Por sus procesos productivos, las empresas consumen una gran cantidad de recursos naturales y generan una importante cantidad de residuos, por lo que se hace necesario implementar buenas prácticas ambientales en los espacios de trabajo. Esto no solo permite conseguir oficinas conscientes y más eficientes, sino que mejora el ambiente laboral y reduce costos.
Ser ecológico está de moda, pero es importante no dejarlo meramente en el enfoque superficial y efímero del concepto, sino más bien convertirlo en un modo de operación regular de las empresas. Se ha comprobado que la incorporación de medidas de ahorro y eficiencia energética en iluminación, equipos electrónicos y climatización de oficinas, puede suponer además un ahorro considerable.
Tener oficinas ecológicas, que no solo traiga beneficios para éstas y sus equipos de trabajo, sino para el ambiente, requiere un cambio en los hábitos. A continuación, presentamos algunas sencillas propuestas y medidas que pueden ser implementadas a corto y mediano plazo, para reducir el uso de recursos como agua y energía en ambientes laborales.
Déjala correr
En las oficinas se produce un importante consumo de agua, más de dos tercios del gasto se produce en el cuarto de baño, por lo que se hace necesario optimizar su consumo en las instalaciones sanitarias.
Hay necesariamente que comenzar promoviendo, entre los miembros del equipo de trabajo, la importancia del uso racional de este recurso. Medidas como el uso de sistemas ahorradores de agua no solo reducen el consumo, sino que sirven de ejemplo a los trabajadores y visitantes, haciendo de las oficinas conscientes y eficientes. A continuación listamos otras propuestas:
- Solicitar a los trabajadores que racionalicen el uso del agua, por ejemplo con acciones como no dejar el grifo abierto, mientras te enjabonas las manos o cepillas los dientes.
- Es necesario contar con un buen mantenimiento y control de fugas.
- Si se presentan goteos o fugas, deben ser arreglados lo más rápido posible. La pérdida continua de agua puede desperdiciar unos 20 litros de agua al día.
- Evitar usar el inodoro como papelera, ello se reduce el consumo innecesario de agua y se evita contaminar las aguas residuales.
- Entre otras medidas a tomar, según sea el caso, se pueden instalar dispositivos de regulación de caudal, limitadores de presión y sistemas eficientes de riego.
- Controlar el gasto de agua en la limpieza de las instalaciones, adoptando políticas de ahorro para minimizar su consumo.
- También se pueden sustituir los productos de limpieza con sustancias químicas y hasta tóxicas, por métodos más inocuos o ecológicos.
Eficiencia y ahorro energético
El consumo de energía es una de las mayores partidas controlables de gasto en una oficina. Y es que el uso cada vez más necesario de equipos eléctricos, supone un aumento importante del consumo y por tanto del gasto. Estableciendo una serie de acciones, se puede lograr hasta un 50% de ahorro.
Entre las áreas en las que se pueden adoptar medidas para reducir el consumo energético y conseguir oficinas conscientes y eficientes están: optimizar la iluminación, el uso de equipos y la climatización.
Más luz menos consumo
La iluminación puede suponer hasta un 30% del monto total de la factura energética de una oficina. Es necesario tomar en cuenta factores como el alto consumo de las luces halógenas, pues del total de energía usada por una bombilla incandescente, solo el 20% se convierte en luz y el 80% restante, se transforma en calor.
Como en las otras áreas, el cambio comienza por la toma de conciencia por parte de los equipos de trabajo acerca de la racionalización de los recursos, con la adopción de hábitos positivos. Algunas medidas a tomar incluyen:
- Aprovechar la iluminación natural, organizando los puestos de trabajo de manera que reciban luz natural, manteniendo limpias las ventanas y abriendo las persianas, cortinas u otros elementos similares.
- Encender las luces solo cuando sea necesario.
- Sustituir progresivamente las antiguas bombillas incandescentes y tubos fluorescentes, que además afectan la climatización de las áreas, por luces tipo LED, de bajo consumo.
- Apagar las luces cuando las áreas estén desocupadas, aun cuando sea por un breve espacio de tiempo.
- Moderar la intensidad de la luz en las zonas de menor necesidad y revisar continuamente los niveles de iluminación.
- Usar interruptores independientes para iluminar solo las zonas requeridas de una misma área.
- Antes de encender las luces para paliar los reflejos del sol en las computadoras, probar cambiando los puestos de trabajo de lugar o la orientación de las pantalla, así como instalando láminas antirreflactantes en ventanas o cortinas orientables.
- Asegurar una gestión apropiada de los tubos fluorescentes y bombillas, ya que son residuos especiales.
Encendidos y eficientes
Es más común cada de equipos electrónicos de todo tipo en el ambiente laboral, su uso apropiado es una buena medida para hacer oficinas más conscientes y eficientes. Optar por equipos más eficaces contribuye a disminuir el gasto energético.
Por ejemplo, resulta vital tomar en cuenta aspectos como que el monitor gasta un 70% del consumo energético total del equipo, un portátil consume en promedio de 50 a 80% menos de energía que cualquier PC de escritorio, y el consumo de una pantalla plana (LCD) es 50% menos, además de que emite menos radiaciones que un monitor (CRT).
Otras propuestas incluyen:
- Configurar las computadoras en “ahorro de energía” puede reducir el consumo de electricidad hasta un 50%.
- Apagar el ordenador, impresoras y demás aparatos eléctricos una vez finalice la jornada de trabajo, o incluso si se va a dejar de usar por un lapso de tiempo.
- Los equipos consumen una energía mínima incluso apagados, por lo que es deseable desconectar también el alimentador de corriente al final de la jornada.
- El único protector de pantalla que ahorra energía es el negro. Es recomendable configurarlo para que se active tras diez minutos de inactividad.
- Es importante preferir monitores de pantalla plana, pues consumen menos energía y emiten menos radiaciones.
- Aunque impresoras, fotocopiadoras, fax y scanner consumen menos energía por separado, si se va a realizar más de una actividad son más eficientes los aparatos multifuncionales.
- Antes de adquirir nuevos, se deben evaluar los factores ambiental y operativo, como alta eficiencia energética, materiales, etc.
Clima organizacional eficiente
Otro aspecto que permite ahorrar o gastar en exceso la energía es el control de climatización. Es necesario mantener los niveles adecuados. No hace falta que la calefacción o el aire acondicionado estén fuertes, un fuerte constraste con el exterior no es saludable y además consume mucha energía.
También es más sano y económico aprovechar la regulación natural de la temperatura con ventanas abiertas para que entre el aire o persianas para reducir el calor. Estas acciones benefician el presupuesto, el ambiente natural y al planeta.
Otras recomendaciones incluyen:
- Usar dispositivos de climatización solo cuando sea necesario.
- Apagar los sistemas de climatización en los despachos o salas no ocupados: salas de reuniones vacías, fuera de las horas de trabajo.
- Conocer adecuadamente el funcionamiento de los sistemas de calefacción y refrigeración para maximizar la eficiencia de los equipos.
- Mantener la temperatura aproximadamente en 24 grados centígrados, para disminuir el consumo energético.
- Evitar ajustar el termostato del aparato de aire acondicionado a una temperatura más baja de lo normal: no enfriará la habitación más rápido y el enfriamiento podría resultar excesivo y, por lo tanto, innecesario.
- Programar los equipos de climatización para funcionar exclusivamente en el periodo de trabajo, a excepción de situaciones en las que haga falta calefacción o refrigeración previas.
- Asegurarse de que las puertas y ventanas estén cerradas mientras funcionan los equipos de climatización, para evitar pérdidas y derroche.
Con información de Fundesa, Idaccion y Leonardo-GR
No te pierdas
Desde casa también podemos reducir las emisiones de CO2