La reina del triple salto Yulimar Rojas, Isidora Agnes, reina también pero del carnaval de El Callao, Lourdes Lulú Basanta compositora de calipso, la gran Morella Muñoz; Ramona Alejandrina Chaurán, creadora de chinchorros de curagua, las muchachas del equipo sub 20 de fútbol de Venezuela y Juanita, compañera y fuente de inspiración del Maestro de la luz, Armando Reverón, son solo algunas de las extraordinarias mujeres, modelos a seguir, dentro y fuera del país, una muestra singular y femenina de lo afirmativo venezolano, y apenas comenzamos.
Venezuela tiene nombre de mujer, nueve letras que describen una nación donde las féminas son protagonistas no solo de sus propias historias, sino además, inspiración e impulso para muchas más.
No hay ámbito nacional en el que la mujer venezolana no destaque. Arte, música, política, historia, ciencia, literatura, deportes, prácticamente cualquier área ha sido cubierta por la polifacética mujer criolla desde los comienzos de nuestra historia.
Ante esta realidad un solo día no parece suficiente para rendir homenaje a generaciones y generaciones de damas que han dejado marcada su huella indeleble en lo afirmativo venezolano, así como tampoco es suficiente escoger un solo nombre femenino como referencia de un país con esencia de mujer.
Del tiempo ancestral hasta hoy
Desde la época de la lucha de la aguerrida Apacuana contra la colonización, pasando por las heroínas de tiempos de la independencia como Josefa Joaquina Sánchez, Luisa Cáceres de Arismendi, Josefa Camejo, Juana Ramírez la Avanzadora y Ana María Campos; así como aquellas mujeres que se impusieron a los límites de su época como la poetisa y escritora barinesa Enriqueta Arvelo Larriva, quien publicó su primera obra Voz aislada en 1939; Teresa de la Parra, escritora considerada, junto a Rómulo Gallegos, la novelista más importante de la primera mitad del siglo XX, y Teresa Carreño, cantante de ópera y compositora, una de las más prolíficas pianistas de América Latina durante los siglos XIX y XX.
En pleno siglo XX, se hacen sentir en la sociedad venezolana, la poetisa, novelista y ensayista Antonia Palacios, cuya voz se levantó a favor de la valoración de las obras literarias escritas por mujeres; Enriqueta Arvelo Larriva, con su voz libre, profunda y llana; Fedora Alemán, cantante lírica; Margot Benacerraf, pionera del cine venezolano; Argelia Laya, incansable luchadora por la igualdad de género y la defensa de los derechos de la mujer; la estudiante ejemplo de la juventud, Livia Gouverneur; la poetisa Ana Enriqueta Terán; la innovadora artista Gladys Meneses y la beata Madre María de San José.
Más recientemente han destacado figuras femeninas como la neuróloga Gloria Teresa Mercader, investigadora venezolana, fue miembro fundador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), es miembro de la Academia de Ciencias de América Latina y de la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo; la poetisa Lydda Franco Farías, considerada bandera en la lucha por la igualdad de género, la inolvidable Zobeyda la muñequera, y las representantes de la generación de oro del deporte venezolano, Yulimar Rojas, poseedora del récord mundial en triple salto, la futbolista Verónica Herrera, bicampeona suramericana sub-17, quien ingresó al libro de los Récord Guinness al convertirse en la futbolista femenina más joven en jugar una Copa Libertadores, y Robeilys Peinado, primera medallista de oro en un Mundial de Atletismo juvenil en salto con garrocha, por mencionar solo algunas de ellas.
La lista de ayer, hoy y siempre parece no tener fin, lo que demuestra, día a día, que a los venezolanos no nos faltan motivos para sentir orgullo por las féminas de nuestra tierra, aguerridas, inteligentes, decididas, trabajadoras, honestas, creadoras, representantes de esa Venezuela que tiene nombre de mujer.
Protagonismo que avanza
El protagonismo creciente de la mujer venezolana en los últimos años no se queda en la institucionalidad (organismos y entes públicos), también ha dado un vuelco su participación en otros ámbitos sociales y políticos, asumiendo el papel como protagonista mayoritaria en las organizaciones sociales. Y es que desde las familias en nuestro país, tradicionalmente matriarcales, y las bases de los consejos comunales, consejos locales de alimentación popular hasta las comunas, es muy frecuente conseguir a una fémina al frente de las distintas instancias del poder popular que a lo largo de los últimos 20 años se han multiplicado en toda la geografía nacional.
Hoy en día, mientras algunas sociedades continúan vulnerando y desconociendo derechos fundamentales de la mujer, en Venezuela su rol y el ejercicio pleno de sus derechos humanos, ha evolucionado positivamente.
Igualdad y equidad de género
A lo largo de la historia y en la gran mayoría de las culturas, las mujeres han sido sometidas por estructuras patriarcales que le han negado derechos fundamentales, quizás no ha sido este del todo el caso de Venezuela, donde es fácil encontrar en muchos hogares una abuela, madre, tía, al frente de las familias. A pesar de ese contexto, la visión de leyes y sistemas tradicionales, anteriores a los modernos, tendían a mantener a la mujer en estado de sumisión y dependencia, o al menos de minusvalía.
La trascendencia del rol femenino, base de la familia, ha evolucionado por esfuerzo propio y con el apoyo de entes del Estado mucho más allá de ser el soporte del hogar, pues durante las últimas décadas la mujer venezolana ha conquistado cada vez más espacios.
En el país se abrieron los caminos para dignificar y enaltecer a la mujer, siendo la creación del Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer) un paso fundamental, lo que dio origen posteriormente a la creación del Ministerio para la Mujer y la Igualdad de Género, en 2009, ente que desarrolla programas para favorecer la inclusión socio-económica y productiva de la mujer.
Otra de las instancias creadas es el Consejo para la Equidad y la Igualdad de Género, que permite el enlace con Poderes Públicos e instituciones estadales, favoreciendo el diseño de estrategias para la atención integral.
También se instaló el Consejo Presidencial de Gobierno Popular de las Mujeres, que articula directamente al movimiento de mujeres con la Presidencia de la República, para la evaluación, diseño, acompañamiento y supervisión de la política de Estado para el género.
A ello se le suma el apoyo económico y financiero para el desarrollo socio productivo de la mujer, con la creación del Banco de la Mujer, y su incorporación a todo el sistema de Misiones y Grandes Misiones.
Avances legales y jurídicos
La evolución en el marco legal ha convertido a Venezuela en pionera en la protección de la mujer, al contemplar 19 tipos de violencia. La promulgación, en 2007, de la Ley Orgánica del Derecho a las Mujeres de una Vida Libre de Violencia y la iniciativa de incluir en ésta, el femicidio, el femicidio agravado y la inducción al suicidio como formas extremas de violencia, constituyen también notables avances en la materia.
Actualmente entre los tipos de violencia tipificados en la normativa venezolana están la económica y patrimonial, la institucional y la laboral, la obstétrica (novedosa en América Latina pues no existe esta caracterización en el ámbito de los derechos de las mujeres en la región) la esterilización forzada, el tráfico ilícito de mujeres, niñas y adolescentes, acoso sexual, esclavitud sexual, prostitución forzada, actos lascivos, violencia sexual, violencia física, amenaza, acoso u hostigamiento y violencia psicológica.
También fueron creadas, por el Ministerio Público, las fiscalías para la Defensa de la Mujer, encargadas de investigar los casos en los cuales se cometan delitos previstos en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
No basta un sólo día para rendir homenaje a las mujeres del país, como tampoco es suficiente un solo escrito, aun con miles de páginas, para incluir los nombres de millones de valiosas féminas que han dado su aporte a esta nación y continúan haciéndolo todos los días.
Desde este espacio estamos comenzando a escribir sobre las mujeres que forman parte de lo afirmativo venezolano, una labor que estamos seguros será extensa y bien retribuida, pues Venezuela tiene nombre de mujer.
Con información de MinMujer, VTactual y Venezuela e Historia
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