La ciudad de Barinas fue fundada en el piedemonte andino, punto de encuentro entre el llano y la montaña. Debido a ello, la capital del estado homónimo refleja belleza sin igual y una amplia diversidad en su geografía, ambientes naturales, flora, fauna, cultura e historia.
Ubicada en el occidente venezolano, a orillas del río Santo Domingo, es el principal centro económico y cultural de esta región de Venezuela. Heredera orgullosa de un pasado vibrante, pues durante la colonia fue una de las ciudades más importantes del país, y un bastión vital para los patriotas durante la lucha por la Independencia.
Su nombre proviene de voces indígenas, y su origen estuvo marcado por traslados, hasta que se asentó, definitivamente, en el espacio que ocupa hoy, muy cerca de las montañas, pero también como parte de la sabana. Un mágico entorno que convierte a esta ciudad llanera en un paisaje de ensoñación.
Yo traigo un grito llanero
que me salió del te quiero
para cantarte Barinas
paisaje de ensoñación
que me ha regalado Dios
frente a las cumbres andinas.Eladio Tarife (Linda Barinas)
La ciudad de Barinas
Barinas, capital del estado y del municipio homónimos, fue fundada el 11 de julio de 1759 mediante un decreto del Virrey de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá. En ese momento, quedó definitivamente establecida en el piedemonte andino, a orillas del río Santo Domingo.
Está localizada en la parte noroeste del estado Barinas, a unos 165 kilómetros de la ciudad de Mérida. Es la urbe más poblada de la entidad, y la segunda más grande de los Llanos venezolanos después de Acarigua.
También es llamada Ciudad Marquesa, en referencia a uno de los primeros gobernantes de la provincia, José Ignacio del Pumar, Marqués del Boconó y El Masparro, acaudalado barinés que recibió de manos del rey de España numerosos títulos nobiliarios, en reconocimiento a sus riquezas.
Tanto la temporada de lluvia como la seca son nubladas en Barinas. De clima caliente y opresivo, la temperatura varía generalmente de 22 a 34 °C y rara vez, baja a menos de 21 °C.
Barinas hoy
Durante la época colonial, Barinas fue reconocida por su tabaco, cacao y cría de ganado. Actualmente mantiene una intensa actividad comercial gracias a la explotación agropecuaria y petrolera.
En tiempos recientes ha surgido también una pujante industria turística en Barinas, pues esta ciudad ha servido punto de entrada a paraderos eco-turísticos de la región llanera.
Con un perfil urbano homogéneo, la ciudad muestra edificaciones de entre uno y tres pisos de altura, en manzanas compuestas de forma cuadrada y calles estrechas con aceras a ambos lados.
Durante las sucesivas guerras y enfrentamientos que vivió la ciudad, incluyendo la Guerra Federal, fueron destruidas la mayor parte de sus construcciones originales. Sin embargo, el corazón de Barinas conserva su ambiente colonial donde resaltan algunas casas antiguas en las calles ubicadas entre el río Santo Domingo y la plaza Bolívar.
Entre las edificaciones más importantes que se mantienen están la Casa de la Gobernación, la Casa de la Cultura y la Catedral de Nuestra Señora del Pilar de Santiago y Zaragoza.
Su historia
El centro poblado primigenio, colonizado desde La Grita por el gobernador Francisco de Cáceres, fue fundado oficialmente el 30 de junio de 1576 por Juan Andrés Valera de Pamplona con el nombre de Altamira de Cáceres. En 1628 los vecinos mudaron la ciudad para la Mesa de Moromoy. Más tarde, en 1759, sus moradores la mudaron al. Pero el traslado a su espacio definitivo al sitio que hoy ocupa, se aprobó por Real Cédula el 4 de diciembre de 1762.
Fue una ciudad floreciente con cultivos de arroz, plátano, legumbres, maíz, yuca, cacao y tabaco hasta que comenzó decaer a consecuencia de las revoluciones. Respecto al cultivo de tabaco, este rubro obtuvo un importante reconocimiento durante el siglo XVII en Europa, fue de tal magnitud que en muchos objetos se usó el nombre de Varinas, como emblema del producto y su fama internacional.
La provincia de Barinas se creó en los territorios de los actuales estados Barinas y Apure, en 1786, que más tarde pasaría a llamarse Estado Zamora. La ciudad pasó a ser la capital de la provincia y un importante bastión de los patriotas durante la guerra por la Independencia. Se considera incluso la primera ciudad en apoyar el grito de independencia en 1810.
Como dato interesante se puede mencionar que en esta ciudad vivió y ejerció su profesión el primer Presidente de Venezuela, Cristóbal de Mendoza.
Voz indígena
Barinas debe su nombre a las tribus que poblaban las estribaciones de la cordillera andina, en el valle del río Santo Domingo. Es una voz de origen indígena posiblemente chibcha, con la que se designa a un fuerte viento que sopla desde los valles hacia la región andina durante la estación lluviosa, conocido como «Viento Barinés».
El término se aplica además a un arbusto bajo, espinoso y de flores amarillas, que abunda en el alto llano conocido como Flor Amarilla, Espino amarillo, Espinito y Flor de Barinas (Cassia aculeata).
Otra versión es que se deriva de la voz de origen Caribe-Arawaka, Varyná que significa “tierra mía”. Mientras algunos aseguran que Barinas era el nombre de una de las numerosas tribus indígenas que, en tiempos ancestrales, moraban en las llanuras próximas a la Sierra Nevada. Afirman que por ello los indígenas la llamaron Barinas, y los españoles tomaron de allí esta denominación.
La cultura
La cultura de Barinas es tan rica y variada como el espacio geográfico que la rodea. La fiesta más importante es la del Natalicio de la Ciudad de Barinas, que recuerda la fecha de la fundación del poblado primigenio, el 30 de junio.
Otra festividad relevante es la que se realiza en honor de Nuestra Señora del Pilar, entre el 2 y 12 de octubre. Fiestas patronales que han devenido en una feria anual de carácter popular, con misas, procesiones, bailes, toros coleados, elección de la reina, exposiciones de ganadería y artesanía, así como la presentación de conjuntos musicales.
La Casa de la Cultura Napoleón Sebastián Arteaga resguarda la historia de la ciudad. Esta edificación de arquitectura colonial, construida antes de la Independencia, fue un cuartel y una cárcel. A partir de 1799 pasó a ser la sede del cabildo de Barinas. De una de sus celdas escapó José Antonio Páez, quien dejó marcada la huella del fuerte sablazo que asestó la noche en la que liberó a 115 prisioneros que iban a morir a manos de los españoles.
Entre otros espacios culturales de la ciudad de Barinas están el Teatro Barinés de Muñecos, creado en 1977; el Taller de Arte Municipal Rafael Calvo, y el colorido Museo de Artes Visuales Henry Alizo, ubicado en el Barrio Negro Primero, que alberga una colección de obras de artistas locales y nacionales, además de piezas arqueológicas.
Mucho más que ver
Al hablar de los lugares de interés en la ciudad de Barinas, es inevitable mencionar al río Santo Domingo, protagonista de la urbe pues está presente en buena parte de sus espacios.
Otros sitios que destacan son la Catedral Nuestra Señora del Pilar de Santiago y Zaragoza, el Palacio del Marqués, la Redoma de Punto Fresco y el Jardín Botánico de la Unellez. Además, cuenta con espacios urbanos reconocidos y disfrutados por sus habitantes: Plaza Bolívar, Plaza de los Poetas, Plaza Ezequiel Zamora y la del estudiante, en honor a José Félix Ribas; así como el Paseo Los Trujillanos, los parques La Federación y Los Mangos.
El deporte cuenta también con varias instalaciones, entre ellas, el Estadio Olímpico Agustín Tovar, un estadio de fútbol construido en 1956 y reinaugurado en 2007, cuando fue sede de la Copa América de ese año. Aquí juega el Zamora Fútbol Club, equipo local de la primera división venezolana.
Terruño de Alberto Arvelo Torrealba
El insigne poeta Alberto Arvelo Torrealba es uno de los hijos más reconocidos de Barinas. Nació en esta ciudad el 3 de septiembre de 1905, en un ambiente donde reinaba la literatura. Su madre, Atilia Torrealba de Arvelo, era una importante poetisa de la ciudad llanera, así como sus tíos paternos Alfredo Arvelo Larriva y Enriqueta Arvelo Larriva.
Alberto Arvelo Torrealba es uno de los valores de lo afirmativo venezolano, por su fecunda labor en el campo de la literatura, la pedagogía y la diplomacia. Fue reconocido con el Premio Nacional de Literatura, y es recordado siempre por su obra «Florentino el que cantó con el diablo«.
En su honor se levanta el Museo Alberto Arvelo Torrealba, situado a una cuadra de la Plaza Bolívar, en la antigua mansión de Don Manuel Antonio Pulido. Casa donde se realizó, en 1813, el baile de Bolívar y el desfile de los 1.000 caballos rucios que le regaló el Marqués de Boconó.
Pasó a ser sede del Museo desde 1981, por decreto presidencial, con la finalidad de trabajar con las comunidades para mostrar la cultura del hombre del Llano.
Linda Barinas tierra llanera
caminos de palma y sol
Cuando se pintan tan linda
allá entre la tarde
y se embellece el paisaje
pinceles de un arrebol.Eladio Tarife (Linda Barinas)
Con información de Unellez y Ecured
Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2005. Municipio Barinas, estado Barinas. 2006.
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