir a hombres, mujeres, niños y niñas junto a la madre tierra y a las cosechas que en ella se dan.
Son caminatas acompañadas de parrandas plenas de fervor y mucha algarabía que tienen su máxima expresión desde el 23 de diciembre, cuando vuelven a radicarse en Tarmas para celebrar la natividad del Niño Dios con las familias del pueblo.
Existe una Sociedad del Niño Jesús de Tarmas dirigida, desde el año 2001, por niños y jóvenes, quienes gracias a la experiencia que van adquiriendo se convierten en dirigentes sociales. De esta manera se garantiza el compromiso de la generación de relevo con la continuidad de esta valiosa herencia cultural.
Un Niño Jesús, varias versiones de su tradición
Varias son las versiones del origen de la tradición conocida como la parranda del Niño Jesús de Tarmas, pero todas la vinculan a la llegada de la imagen de la Virgen de La Candelaria al pueblo guaireño y a la necesidad de protección divina, tanto de sus habitantes como los de asentamientos vecinos.
Una de las historias explica que la adoración al Niño Jesús llega a Venezuela, alrededor del siglo XI, con los frailes franciscanos que vinieron a evangelizar a indios y afrodescendientes esclavizados. En Tarmas (se estima que en 1890), la Iglesia negó el permiso de sacar a La Candelaria para bendecir las haciendas donde vivieron los esclavos liberados, pero autorizó la salida del Niño que acompaña a esta Virgen.
Otra versión refiere que inicialmente la imagen de la Virgen de La Candelaria era la que salía en peregrinación con sus fieles devotos, pero que los caminos se volvieron riesgosos, en especial en época de guerra. No obstante, los lugareños continuaron clamando la protección divina y fue cuando el Niño Jesús tomó el lugar de su Santa Madre.
De acuerdo a otro relato, la capilla del pueblo de Tarmas era de bahareque y se derrumbó por el llamado terremoto de San Bernabé (1641). Sin precisar cuánto tiempo después, se afirma que el recinto fue reconstruido gracias a una señora quien, además, donó la imagen pequeña de La Virgen de Nuestra Señora de La Candelaria y el Niño Jesús de Tarmas.
Tarmas, tierra de Caciques
Tarmas es un pueblo ubicado en la parroquia Caracaya, en el extremo oeste del estado La Guaira. De acuerdo a historiadores, el nombre hace honor a la nación indígena Tarma cuyos habitantes fueron sus primeros pobladores. Tierra de caciques, entre los más conocidos se encuentran: Catia, Paramacay, Paramaconi, Guaicamacuto, Maiquetía, Pariata, Guaracarumbo y Urimare.
Entre los guerreros indígenas del centro de Venezuela, los Tarmas fueron los más aguerridos en la larga defensa de la franja costera para impedir la entrada de los invasores españoles a nuestro territorio.
Tras las derrotas sufridas por Guaicaipuro y Catia, entre otros, esta nación indígena fue sometida a través de las encomiendas y las localidades que crearon, lo que nada resta a la sangre de valientes guerreros heredada de los pueblos originarios. En Tarmas todavía viven descendientes de esa estirpe, ejemplo de nuestra combativa venezolanidad.
El pueblo que lucha por preservar los valores culturales
Ahora la lucha en el pueblo de Tarmas es por la preservación de los valores culturales. En el caso de la celebración del Niño Jesús de Tarmas, se percibe la intención de mantener el valor de mezclar lo divino y lo humano, para que no se desvirtúe en las nuevas generaciones.
Ritos religiosos como la misa y el rezo del Santo Rosario, son seguidos de parrandas y fulías cargadas de tradición navideña cantadas por la población en procesión, al son de tambores, maracas, charrascas y hasta platos de peltre.
El canto de décimas en forma de contrapunteo se impone en las fiestas del Niño Jesús de Tarmas. A veces, las y los devotos que pagan promesas al Niño por los favores recibidos, improvisan la letra de las canciones al compás de la fulía. De allí han surgido letras ahora populares como: “Prevengan la mesa/ preparen la mesa y enciendan la luz/ para que reciban al Niño Jesús/ para que reciban al Niño Jesús”.
La adoración del Niño Jesús de Tarmas cuenta con particularidades entre las que destacan, la cuna y los vestidos. La primera es una caja, con marcos de madera y paredes de vidrio, que tiene dos correas de cuero para ser cargada. Los vestidos son confeccionados en agradecimiento a promesas cumplidas
Recorrido de bendiciones
El inicio del recorrido del Niño Jesús de Tarmas del año 2022 para bendecir la salud, las cosechas y el ganado en los caseríos vecinos, inició el 16 de septiembre con una eucaristía celebrada en la iglesia del pueblo. Al mediodía la imagen del Niño Dios fue llevada a su primera casa de posada, la “Casa María Yépez”, donde en la noche se rezó el Santo Rosario.
La siguiente morada fue el sector Manzanillo (17/09) de donde pasó al caserío Curapal (24/09) y siguió por El Güire (01/10), Los Cedros (08/10), El Paulino (15/10), La Macanilla (22/10), Pasa Caballos (29/10), Aguarito (05/10), Caoma (12/10), El Pardillo (19/10), Los Pinos (26/10), Naicure (03/12), Tejerías (10/12) y Parada Blanca. En todos, la peregrinación se dio al son de las oraciones y los cantos.
Este 23 de diciembre, como cada año, la celebración será en su posada de Tarmas de donde saldrá el 24 rumbo a la iglesia y de allí partirá, el 1° de enero de 2023, a recorrer todos los hogares de este pueblo de montaña reconocido por la lucha para conservar sus manifestaciones culturales e identificado como cuna de conocidas canciones populares.
Con información de Niño Jesús de Tarmas, Testimonios de la tradición, Petruscosas Blogspot, Monografías y Club de Ensayos
Acevedo, J. Israel. Toponimia indígena del municipio Vargas. Fondo Editorial Urimare. Alcaldía del municipio Vargas. 2005
Fotos cortesía de La Verdad de Vargas, Divino Niño Jesús de Tarmas y Luis Rafael Ortuño Padilla
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