Barquisimeto, como la mayoría de las ciudades de Venezuela, posee interesantes expresiones de la arquitectura colonial, pero es también dueña de importantes obras de la arquitectura moderna entre las que destaca su Catedral, una mágica joya del diseño contemporáneo.
Diseñada por el arquitecto Jahn Bergkamp, la Catedral de Nuestra Señora del Carmen destaca entre las construcciones marianas de nuestro país por su estilo único y moderno. De hecho, fue considerada como una obra de ingeniería avanzada para la época de su inauguración (1968).
Este templo católico, cuyo diseño rompe con todos los estereotipos de las tradicionales iglesias venezolanas, es un paraboloide hiperbólico con dos alas conectadas por una torre central que simula una flor de cuatro pétalos.
Golpes de la naturaleza
La actual de Catedral de Barquisimeto es literalmente producto de los golpes de la naturaleza. La construcción del templo original data del año 1636. Era una capilla de Franciscanos que fue reducida a escombros por el terremoto ocurrido en 1812 en esa ciudad.
La reconstrucción del templo culminó en 1865 y, 85 años después, la onda expansiva del terremoto de El Tocuyo devastó nuevamente su infraestructura. Estos eventos abrieron la puerta a la creatividad.
De la obra original solo quedó en pie la torre del campanario (1865) y el reloj (1888), ya que las autoridades decidieron demoler toda la afectada estructura. La construcción de la actual iglesia se trasladó, por medidas de seguridad, a lo que hoy es la avenida Venezuela de la capital del estado Lara. Su imagen es la simbiosis perfecta entre historia, modernidad y futurismo.
Flor invertida en la Catedral de Barquisimeto
Vista desde arriba, la Catedral de Barquisimeto parece una flor de cuatro pétalos invertida. Inaugurada en 1968, esta imponente obra de ingeniería civil cuenta con cuatro alas en las que se distribuyen los asientos de los feligreses. En la unión de éstas se ubica una torre central a partir de la que se aprecia el altar desde todos los ángulos.
La estructura está plagada de elementos distintivos, como la increíble iluminación natural de su espacio interior, gracias a los vidrios de seguridad tipo “reflectante”, sostenidos por una red de alambres de acero que conforman el techo.
El impresionante Cristo de bronce colgado del techo, pareciera flotar en la parte central de esta iglesia dando la sensación de ser un vigilante centinela. Además, destellan de forma asombrosa frente a la luz natural los hermosos vitrales rectangulares de advocaciones de la Virgen María, entre las que destaca la de la Divina Pastora, Patrona del estado Lara, así como de santos y ángeles, ubicados en las paredes.
Modernidad arquitectónica y arte religioso
La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Barquisimeto conjuga la modernidad arquitectónica con el arte religioso al incorporar, en un solo espacio, las cualidades plásticas del concreto armado y algunas obras religiosas.
Circundada por amplias áreas verdes, contiene obras como el campanario y el conjunto escultórico que simboliza el Vía Crucis, del artista Francisco León, así como un busto de bronce de monseñor Críspulo Benítez Fontourvel, primer arzobispo de Barquisimeto e importante apoyo para la construcción de la Catedral.
Las paredes del templo están compuestas de esbeltas pantallas de concreto armado con secciones de vitrales, la mayoría donados, que representan figuras religiosas como la de la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela y la de San Miguel Arcángel, popularmente conocido como el ángel protector; además de otras con motivos vegetales con énfasis en lo floral.
Símbolo de peregrinación
El templo de Nuestra Señora del Carmen no solo es único en su tipo en Venezuela, y su diseño también es considerado por expertos como exclusivo en materia de templos católicos, también se ha convertido en uno de los más importantes símbolos de peregrinación de Venezuela y del mundo, debido a su rol en la celebración de la multitudinaria procesión de la Divina Pastora.
Cada 14 de enero, la Catedral de Barquisimeto recibe a cientos de miles de feligreses que acompañan en procesión, desde la Iglesia de Santa Rosa, a la guía espiritual de la región. La conmemoración culmina con una masiva misa celebrada allí en honor a esta advocación mariana, a la que el pueblo larense agradece haber acabado con una epidemia de cólera en 1855. Acto litúrgico al que también asisten personas de otras regiones de Venezuela y del mundo, a pagar promesas por los milagros concedidos.
La colosal procesión es considerada la tercera más grande del mundo, solo superada por las que se hacen en honor a la Virgen de Guadalupe, en México, y la Virgen de Fátima, en Portugal. Además, es la segunda peregrinación más importante en Latinoamérica, luego de la de la advocación mexicana.
Con textos de Lifeder, Steemit, Venezuela Tuya, Peakd y Fundación Arquitectura y Ciudad.
Fotos cortesía de Wikipedia, Correo de Lara, El Impulso, Reindertot, Dearquitecto, Tripadvisor, El Impulso, El Universal y Peakd.
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