Inicio Destacadas César Rengifo, un militante del realismo social

César Rengifo, un militante del realismo social

por Haiman El Troudi
0 comentarios
César Rengifo, un militante del realismo social

Uno de los venezolanos más notables del siglo XX fue sin duda César Rengifo, militante del realismo social. La expresión cultural de nuestro país tiene en él uno de sus mayores exponentes, pues fue autor de una considerable obra que abarca las artes plásticas, el teatro, el periodismo, la enseñanza, la poesía, el ensayo y la promoción cultural.

También fue portavoz de las culturas populares e indígenas, así como testigo de excepción de los cambios políticos, económicos y sociales de su tiempo.

Conocido como pintor de los pobres pues su obra plasmó a los más humildes. Fue militante del realismo histórico y social en la pintura, el muralismo y el teatro. Su expresión artística parte de una sociedad nacionalista, con raíces en principios anticapitalistas y antiimperialistas.

Su impresionante trayectoria en el mundo de las artes lo hizo merecedor del Premio Nacional de Pintura (1954), el Premio Nacional de Teatro (1980) y muchos otros reconocimientos, Sus restos reposan en el Panteón Nacional.

Primeros pasos en el arte

César Rengifo, un militante del realismo social

Proceso de realización de un mural.

César Rengifo, militante del realismo social, nació en Caracas el 14 de mayo de 1915, en el seno de una familia humilde. Perdió a sus padres a los pocos meses de nacido, por lo que una dura niñez, la pérdida de dos hermanos afectados por la tuberculosis, y las secuelas de esa misma enfermedad en él, marcaron su vida y su personalidad.

Desde muy joven, José del Carmen Toledo, pintor y maestro de obras, le enseñó el oficio de la albañilería y la decoración. Esto lo llevó a frecuentar la Academia de Bellas Artes, al mismo tiempo que estudiaba primaria.

En esos primeros pasos en el mundo artístico lo acompañó Héctor Poleo, pintor con equivalentes ideas artísticas, aunque con una obra de espíritu más surrealista, quien se convirtió en su entrañable amigo.

Estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas entre 1930 y 1935. Habían transcurrido nueve años desde sus contactos iniciales con la institución. Allí tuvo por maestros a Marcos Castillo, Rafael Monasterios, Cruz Álvarez García y Antonio Esteban Frías, artistas que lo instruyeron en las especialidades de dibujo, pintura y escultura.

Al año siguiente de culminar su formación,1936, obtuvo una beca para especializarse en Pedagogía de las artes plásticas en Santiago de Chile. Luego, en 1937, viajó a ciudad México e ingresó en la Academia de San Carlos para estudiar las técnicas del muralismo entre 1937 y 1938.

Durante su estadía en la capital mexicana, César Rengifo fue influenciado de manera significativa por la obra de Diego Rivera, alcanzando un estilo que se apartó de la preceptiva de la Escuela de Caracas y dio relevancia al mensaje social de la pintura.

Lo social, la política y el arte

César Rengifo, un militante del realismo social

Los apamates de mayo, 1973.

Además de Rivera, en México conoció a David Alfaro Siqueiros y otros artistas de la tradición muralista que empezaba a florecer. Germinaba a la par su interés por la política. César Rengifo se inscribió en el Partido Comunista de ese país e intentó alistarse como voluntario a favor de los republicanos en las filas de la guerra civil en España, pero su petición fue negada.

A su regreso a Venezuela se incorpora al Partido Comunista de Venezuela y comenzó a escribir. Primero para la revista de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) y luego para Últimas Noticias, como miembro fundador y redactor principal de ese diario. También trabajó como periodista en el diario El Heraldo (1942), al frente de la página cultural.

César Rengifo, un militante del realismo social

Ya en México había publicado su primer poemario “Ala y alba”, clara referencia de su vocación naciente como escritor. Entre sus creaciones se incluye su producción como dramaturgo, así como artículos y colaboraciones para el diario El Nacional y la revista Élite.

Volviendo a su obra pictórica, en 1939 realizó un curso de artes gráficas en la reformada Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas. Ese mismo año realizó su primera exposición individual en el Museo de Bellas Artes, iniciando una actividad plástica que solamente interrumpió para escribir obras de teatro. Tanto su obra pictórica como teatral giran alrededor del género realista.

Con los artistas plásticos Alejandro Otero y Pedro León, expuso la muestra “Joven pintura venezolana” en la Biblioteca Nacional de Bogotá, en 1945.

En 1948, luego de un período de convalecencia, retornó a la pintura y a una etapa de reflexiones sobre el arte.

Militante del realismo social

César Rengifo, un militante del realismo social

Mural “Amalivaca, Mito Caribe de la Creación” (1954-1955).

Junto con Miguel Arroyo, Mateo Manaure, Miguel Otero Silva, Pedro León Castro y Luis Guevara Moreno, César Rengifo participó en un intenso ciclo de debates sobre el Realismo Socialista en el Instituto Venezolano-Soviético de Caracas.

Se generó entonces una polémica pública, que enfrentó el creciente interés en algunos artistas entusiasmados por la abstracción y la deconstrucción de las formas.

“Aún en aquellas manifestaciones artísticas que se pretenden determinar absolutamente puras, existe una causa social que las determina”, señaló Rengifo. Evidenciaba así, que para él la mente del artista era siempre influenciada por la circunstancia histórica en la cual desarrolla.

César Rengifo, un militante del realismo social

Los hijos de los barrios, 1967.

Bajo estos preceptos, concibió su obra pictórica “con moraleja”, un conjunto de piezas con la injusticia como argumento, que incluye elementos figurativos sobre el éxodo de campesinos a la ciudad, el poblamiento en pequeñas barriadas y de la aparición del petróleo como causa principal del empobrecimiento del pueblo.

César Rengifo se desarrolló como pintor, dramaturgo y militante del realismo social venezolano, durante la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez (1952-1958). Realizó exposiciones y representaciones teatrales, tanto en el país como en el exterior

En esa época, obtuvo un destacado espacio para plasmar uno de sus dos murales más significativos: “Amalivaca, Mito Caribe de la Creación” (1954-1955).

Este vasto mural en mosaico, que narra el mito caribe de la creación del mundo, está ubicado debajo de las Torres del Centro Simón Bolívar, en Caracas. Con él resaltó la memoria ancestral indígena, y se integró a la experiencia de concebir un ícono urbano en el marco de los ideales nacionalistas de la época.

Otro de sus murales destacados, “Creadores de la nacionalidad”, puede apreciarse

en el Paseo de Los Próceres. Fue realizado por solicitud de la Comisión del Sesquicentenario de la Batalla de Carabobo en 1973.

César Rengifo y el teatro

César Rengifo, un militante del realismo social

Obra “Los Hombres de los Cantos Amargos”, escenificada por el Teatro Negro de Barlovento.

La actividad teatral de César Rengifo es otro de los legados de su trascendental obra creativa. Comenzó su carrera en 1938, teniendo como eje temático la cambiante realidad de la Venezuela contemporánea: el petróleo, la opresión de los marginados y, de alguna manera, la contribución a la emancipación del proletariado moderno.

Con lecturas actualizadas de Bertolt Brecht, uno de los grandes pensadores de la izquierda, desarrolló el realismo social.

La crítica agrupa su dramaturgia en distintos ciclos, entre éstos el que refiere a la lucha indígena en obras como Curayú o El vencedor, Oscéneba, Apacuana y Curiacán.

César Rengifo, un militante del realismo social

En su rol de creador teatral, además de la labor pedagógica realizada en este campo, fue autor de 40 piezas, casi todas publicadas y montadas en Venezuela y el exterior. En 1952 fundó el grupo de teatro Máscaras.

Como reconocimiento a su talento recibió en 1980 el Premio Nacional de Teatro. La Universidad de Los Andes publicó sus obras completas en ocho tomos en 1989. Además de las piezas de teatro, se incluyeron los ensayos y poemarios, así como la cantata «Esa Espiga Sembrada en Carabobo».

Su viuda, Ángela Carrillo, donó a la Biblioteca Nacional algunos manuscritos de sus obras originales en 1995.

“El teatro y la pintura están más cerca de lo que mucha gente cree y no únicamente porque el teatro incorpora la pintura en el maquillaje, en el vestuario, en los decorados, en la iluminación, sino porque todo el teatro es acontecer plástico, dinámico, gestual, forma, color y sonido. Cuando hago teatro, creo y manejo su estructura con aliento de pintor y a veces cuando pinto y sobre todo cuando he hecho murales, me he desempeñado un poco como director escénico y como dramaturgo”, afirmó Rengifo.

Posibilidades redentoras del arte

César Rengifo, un militante del realismo social

Mural “Creadores de la nacionalidad”, 1973.

Este pintor caraqueño, militante del realismo social, creía firmemente en las posibilidades redentoras del arte, pues para él no podía escapar de la realidad. César Rengifo desarrolló una temática rural, para lo que usó una técnica de empaste liso y efectos de relieve y claroscuro.

Su pintura se caracteriza por el carácter literario con el que plasmó la realidad del país a través de humildes personajes, por lo que fue llamado el pintor de los pobres. Se enmarca en las tendencias realistas en la pintura venezolana, inspiradas por la pintura mexicana, junto con Héctor Poleo, Pedro León Castro y Gabriel Bracho.

Su visión artística, de orientación pedagógica, aspiraba el perfeccionamiento de la condición humana, como una forma de remediar las diferencias e injusticias sociales.

La exaltación de los valores populares representados en una iconografía que destaca la vida de los desposeídos, el surgimiento de la clase obrera y sus problemas, la representación de la cultura indígena y los símbolos de tradición heroica, son parte de los elementos característicos de su arte.

“Hay que penetrar la realidad y extraer su esencia, y retornarla estéticamente. El espectador recibirá entonces, a través de lo formal estético, la conmoción sensible necesaria para poder captar y mirar a profundidad una realidad, y actuar sobre ella. Eso lo busco en la pintura y en el teatro”, expresó el artista.

Premios y reconocimientos

César Rengifo, un militante del realismo social

Hasta su fallecimiento en Caracas el 2 de noviembre de 1980, César Rengifo trabajó como artista y fue activo militante del realismo social. Ejerció destacadas funciones en la administración pública, las cuales le llevaron a dirigir espacios culturales como el Teatro César Rengifo y también las Escuelas Artes Plásticas y Teatro en Mérida.

Entre 1958 y 1960 se desempeñó como director de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes, en Mérida. Durante su gestión fundó, en 1959, la Escuela de Artes Plásticas de Mérida.

Recibió además múltiples reconocimientos por su obra artística. En 1954 obtuvo el Premio Nacional con su obra «La Flor del Hijo», y también el Premio Arturo Michelena, en el Salón Oficial y en el Salón Arturo Michelena, de Valencia, respectivamente. Así como los galardones «Andrés Pérez Mujica» y «Antonio Esteban Frías».

También, el Premio a la Mejor Obra en el II Festival de Teatro Venezolano (1960) y el Premio Nacional de Teatro (1980). Un año después de su muerte, el Ateneo de Caracas creó el Premio Latinoamericano de Investigación César Rengifo.

También llevan su nombre el teatro del Centro Histórico de Petare, un bulevar ubicado en El Cementerio, Parroquia Santa Rosalía, y un movimiento teatral infantil y juvenil creado en 2013. Los restos de César Rengifo fueron trasladados al Panteón Nacional de Caracas en 2016

La variada creación artística de este militante del realismo social se enfocó mayormente en dos disciplinas en las que demostró por igual su talento y pasión: la pintura y el teatro. A través de ellas estableció una conexión profunda entre el simbolismo de la imagen y la realidad del venezolano, su identidad, frustraciones y esperanzas.

César Rengifo, polifacético exponente de nuestra cultura, fue militante del arte, de la política, de lo social y de lo afirmativo venezolano.

 

Con información de IAM Venezuela, MinCI, Venezuela Tuya y Ecured


No te pierdas

Amalivaca nos cuenta un mito desde el corazón de Caracas

Kalaka, cuando los muros son lienzos de la mixtura latinoamericana

Juan Félix Sánchez el creador visionario

Mercedes Pardo, la colorista

 

Deje un Comentario

@Copyright 2018-2024 | Haiman El Troudi | Todos los derechos reservados.

Si continuas navegando en esta web, aceptas el uso de las cookies Acepto Leer Más

Política de Cookies y Privacidad