Un método para convertir los residuos plásticos en hidrógeno en tan solo un paso, ha sido desarrollado por un grupo de investigadores del Reino Unido, China y Arabia Saudita en el Departamento de Química de la Universidad de Oxford. Este hallazgo representa un importante avance en la búsqueda de soluciones a la contaminación mundial y al calentamiento global.
Mediante el proceso desarrollado por el equipo de científicos, los desechos plásticos se pueden usar como materia prima para producir combustible de hidrógeno limpio y nanotubos de carbono. Esto se logró con un nuevo tipo de catálisis que utiliza microondas para activar las partículas de catalizador y eliminar el hidrógeno de los polímeros de manera efectiva.
El referido método involucra la pulverización de los desechos plásticos usando un catalizador de microondas con óxido de hierro y óxido de aluminio. Se trata de un proceso en el que se produce volumen de gas hidrógeno, combustible alternativo al proveniente de los fósiles; así como un residuo de materiales carbonosos, la mayor parte de los cuales se identificaron como nanotubos de carbono.
Plástico en hidrógeno en menos de 90 segundos
Durante el procedimiento, que consiste en la ruptura del plástico en pequeño trozos, estas piezas se mezclan con el mencionado catalizador de óxido de hierro y óxido de aluminio. En muy poco tiempo (de 30 a 90 segundos), el 97% del gas se libera de los restos de plástico.
Vale resaltar que, debido a que el catalizador se calienta primero que el plástico, el proceso requiere menos energía que otros. Además, los nanotubos de carbono que se han obtenido poseen la calidad adecuada para ser usados en diferentes aplicaciones como en dispositivos electrónicos, químicos, electroquímicos y biosensores; además de transistores, baterías de iones de litio y fuentes de luz blanca, entre otras.
En una primera etapa, los ensayos se han centrado en escamas de plástico de alrededor de 300 gramos. Se espera, sin embargo, que la siguiente etapa experimente con plásticos de mayor tamaño.
Hidrógeno y catalizador cómo se hacen
La idea de este avance de la ciencia aplicada tiene su origen en un proyecto de la Transición de Metal a Aislante Inducida por el Tamaño (SIMIT, como en su siglas en inglés) donde se fragmenta una pieza de metal altamente conductor en piezas cada vez más pequeñas, en la que deja de comportarse como un metal.
Cuando un metal entra en el llamado régimen mesoscópico atravesando el SIMIT, la conductividad dentro de una partícula disminuye en unos 10 órdenes de magnitud, mientras que al mismo tiempo la absorción de microondas aumenta en unos 10 órdenes de magnitud.
Esto significa que las pequeñas partículas metálicas por debajo del SIMIT se comportan como súper absorbentes de microondas, proporcionando una ruta muy eficaz para calentar partículas de catalizador, creando un sistema de diminutos puntos calientes cuando se exponen a la radiación electromagnética de microondas.
Apuntala estrategias para salvar al planeta
El método para convertir los residuos plásticos en hidrógeno apuntala tanto la estrategia de reutilizar los desechos plásticos para combatir la contaminación mundial, como la búsqueda de fuentes de energía limpia para contrarrestar el calentamiento global. Todo por la salvación de la Tierra.
Actualmente, la mayoría de los 4.900 millones de toneladas de plásticos producidos terminarán en vertederos o en el medio ambiente natural, y se espera que este número aumente alrededor de 12.000 millones de toneladas para 2050.
Ante tal panorama, consolidar y masificar este método podría significar el aseguramiento de la energía limpia que proviene del hidrógeno y la administración sostenible de la basura que se produce en el mundo.
Con información de Universidad de Oxford, El Periódico de la Energía, Ecoticias y Ambiente Plástico
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