Muchos bucles de retroalimentación climática amplifican, significativamente, el calentamiento provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Inclusive, de acuerdo a un estudio reciente, la interrelación de un conjunto de ellos podría causar puntos de inflexión y un cambio irreversible del estado actual del clima de la Tierra.
El equipo de investigación, conformado por científicos europeos y estadounidenses, autor de este estudio publicado en la revista One Earth, identificó y clasificó 41 bucles de retroalimentación climática de los cuales, 27 aumentan significativamente el calentamiento y representan una gran amenaza.
Sin embargo, advierten los científicos, no todos los bucles de retroalimentación han sido incorporados en las proyecciones recientes, por lo que los modelos climáticos, ampliamente aceptados, podrían estar subestimando la aceleración en el cambio de temperatura global. En consecuencia, las políticas y medidas para limitar el calentamiento, en particular las relacionadas con las emisiones de carbono generadas por la actividad humana, y mitigar del impacto, serían insuficientes.
(A) Hielo marino que se derrite o no se forma → disminución del albedo; (B) Aumento de la descongelación y descomposición → aumento de las emisiones de CO2 y CH4, pérdida de secuestro; (C) Secado y aumento de la vulnerabilidad al fuego/la combustión lenta, disminución del carbono orgánico del suelo → aumento de la liberación de CO2 a la atmósfera y disminución del secuestro de carbono; (D) Aumento de la frecuencia y/o gravedad de los incendios → aumento de las emisiones de CO2, pérdida de secuestro, cambio en el albedo; (E) Distribución de nubes y propiedades ópticas cambiantes → albedo de nubes alterado y efecto invernadero; (F) Dumento de la aridificación crónica y extremos de estrés por sequía más cálidos que conducen a la expansión de los desiertos → disminución del secuestro de CO2 y aumento del albedo; (G) Muerte regresiva de bosques amazónicos, boreales y otros → pérdida de secuestro, cambio en el albedo, disminución de la evapotranspiración; (H) Cambios en la distribución y abundancia de insectos, disminución de la defensa del árbol huésped → pérdida de secuestro, cambio en el albedo; (I) Cubierta de nieve decreciente → albedo decreciente.
Los autores recomiendan en cuanto a la investigación climática, la necesidad de una rápida transición hacia la ciencia integrada del sistema terrestre que permita la comprensión de las trayectorias complejas que unen las retroalimentaciones físicas, biológicas y sociales que inciden en el clima, integrando la dinámica biofísica y humana para evaluar la estabilidad y la resiliencia del sistema Tierra.
También alertan sobre la necesidad de reducir de forma drástica y rápida las emisiones de carbono con planes más ambiciosos; así como de “cambios transformadores y socialmente justos en la energía y el transporte globales, la contaminación del aire de corta duración, la producción de alimentos, la preservación de la naturaleza y la economía internacional, junto con políticas demográficas basadas en la educación y la igualdad”, para abordar los desastres climáticos actuales y los riesgos catastróficos a largo plazo.
Bucles de retroalimentación biológicos
Turberas
La lista, bucles de retroalimentación climática, hasta ahora la más extensa disponible, identifica 41 bucles de retroalimentación biogeofísicos, 20 físicos y 21 biológicos, de los cuales 27 son bucles de retroalimentación positivos (de refuerzo), siete son de retroalimentación negativos (de equilibrio) y siete son de retroalimentación inciertos.
Como algunos de estos bucles de retroalimentación se descubrieron hace relativamente poco tiempo, los investigadores estiman que la lista pueda aumentar futuro próximo, principalmente los biológicos donde son posibles muchas interacciones complejas.
Muerte regresiva de los bosques.
“Dado que la mayoría de los bucles de retroalimentación que identificamos son positivos, parece probable que muchas retroalimentaciones desconocidas también sean positivas”, pronostican los autores.
Los que causan mayor preocupación en los científicos son los 27 que refuerzan o amplifican el impacto de los gases de efecto invernadero. En particular los bucles de retroalimentación biológica, entre los que destacan la muerte regresiva de los bosques, la pérdida de carbono del suelo, el deshielo del permafrost, el secado y combustión lenta de las turberas.
¿Qué es la retroalimentación climática?
La retroalimentación climática es una es una reacción a un proceso que intensifica o minimiza el efecto inicial de un forzamiento climático (calentamiento o enfriamiento).
Los efectos de retroalimentación climáticos se producen, esencialmente, después de que un forzamiento inicial (calentamiento o enfriamiento) provoca un cambio y éste, a su vez, influye en que el cambio inicial sea más o menos intenso. Estas reacciones se dividen en dos grandes categorías: retroalimentación positiva (intensifica o refuerza) y retroalimentación negativa (reduce y equilibra).
En el caso que nos ocupa, un bucle de retroalimentación amplificador o positivo sobre el calentamiento global, es un proceso mediante el cual un cambio inicial que causa calentamiento, genera otro cambio que resulta en un calentamiento aún mayor. Por ejemplo, el aumento de las temperaturas provoca el deshielo del permafrost, produciendo emisiones de CO2 y metano (CH4), lo que a su vez conduce a un mayor aumento de las temperaturas, y así sucesivamente.
Otro ejemplo es el calentamiento en el Ártico que provoca el derretimiento del hielo marino, lo que conduce a un mayor calentamiento debido a que el agua tiene un albedo (reflectancia) más bajo que el hielo.
Las “cascadas climáticas”
Por un lado, las emisiones de gases de efecto invernadero han crecido rápidamente durante el último siglo, a pesar de las advertencias de los científicos durante varias décadas sobre la urgencia de reducirlas en gran medida para limitar el aumento de la temperatura global. Además, las retroalimentaciones climáticas pueden interactuar entre sí y exhibir dependencia de la temperatura y no linealidades, así que los bucles de retroalimentación actualmente débiles, tienen el potencial de volverse más fuertes, luego del calentamiento impulsado por otros circuitos de retroalimentación.
Uno de los escenarios que, de acuerdo al estudio, podría ocurrir es que la interacción de los bucles de retroalimentación genera como resultado que se supere una secuencia de puntos de inflexión climáticos produciendo «cascadas climáticas», en las que el efecto neto de las retroalimentaciones que se amplifican es mayor que la suma de sus efectos individuales en las condiciones actuales.
Algunos bucles de retroalimentación pueden estar asociados con puntos de inflexión clave que podrían alterar profundamente el sistema climático global y la biosfera una vez que se superen los umbrales críticos. Preocupa a los científicos, particularmente, la ralentización de la circulación oceánica, la pérdida de hielo a gran escala, sábanas y bosques. “En el peor de los casos, si las retroalimentaciones positivas son lo suficientemente fuertes, esto podría resultar en un trágico cambio climático fuera del control de los humanos”, señalan.
«Es demasiado tarde para evitar por completo el dolor del cambio climático, pero si tomamos pronto medidas significativas y priorizamos las necesidades básicas humanas y la justicia social, aún podría ser posible limitar el daño», concluye William Ripple, lider del estudio e investigador de la Universidad de Oregón.
Con información de One Earth, Inside Climate News y Climática
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