Desarrollada a partir de proteínas de suero, una nueva espuma plástica de alto rendimiento es capaz de soportar el calor extremo mejor que muchos termoplásticos comunes derivados del petróleo.
Este material biodegradable y sostenible, cuyo rendimiento mecánico mejora tras días de exposición a altas temperaturas, puede ser utilizado, entre otras, en la industria automovilística, específicamente en catalizadores de platino o filtros de combustible.
Investigadores del KTH Royal Institute of Technology, en Estocolmo, explicaron en un informe publicado en Advanced Sustainable Systems, que la investigación abre un abanico de posibilidades al uso de materiales de espuma plástica a base de proteínas en entornos potencialmente difíciles, como la filtración, el aislamiento térmico y la absorción de fluidos.
Nanofibrillas y resistencia

De izquierda a derecha espumas a partir de suero de leche, poliuretano, poliestireno, polietileno y plástico lácteo.
Los componentes básicos de las espumas, también llamadas plástico lácteo, son las nanofibrillas de proteínas, o PNF, que se autoensamblan a partir de proteínas de suero hidrolizadas, un producto del procesamiento del queso, en condiciones específicas de temperatura y pH.
En las pruebas realizadas, la espuma mejoró con el envejecimiento. Después de un mes de exposición a una temperatura de 150 ° C, el material se volvió más rígido, más resistente y más fuerte.
De hecho, si se compara con los materiales comerciales a base de petróleo hechos de polietileno y poliestireno, éstos se derriten instantáneamente y se descomponen en las mismas condiciones duras.
Resistente al agua
Pese a que las proteínas suelen ser solubles en agua, el material demostró ser resistente al vital líquido después del proceso de envejecimiento, que polimerizó la proteína por lo que se crearon nuevos enlaces covalentes que estabilizaron las espumas.
Vale destacar que el material soportó las sustancias aún más agresivas, como tensoactivos y agentes reductores, que normalmente descomponen o disuelven las proteínas.
La reticulación (reacción química entre cadenas de polímeros para que se unan) también hizo que la espuma no se viera afectada por el combustible diésel o el aceite caliente.
Aplicaciones de la espuma
Las aplicaciones potenciales incluyen proporcionar soporte para metales catalíticos que operan a temperaturas más altas, como catalizadores de platino para automóviles. Es posible que el material también funcione como filtro de combustible.
Otras posibilidades son utilizarlo como espuma de embalaje, así como en aplicaciones de aislamiento acústico y térmico para lugares donde pueden producirse temperaturas más altas y existe el riesgo de un entorno agresivo.
Los bioplásticos a base de fuentes de proteínas como el suero, han demostrado propiedades antibacterianas importantes por lo que podrían ser utilizados para el envasado de alimentos.
Con información de Ecoavant, Food News e Invdes
No te pierdas
> El estómago de las vacas puede descomponer plásticos
> Envases biodegradables a partir de algas son una realidad
> Crean sustituto del plástico a partir de residuos vegetales
> Descubren enzima mutante que recicla el plástico en horas
> ¿Por qué debemos evitar el uso de las bolsas de plástico?