Todas sus partes son comestibles, tiene múltiples usos y un alto valor nutritivo. Se trata de una de las 13 especies del “árbol de la vida”, como también se conoce a la Moringa oleífera. Sus hojas frescas tienen más proteína que cualquier otro vegetal, más potasio que el plátano, más hierro que la espinaca, más vitamina A que las zanahorias y más vitamina C que las naranjas.
Crece rápidamente y en cualquier tipo de suelo, soporta un amplio rango de condiciones medioambientales, elevadas temperaturas y es muy resistente a la sequía.´
Aunque es un árbol originario del sur del Himalaya, en la India, se cultiva en Venezuela desde 2014, así como en otros países de América Latina y el Caribe, Africa, Asia Tropical, entre otras regiones tropicales del mundo.
Toda ella es muy útil
Dela moringa podemos usar, además de las hojas, las semillas, la raíz, la corteza. Incluso, el árbol es muy útil para los agricultores porque reducen la erosión del suelo, actúan como cortavientos y fungicida para combatir los hongos que atacan las raíces, también como abono. Puede ser empleada para producir alimento balanceado para consumo animal.
Sus semillas son muy útiles para purificar el agua pues contienen un polielectrolito catiónico eficaz eliminando la turbidez, por lo que puede ser un buen sustituto del sulfato de aluminio y otros floculantes que su emplean en el tratamiento del agua para consumo humano.
Las flores también son aprovechadas por las abejas, tanto su polen como su néctar son importantes para la producción de miel.
Por su alto contenido de proteínas y otros nutrientes, en muchos países se añade en forma de polvo para fortificar los alimentos y combatir la desnutrición.
La moringa tiene 6 antioxidantes, 15 vitaminas, 21 aminoácidos, 13 minerales y los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, entre otros nutrientes.
Minerales como calcio, hierro, potasio, magnesio, zinc, cobre; vitaminas como la A, C, B1, B2, B3, E, K; antioxidantes y aminoácidos fundamentales para la vida como la histidina y la arginina, que suelen encontrarse en proteínas de origen animal.
Se consume de muchas formas
Puede consumirse cruda o cocida en infusiones, ensaladas verdes, salsas, sopas o cremas, guisos, arroz y como aliño o condimento, en general, para carnes, granos, etc. También puede mezclarse con jugos o cocteles de frutas u otros alimentos para reforzar la alimentación.
Sus propiedades permanecen durante meses, una vez puestas a secar a la sombra, y se pueden conservar enteras o molidas.
Las flores de la moringa, ricas en calcio y potasio, se consumen crudas o cocinadas, incorporadas en ensaladas, sopas y en infusiones.
Las vainas verdes las emplean en algunos países para hacer variedades de curry. Las raíces son buenas para preparar salsas pues tienen un sabor parecido al del rábano picante.
De las semillas se puede producir aceite comestible de alta calidad que no se pone rancio, similar al aceite de oliva. Éstas pueden incorporarse a las ensaladas tanto hervidas en agua como secas y tostadas.
La moringa es beneficiosa para la salud
Los fitonutrientes de las hojas de la moringa estimulan la salud porque ayudan al cuerpo a eliminar las toxinas, fortalecen el sistema inmunológico y detienen la oxidación celular.
Desde la antigüedad en la india se le atribuyen propiedades medicinales para distintas dolencias, muchas de ellas han sido confirmadas por estudios clínicos, aunque todavía continúan las investigaciones para comprobar sus efectos sobre la salud.
La moringa es una de las mayores fuentes de antioxidantes naturales que existen, por lo que ayuda a frenar de forma notable el efecto de los radicales libres y a prevenir infecciones, formación de tumores, mejora la salud cardiovascular y en general el envejecimiento y deterioro general del organismo.
Es recomendada como antiinflamatorio, antiasmático, antihipertensivo y antianémico. Entre otras propiedades activa el metabolismo, contribuye a proteger el hígado y el riñón, hidrata la piel, ayuda a desintoxicar y fortalece los músculos y huesos, a mejorar la alerta mental, la memoria y la capacidad de aprendizaje.
Al ácido clorogénico que contiene ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre después de las comidas.
Esta maravillosa planta puede ser cultivada en casa, en jardines comunes de urbanismos y comunidades para aprovechar sus propiedades nutritivas y para la salud. Puedes plantarla en una maceta o directamente en la tierra. Si lo haces en un recipiente, el tamaño apropiado de uno 40 litros o más.
Con información de FAO, Web Consultas, Cuba Ahora y Cuerpo Mente
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