De gran tamaño y llamativo color, la mariposa azul destaca como una de las más representativas del país, y una encuesta lo ratificó hace algunos años.
Esta mariposa neotropical, de la orden Lepidóptera y la familia Nymphalidae, se caracteriza por su azul iridiscente, aunque realmente no son de ese llamativo tono, pues éste es producto del reflejo de la luz en escalas microscópicas sobre las diminutas escamas de sus alas.
Entre tantas especies existentes en Venezuela, entre 1966 y 1967 la Morpho helenor cramer o mariposa azul fue la única lepidóptera documentada en la revista Natura como candidata a mariposa nacional.
Morpho helenor cramer
Conocida como mariposa azul o mariposa reina es una de las más de 80 especies del género Morpho, especies neotropicales que se encuentran principalmente en América del Sur, así como en México y América Central. La denominación Morpho significa cambiado o modificado, y también es un epíteto de Afrodita y Venus.
Pero no solo se caracteriza por el llamativo color azul sino también por su gran tamaño. La envergadura de este género varía entre los 7,5 centímetros de la M. rhodopteron y los 20 centímetros de la M. hecuba. La azul por su parte puede alcanzar entre 12,5 y 20 centímetros.
De las 10 subespecies que existen, cuatro son originarias de Venezuela, específicamente corydon, peleus, tucupita y ululina. Ellas pueden observarse en las zonas boscosas y en algunas áreas urbanas.
Aunque su hogar son los bosques, se acercan a los claros soleados para calentarse. Suelen vivir solas, excluyendo la temporada de apareamiento donde pueden observarse varias de estas mariposas. Los machos son territoriales y persiguen a sus rivales. A lo largo del Río Negro en Brasil la gente se aprovechaba de los hábitos territoriales de la M. menelaus para atraerlas a los claros con señuelos azul brillante. Las mariposas colectadas eran utilizadas como adorno para máscaras ceremoniales.
La vida de la mariposa azul
Fotografía cortesía de Silvia Moreno.
El ciclo de vida completo de una mariposa Morpho es de 137 días aproximadamente, desde el huevo hasta la muerte. Solo viven más o menos un mes en forma de mariposa propiamente. Las larvas se incuban en huevos color verde pálido con forma de gota de rocío. Estas tienen el cuerpo café rojizo con manchas verde lima brillante o amarillas en su parte dorsal. Sus pelos causan irritación a la piel humana y, cuando son molestadas secretan, un fluido que huele a mantequilla rancia.
Las larvas mudan entre cuatro y seis veces antes de entrar al estado de pupa. Para los depredadores son venenosas, gracias a las toxinas que adquieren de las plantas de las que se alimentan en estado larvario.
Fotografía cortesía de Leonardo Sánchez.
Los adultos de la mariposa azul pasan la mayor parte del tiempo en el suelo del bosque, en los arbustos bajos y árboles con sus alas plegadas. Sin embargo, cuando están en búsqueda de compañero vuela a través de todas las capas de la selva, e incluso en las copas de los árboles.
Por otra parte, la dieta de estas mariposas varía a lo largo de cada etapa de su ciclo de vida. Cuando son orugas se alimentan de hojas de diferentes variedades, pero prefieren la familia de los guisantes. Una vez transformada en una mariposa adulta, bebe con su larga probóscide los alimentos que encuentran en la fruta podrida, fluidos de animales en descomposición, savia de árboles, hongos y barro húmedo.
Ganadora de una encuesta
El Museo del Instituto de Zoología Agrícola Francisco Fernández Yépez (Miza) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) realizó, en 2019, una encuesta en línea para escoger a la mariposa nacional, como símbolo de la biodiversidad del país. La iniciativa fue impulsada por la Sociedad Venezolana de Entomología y Hackers and Founders Maracay a través de redes sociales.
En ese momento la mariposa azul compitió con la Anartia Amathea, la Heraclides Homothoas y la Heliconius Erato. El proceso de votación se llevó a cabo a través de las redes sociales del 5 de mayo al 5 de julio de 2019, para que coincidiera con el Día de la Independencia de Venezuela. Resultó como ganadora la Morpho helenor cramer o mariposa azul con 2.790 votos (64,3%). Sufragaron en total 4.340 personas de todos los estados, de las cuales 60% fueron mujeres.
Colección del Museo del Instituto de Zoología Agrícola Francisco Fernández Yépez (Miza).
Además, se realizó un registro en las actas de la Sociedad Venezolana de Entomología, así como en su revista Entomotrópica. La Academia de Ciencias Naturales y distintas ONG encargadas de la protección del medio ambiente felicitaron el proyecto. Y ya se está dando a conocer este ejemplar en distintas instituciones educativas del país, así como las gestiones para que sea decretada oficialmente como la mariposa del país.
Al respecto, el profesor José Clavijo, entomólogo y curador del Miza, recordó que aproximadamente entre 1966 y 1967 la mariposa azul fue la única lepidóptera documentada en la revista Natura como candidata a mariposa nacional, sin embargo, no fue sino hasta el 2019 cuando resultó seleccionada por votación en un evento inédito para la historia de Venezuela.
¿Cómo fue la selección?
La propuesta de seleccionar una mariposa nacional, aseguró el profesor Clavijo, se debía a que en nuestro país hay un amplio número de especies. Además, se quería buscar un símbolo para sensibilizar a la población sobre la importancia de preservar la biodiversidad del territorio venezolano.
El criterio de selección se basó en que los ejemplares fuesen fácilmente reconocibles y estuviesen ampliamente distribuidos en todo el país. “El último criterio era que fuese hermosa, no porque la belleza sea importante, pero sí porque está asociada a que la gente la memorice fácilmente”, explicó Clavijo.
Las posibles candidatas fueron preseleccionadas por un grupo de especialistas. “Las especies participantes debían tener en común: estar presentes en todo el territorio nacional, que no se necesitase ninguna técnica en particular para observarlas y que fuesen una bella representación de ese grupo de insectos”, dijo el entomólogo, quien además destacó la importancia de ver a los insectos como parte de un componente de la biodiversidad, no como algo negativo. “Por el contrario, el 99% de ellos tienen aportes positivos, independientemente de que hay vectores de enfermedad en algunos”, afirmó José Clavijo.
El MIZA, con sede en Maracay, estado Aragua, alberga una colección de 3,5 millones de muestras de insectos, la más extensa del país y la segunda más importante de Suramérica. También posee arañas y escorpiones donadas por el fallecido biólogo venezolano Manuel Ángel González Sponga. El organismo se dedica a trabajar con artrópodos, principalmente insectos. Mediante las redes sociales publican infografías de especies de insectos para darlos a conocer. También ofrece, mediante las redes, un servicio gratuito para identificar un insecto a través de una foto.
Está en riesgo
Las Morphos azules más comunes son criadas masivamente en programas de reproducción. Esto debido a que las alas iridiscentes son usadas en la manufactura de joyería y como incrustaciones en ebanistería.
Especímenes envueltos en papel son vendidos sin su abdomen para prevenir que el aceite que contienen manche sus alas. Asimismo, cantidades significantes de especímenes vivos son exportados en estado de pupa desde muchos países neotropicales para su exhibición en mariposarios. Desafortunadamente, debido a su patrón irregular de vuelo y a su tamaño, sus alas son frecuentemente dañadas en cautiverio y por peleas entre mariposas.
Estas son las razones por las cuales la mariposa azul puede considerarse en peligro de extinción.
María Lionza se manifiesta a través de la mariposa azul
María Lionza y los frutos de la tierra de Pedro Centeno Vallenilla.
Cuenta la leyenda que sí se ve una mariposa azul revoloteando cerca, seguro es María Lionza, Reina de Sorte y protectora de la naturaleza cuyo espíritu, aseguran, continúa vivo en las montañas encantadas de Yaracuy.
María Lionza fue una doncella Nívar, hija encantada de un poderoso cacique de Nirgua. Su historia relata que el chamán de la aldea había predicho que cuando naciera una niña de ojos extraños, color verde agua, había que sacrificarla y ofrendarla al Dueño del Agua. En caso contrario vendría la ruina perpetúa y la extinción de los Nívar. Sin embargo, su padre fue incapaz de hacerlo.
El culto a María Lionza se ha nutrido de la cultura europea, asiática y africana, conformando un ritual que entremezcla a santos con personajes de la cultura popular venezolana y héroes históricos.
Se le relaciona con la naturaleza, por lo que se suele representar como una bella señora vestida con un manto azul, plumas de colores y joyas, sentada sobre grandes boas o dantas y acompañada de pumas, jaguares o chivos.
Con información de Econoticias FAI, Mis Animales y El Siglo
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