En el populoso sector caraqueño de San Agustín del Sur, un sencillo viaje en Metrocable lleva a propios y visitantes a disfrutar de la primera galería aérea del país. Un innovador espectáculo que habla de la identidad de la parroquia más cultural de Caracas impulsando, además, un nuevo tipo de turismo cultural en el que sus habitantes han creído y trabajado desde hace varios años ya.
Así, esta primera galería aérea está conformada por cinco fotografías de gran formato ubicada en los techos de las casas del sector La Fila de Marín, de la autoría de Rodrigo Benavides, Audio Cepeda, Félix Gerardi, Miguel Herrera y Felicia Liendo.
La singular exposición regala al cielo caraqueño imágenes representativas de la identidad afrovenezolana de San Agustín del Sur y de toda Venezuela, acompañada también por el color y arte plasmados en murales que recorren las calles y paredes de la comunidad, los cuales también hablan de identidad, diversidad y de un movimiento urbano que vibra en el corazón del barrio desde hace décadas. Esta
Esta galería forma parte del programa “Sembrando Colores” el cual adicionalmente persigue impulsar la gestión medioambiental en la parte alta del barrio, mediante la eliminación de vertederos de basura, la implementación de un sistema de recolección de desechos y la adecuación de algunos techos para la recolección de agua de lluvia y la generación de energía por captación solar. De esta manera, inusitadas y sentidas obras, artistas y techos infinitos se conjugan en lo más alto de la ciudad para configurar un corredor artístico que confirma que en San Agustín es la cosa.
La primera galería aérea del país

Mi hija centenaria, llamada Paraguaná
Cinco fotografías deslumbran al cielo caraqueño en San Agustín del Sur y el recorrido inicia en la estación de Metrocable ubicada en Parque Central. En la vía hacia las estaciones Hornos de Cal y La Ceiba se comienzan a apreciar las grandes reproducciones de 10 por 8 metros, obras de cuatro experimentados maestros Rodrigo Benavides, Audio Cepeda, Félix Gerardi, Miguel Herrera y la joven artista gráfica Felicia Liendo.
La exposición, producida por el grupo artístico Sembrando Colores de la Fundación 100 % San Agustín, se realizó en alianza creativa con el Instituto Marca País, Vnet, el Metro de Caracas, Modo Cultura, Banco Bicentenario, Hover Tours, AGA Estudio, El Horno Colectivo y el Club Deportivo y Cultural «Mi Futuro», de la mano de organizaciones culturales como el Teatro Alameda Marín.
Las imágenes Mi hija centenaria, llamada Paraguaná; Hija del Agua; Bandera al Viento; Las Manos de Narcisa y la de Arquímides Herrera flotan en los techos de casas de San Agustín lucen en sus paredes obras plásticas de destacados muralistas venezolanos, convirtiendo a la calle en un Guanguancó de Colores.
Esta galería aérea no solo embellece el barrio, sino que también estimula un nuevo tipo de turismo cultural. La selección de fotografías, curada por Miguel Herrera, incluye imágenes que destacan la afrovenezolanidad, reforzando el sentido de pertenencia y la identidad cultural de la comunidad.
Sembrando Colores
Esta hermosa galería es parte del proyecto Sembrando Colores, el cual ha conseguido empoderar a la población de San Agustín del Sur, transformando a la comunidad en un centro cultural a cielo abierto, en el que se expresan diversas disciplinas artísticas y musicales que promueven especialmente las raíces afrocaribeñas de este barrio que se ha venido convirtiendo en un lugar de encuentro y convivencia para todos los caraqueños y visitantes de sitios distantes.
Con diversas actividades los espacios de la comunidad están siendo estratégicamente mejorados con proyectos integrales de muralismo, galerías, mejoras en los servicios y resignificación a través de la acción artística y educativa.
El proyecto ha sido reconocido dentro y fuera del país. Recientemente ganó un premio en la novena edición de la Bienal Iberoamericana de Diseño (BID) en la categoría Integral/transversal, obteniendo además las menciones de Relevancia social y Diseño y Ciudad.
Las primeras dos
Mi hija centenaria, llamada Paraguaná fue la primera fotografía instalada en la galería, obra del fotógrafo Rodrigo Benavides, caraqueño, docente, investigador, laboratorista y editor visual. Formado en Caracas, Londres, Paris y Barcelona, reconocido con el Premio Nacional de Fotografía.
es la segunda obra y su autora es la joven fotógrafa Felicia Liendo. Cuenta que la tomó en mitad del río en su primera visita a “El Guapetón”, un poblado que se asienta en Barlovento muy cerca de El Guapo, estado Miranda. Allí estaba un puñado de pequeños bañándose y jugando, recordándole a los muchachitos de su natal Calderas, en Barinas, cuenta la artista. Ahora, el río y su pequeña mirandina saludan desde los techos de San Agustín del Sur.
Liendo es licenciada en Artes Plásticas, mención Fotografía, egresada de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), núcleo estado Mérida,
Homenaje a la tradición

Bandera al Viento
De Félix Gerardi es la tercera fotografía de la galería muestra a la hija de un parroquiano y antiguo amigo del barrio, y rinde además homenaje a las tradiciones ancestrales representadas en la celebración a San Juan Bautista.
Rosmeri Ugueto, integrante del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, ondeaba su bandera en honor al santo y Gerardi eternizó esta imagen identificada con la afrodescendencia y la diversidad cultural del país.
El autor es caraqueño, licenciado en artes mención cine, de la Universidad Central de Venezuela. Fotoperiodista de larga trayectoria profesional, además con estrecha inclinación por la cultura. Ha obtenido premios como el de Fotografía del Ministerio de la Cultura, Premio nacional de periodismo Simón Bolívar en impreso y el Premio Aníbal Nazoa.
La cuarta fotografía de la galería muestra Las manos de Narcisa, inmortalizadas por el fotógrafo Miguel Herrera en un viaje por el estado Miranda. Mientras que Arquímides Herrera, gloria del deporte venezolano, es homenajeado en la quinta imagen y con él se tributa a la grandeza de las mujeres y hombres del país.
Un sueño hecho realidad
San Agustín del Sur es el primer barrio caraqueño que crea una ruta de turismo cultural. Entre otras cosas, se pensaron en elementos que identificaron a este nuevo proyecto como un “sueño hecho realidad”. Siguiendo esta misma línea, los autores llaman a la galería área una «construcción colectiva de los sueños» y se espera que, en el futuro, más fotógrafos se sumen a esta iniciativa.
El proyecto realza el valor de la fotografía como un símbolo de la cultura e identidad, al tiempo que subraya su importancia como herramienta de transformación social.
Asimismo, al ofrecer un espacio que celebra y cuestiona las narrativas culturales a través del arte, se invita a los ciudadanos a participar activamente en la construcción de su entorno. En la galería las comunidades pueden unirse y reconectarse, fortaleciendo su identidad colectiva y promoviendo el orgullo local.
Iniciativas como esta también ayudan a formar mejores ciudadanos, pues la fotografía como forma de expresión artística puede inspirar diálogo y reflexión sobre temas sociales, cultural y medioambientales. Para sus promotores, el proyecto es un sueño cumplido, un paso hacia un futuro culturalmente enriquecido y socialmente consciente.
Guagancó de Colores
El movimiento cultural en San Agustín del Sur ofrece mucho más. La galería aérea es solo otro logro de un barrio donde el arte callejero cuenta historias de luchas y esperanza. Destacan además los murales que han llenado calles y rincones desde la década de 1990, convirtiéndolo en un museo al aire libre, así como un símbolo de resistencia y creatividad que refleja la esencia de su comunidad.
Con el objetivo de construir espacios de identidad, se presentó el primer Guaguancó de Colores, proyecto de revitalización urbanística en el que Inicialmente participaron 40 muralistas.
Si bien desde el 2015 se venían desarrollando iniciativas para llenar de color las paredes de la parroquia, fue desde mediados de 2020 cuando iniciaron trabajos integrales de renovación de espacios urbanos con la construcción de una plazoleta y bulevar, instalación de luminarias, recuperación de canchas y esculturas tradicionales, instalación de un parque infantil, obras que se sumaron a los murales e intervenciones plásticas.
El Guagancó de colores va ya por su quinta edición, destacando entre los murales los que rinden homenaje a la destacada atleta venezolana Yulimar Rojas y al sonero del mundo Oscar D´León. En el proyecto han participado artistas plásticos como Dimuros, Craspunk, Hamk trazos, Ache roja, Creaciones Testers, Yetzinha y Sofía Saavedra,
“Aquí la pelea es Bailando”
«Aquí la pelea es Bailando» dice un mural que forma parte del Guaguancó de Colores en homenaje a la afrodescendencia de San Agustín del Sur y a la identidad de sus alegres y laboriosos habitantes.
Y es que, ante la frialdad, el anonimato e incluso la violencia de la ciudad el muralismo se convirtió en estrategia para revivir la vitalidad de los espacios urbanos desde las pinceladas del arte.
El ejemplo de San Agustín comenzó a partir del trabajo realizado en las paredes del Teatro La Alameda para recuperarlo. Como resultado, se ha visto una relación directa de los vecinos con las obras y una recuperación turística del espacio. Lo que antes era estigmatizado por la violencia, ahora es un lugar visitado por extranjeros y caraqueños que buscan conocer y disfrutar más de la ciudad.
Hoy San Agustín representa un núcleo cultural del arte, la música, en particular la salsa, el baile, el deporte, y más, marcado por la necesidad de generar cambio en los espacios. La recuperación de la ciudad a través del arte permite un nuevo espacio identitario para sus habitantes. De esta manera, con la unión de las voluntades, los espacios se han revitalizado con arte e historia propia.
Haciendo honor a su historia
San Agustín es un barrio mayoritariamente afrovenezolano. Sus pobladores originarios eran trabajadores de las costas caribeñas de Barlovento y del oriente de Venezuela que llegaron a Caracas tras el boom petrolero de principios del siglo XX.
Lo que hoy pone a San Agustín del Sur sobre el tapete no es un resultado gratuito ni instantáneo, sino del legado que viene desde esos primeros habitantes hasta sus referentes culturales como el Grupo Madera y la organización comunitaria que ha conjugado esfuerzos desde el año 2004 en torno a la recuperación del emblemático Teatro Alameda. Fundado en 1943, se creó inicialmente para atender el gusto y las necesidades de las élites caraqueñas, especialmente del elegante barrio de El Conde. Allí actuaron artistas de renombre, como Benny Moré, Jorge Negrete y Pedro Infante, entre otros. Pero en los años 1960 cayó en el olvido.
Años después, los trabajos de restauración del viejo y derruido espacio realizados por la Alcaldía de Caracas obligaron a restaurar todas las fachadas, incluyendo la pared donde estaba un mural histórico que rendía homenaje a los integrantes del Grupo Madera que perdieron la vida agosto de 1980. Los habitantes del barrio se propusieron tomar el teatro y recuperar el mural, lo que sería el punto de inicio del movimiento cultural que hoy ha cambiado el rostro de este sector caraqueño.
En San Agustín del Sur es la cosa
Y como en San Agustín del Sur se ha impuesto el arte, también manda la música. Así, Cumbe Tour – nombre que remonta a la época en que la población negra esclavizada huía en busca de libertad – ofrece recorridos por calles y callejones de la histórica parroquia acompañados por el rítmico sonido de los tambores afrovenezolanos, instrumentos de metal y maracas, juegos de dominó, niños volando papagayos y más en medio de un contagioso ambiente festivo lleno de música y baile.
Se suman muchas otras actividades y expresiones culturales como parte de un amplio proyecto que ha buscado elevar la calidad de vida del barrio y lo ha conseguido con creces. Hoy la delincuencia ha sido prácticamente eliminada y los espacios en los que nacieron figuras como los integrantes del Grupo Madera y el músico Carlos Nene Quintero, hoy se llenan de arte, color, tradición, pinta de murales con intenciones sociales, culturales y políticas; festivales culturales, talleres y demás formas de expresión de identidad.
Así, por más de dos décadas este sector ha transitado una transformación consciente de empoderamiento, recuperación, organización de base y comunal, junto con la toma de conciencia, la resistencia y el conocimiento del patrimonio y la cultura afrovenezolanos, mostrando por qué en San Agustín del Sur es la cosa.
Con información de Ciudad Caracas, Últimas Noticias, Últimas Noticias II, Espress Foto, El Diario, Fundarte, 100% San Agustín (Instagram y Facebook)
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