Inspirada en una sencilla capilla que permanecía abierta de noche y de día en el sector de Los Cortijos de Sarría de Caracas, y en lo que consideró un milagro que salvó la vida de su hijo Hilario, la humilde María Nicomedes escribió este reconocido aguinaldo venezolano que se canta cada diciembre.
Fueron la fe y la devoción de María Nicomedes Hernández de Díaz las que le dictaron la letra y la música de esta canción que tiene casi 80 años en los repertorios navideños del Conjunto América y de prácticamente todos los grupos que cantan aguinaldos y villancicos en la época decembrina en Venezuela.
Otra historia precede la del aguinaldo, la de la Iluminada de Sarría, Dolores Rengifo de Ramírez, quien aseguran escuchaba las voces de Jesús, María y José. Cuentan que años atrás le pidieron construir una iglesia que permanecería abierta las 24 horas en honor al niño Jesús. Sería la misma que inspiraría el conocido aguinaldo. Las historias de María y Dolores tienen en común que están llenas de devoción y tradición.
María Nicomedes, mujer venezolana que no sabía leer ni escribir, fallecería en mayo de 1985 dejando un extraordinario legado de más de 300 aguinaldos.
Del origen del aguinaldo
Un milagro que Jesús, María y José hicieron a María Nicomedes y a Hilario, su hijo, le cambiaría la vida. Ella supo de la devoción en la iglesia de Sarría y llegó cuando aún vivía la Iluminada de Sarría, Dolores Rengifo de Ramírez. Se hizo devota y siempre pedía por la salud y protección de sus hijos.
Cuentan que un día notó a su hijo angustiado y ante el silencio del joven se arrodilló frente a la imagen de la Sagrada Familia y le pidió ayuda. Posteriormente, Hilario que era músico contó que cuando estaba tocando en una fiesta conoció a una dama que lo invitó a su habitación. Al acercarse se le apareció un señor de liqui-liqui gris con el cabello blanco que le dijo que si iba lo matarían. Él le juró que no lo haría y el hombre desapareció. Al escucharlo, María le dijo: “fue un milagro de Jesús, María y José, seguro ibas a morir. Ahora dejas ese conjunto y vamos a hacer el nuestro, yo haré unos aguinaldos y pagaremos la promesa a ellos por haberte salvado la vida”.
Era 1946 María, quien no sabía leer ni escribir, trabajaba en una casa del Country Club. Un día, esperando el autobús, le vino a su mente la canción y comenzó a entonar: La capilla está abierta de noche y de día, rezaremos todos tres Ave María… Llegó a casa y le dijo a su hija Atilia: “Busca papel y lápiz que tengo una canción que te la voy a dictar”. Desde ese día cantan a Jesús, María y José. María siguió componiendo mientras cocinaba, cuidaba a los hijos o velaba el sueño de la familia. Hasta mayo de 1985 cuando falleció dejando más de 300 aguinaldos.
La capilla está abierta de noche y de día
rezaremos todos tres Ave María
El poder de Dios
está hablando en Dolores
y le obsequiaremos
regándole flores
El niño Jesús
nació caminando
con su maraquita
pidiendo aguinaldo
Los tres Reyes Magos
vienen del oriente
con su taparita
bebiendo aguardiente
La Capilla de Sarría
La historia de fe que envolvió a María Nicomedes Hernández de Díaz y a su familia dio pie a la tradición musical del Conjunto América. Nació en la parroquia Altagracia, en La Vuelta de los Eucaliptos, 78 años atrás, como un grupo de niños. Desde entonces, cada año después del 15 de septiembre comienzan a ensayar. La promesa a la Sagrada Familia se paga el 24 de diciembre en La Capilla de Sarría y el día 26 realizan la novena al Niño Jesús, cantando a los pesebres de casa en casa, en el sector El Retiro.
Los pastores nos dejaron el recuerdo más bonito
cantando los aguinaldos al niño Jesús bendito
con humildad y gran cariño, reverencia y buena fe
les diremos unos versos a María y a José.
Reza otro de los aguinaldos de María Nicomedes que interpretan, pero ella nunca quiso hacer negocios con sus composiciones. “Cuando yo me le arrodillé a Jesús, María y José nunca le dije esto es un negocio, porque para mí esto es una fe”, solía decir.
Del grupo han surgido músicos de trayectoria internacional mientras crecen las nuevas generaciones que tocan, cantan y componen, marcados por la Navidad y el amor. El conjunto aún no materializa el proyecto de grabar un disco, pero ha recibido varios reconocimientos: Chacao lo declaró Patrimonio Cultural y su aguinaldo fue grabado por el Coro Infantil Venezuela, Cecilia Todd y Los Tucusitos.
Para todo el grupo familiar la Navidad es renacer de la vida, por lo que muestran la devoción al Niño Jesús y están decididos a seguir cantando para honrar el legado de María Nicomedes en la fe en Jesús, María y José. Para ellos es tradición recibir la Navidad en Sarría y lo seguirán haciendo siempre.
La Iluminada de Sarria y la capilla
La tradición oral refiere que una noche de octubre de 1934, mientras dormía, Dolores Rengifo de Ramírez, conocida como la Iluminada de Sarría, fue llamada por las voces de Jesús, María y José que le pidieron orar para salvar a la humanidad con tres Ave María. La humilde mujer comenzó a hacerse conocida en Caracas por su invocación a la Sagrada Familia, a cuya advocación consagraba el mensaje de su mística prédica.
El 12 de marzo de 1943 se fundó la Sociedad Jesús, María y José, que llevó adelante una meritoria obra social, especialmente en la comunidad del barrio Sarría de la parroquia La Candelaria. Fue esa sociedad la que construyó un templo: la capilla Jesús, María y José, que permanece desde entonces abierta de noche y de día.
Cada 3 de octubre, aniversario del acontecimiento en que Jesús le habló por primera vez a Dolores Rengifo, se llevaba a cabo la procesión de la imagen de Jesús, María y José con una concurrencia multitudinaria. Esto despertó los recelos de la jerarquía católica y de la dictadura perezjimenista, quienes persiguieron con saña a la Sociedad, obligando a sus creyentes a optar por esconderse.
Dolores y el milagro del pan
Dolores Rengifo de Ramírez, devota y de firmes creencias, impulsó en Sarría la devoción a la Sagrada Familia, pero un evento especial marcó su vida y la de muchos otros. Se cuenta que el 27 de septiembre de 1942 doña Dolores compró un pan para obsequiarlo a una amiga y al sacarlo de su bolsa apareció con forma de corazón adornado con una corona de espinas y el nombre de Jesús labrado.
Desde ese día, el místico pan está resguardado en una caja de madera y cristal en el centro del altar de la capilla Jesús, María y José de la calle real de Los Cortijos de Sarría, manteniéndose casi intacto ocho décadas después, una tradición oral que ha sido reconocida como bien de interés cultural de la nación.
Se trata de la misma capilla a la que canta el aguinaldo de María Nicomedes, la cual permanece abierta de noche y de día para que los fieles puedan honrar el milagro y a la Sagrada Familia.
Con información de Red de Patrimonio, Últimas Noticias y Caracas en Retrospectiva
Catálogo del Cultural Venezolano 2004 2007, Municipio Libertador. Instituto del Patrimonio Cultural, 2008.
No te pierdas
> Así suena la Navidad en Venezuela
> Aguinaldos para el Niño Dios, la paz y la alegría