Quien ha transitado por caminos de tierra cuando se pone el sol seguro ha escuchado el canto del Aguaitacamino, “que avanza, misterioso, junto al paso del hombre”, como escribió el poeta Vicente Gerbasi en Canto X.
Aguaitacamino común es el nombre que le damos en Venezuela al Nyctidromus albicollis, un ave nocturna nativa de América tropical muy común y de amplia presencia en Centroamérica y Suramérica. También se le llama Atajacamino en Argentina y Tapacamino en México y Centroamérica.
Aunque las leyendas y fábulas populares señalan a este pájaro como agorero y acechador del hombre en caminos y senderos, estas tres populares formas de llamarlo se deben a un hábito de esta peculiar especie cuando sale a cazar durante el crepúsculo.
Durante la cacería permanece a los lados del camino para ubicar con la vista su alimento: escarabajos y polillas, principalmente. Las incursiones nocturnas del Aguaitacamino suelen ser en pasajes de tierra, donde aprovechan el plumaje críptico para pasar desapercibidas ante sus presas. Sin embargo pudieran ser identificados porque de noche sus ojos se vuelven rojizos cuando reflejan la luz.
Aguaitar: el que mira y espera
Aguaitacamino, según el médico, historiador y lingüista Lisandro Alvarado, deviene de la palabra aguaitar que significa mirar u observar a alguien o algo con mucha atención y espera.
“Durante el crepúsculo vuela a trechos en los caminos delante del viandante (transeúnte o caminante), cuya aproximación aguarda posado en el suelo, para repetir luego la maniobra”, escribió Alvarado.
Otra acepción de este vocablo podría ser vigilar por lo que, en este caso, Aguaitacamino podría definirse como el “ave que vigila el camino”, tal como lo refiere Bruno Manara, ilustrador y dibujante, en su libro “Aves del Avila”.
Este singular pájaro es conocido también como Chotacabras Pauraque, bujío, curiango, pocoyo tapacaminos, pucuyo coliblanco, tapacaminos picuyo, chotacabras común, guardacaminos común, pauraque, cuyeo y tuhuayo.
Gran variedad de hábitats
El Nyctidromus albicollis o Aguaitacamino común se distribuye en un amplio rango geográfico de la América Tropical, desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina.
Tiene presencia en México, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador Uruguay, Brasil, Guyana, Guyana francesa, Suriname y Venezuela.
Vive en una gran variedad de hábitats, entre los que se encuentran bosques tropicales y subtropicales no muy densos, matorrales, pastizales, manglares, zonas áridasn y cultivos.
Gracias a esta amplia distribución y gama de hábitats se ha ganado el calificativo de común, en varios de estos países, incluido Venezuela.
Su llamativa técnica de caza
Cuando caza insectos de vuelo bajo, el Aguaitacamino hace gala de una técnica muy peculiar y para la cual hace uso de sus bien desarrolladas patas. Una vez visualizada su presa, salta de forma vertical utilizando sus alas para balancearse y capturar lo que será su alimento, el de sus crías y pareja, si las tiene.
Agustín Codazzi, ingeniero, explorador, geógrafo y militar de origen italiano, describió la particular forma de cazar del Aguaitacamino en su obra “Resumen de la Geografía de Venezuela” (1841): “Pájaro nocturno que sale a los caminos después de anochecer y antes de amanecer”, con “un vuelo corto y bajo que parece que salta en vez de volar; en aquella hora se procura el alimento”.
Si sus presas son de vuelto alto, el Nyctidromus albicollis emplea un fuerte aleteo impulsa en una trayectoria diagonal hasta el insecto. Una vez conseguido el objetivo, regresa al punto de partida volando en círculos.
Durante el día reposan sobre sobre el suelo cubierto de hojarascas, trozos de ramas o troncos donde, gracias a los colores grisáceos, canela rojizo de sus plumas, se confunden con el entorno, haciéndose “casi invisibles”.
Plumaje suave
El plumaje del Aguaitacamino común es muy suave al tacto, con tonalidades grises y canela rojiza, con manchas y bandas alares. Grandes manchas negras y castañas en escapulares y bandas alares de las cobertoras.
En la garganta sobresale una mancha blanca. Mientras que la corona y nuca pueden ser de tonalidades grises o acaneladas. Las mejillas son de color canela. Su dorso puede ser pardo oscuro o canela. Las alas extendidas de los machos se distinguen por una mancha blanca cerca de la punta de cada pluma correspondientes a las cinco primarias externas. En el caso de las hembras, es de color amarillo pálido.
Esta ave insectívora mide entre 27 y 30 centímetros. Su cola es larga y redondeada pero cuando está en reposo, es más larga que las alas. La de los machos también se diferencia porque tiene dos pares de rectrices o timoneras blancas intercaladas entre el par central y las rectrices externas.
Ambos cuidan los huevos y las crías
La época de reproducción del Aguaitacamino común es entre los meses de febrero y abril. No construyen nidos. La hembra pone sus huevos en el suelo cubierto por hojarascas, por lo que tienen que mantenerlos cubiertos durante las tres semanas que dura la incubación.
Ambos cuidan los huevos y las crías de los depredadores. Una de las tácticas que emplean ante la presencia de los humanos, tanto el macho como la hembra, es aparentar que tienen un ala rota para desviar la atención hacia ellos.
Otra, asumida solo por el macho, es la de aproximarse al intruso u observador mediante saltos cortos, sus alas desplegadas y la boca bien abierta emitiendo un gorgoreo bajo, como una especie de amenaza.
Si bien los dos progenitores se turnan durante el día en la protección de los huevos y de los pichones, después que se oculta el sol la tarea es asumida completamente por la hembra. El macho sale a sus incursiones nocturnas en busca del alimento familiar.
Todavía continúa siendo un misterio el comportamiento de la hembra Aguaitacamino común, debido a la poca abundancia de estudios sistemáticos en campo, hecho común a diversas aves nocturnas.
Lo mismo ocurre con el estudio y sistematización de las vocalizaciones de esta especie. Muchas de las cuales, son el origen de los nombres populares con los cuales se conoce, tales como Paruaque, Picuyo, Pocuyo y Pucuyo.
¿Agorera como la Pavita?
Son variadas las leyendas sobre el Nyctidromus albicollis en la literatura oral y escrita. Allí describen su canto como triste y monótono, atribuyéndole el carácter agorero a sus vocalizaciones, cualidad que comparte con búhos y lechuzas. En el caso de Venezuela con la Pavita ferruginea, asociada con la pava o mabita.
Escucha el canto del Aguaitacamino
Con información de Barlovento Mágico, Cuenta el Abuelo, EBird y Descubre las Aves de Venezuela
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