El decreto que añade la octava estrella en la bandera nacional fue escrito por el Libertador Simón Bolívar hace más de doscientos años, por lo que con su inclusión en el año 2006 se honró su palabra y su legado histórico.
Así, las ocho estrellas actualmente dispuestas en el estandarte nacional representan a las provincias de: Margarita, Caracas, Cumaná, Barinas, Trujillo, Barcelona, Mérida y Guayana.
“A las siete estrellas que lleva la Bandera Nacional de Venezuela se añadirá una, como emblema de la provincia de Guayana, de modo que el número de estrellas será en adelante de ocho”, reza el Decreto emitido por el Libertador el 20 de noviembre de 1817. Con esta medida, Bolívar reconoció el valor que esta región del país tuvo en el impulso a la gesta independentista y la desmoralización irrefrenable del ejército realista.
Tendrían que pasar casi 190 años para que otro gigante de la historia del país, el Comandante Hugo Chávez, planteara retomar la voluntad del padre de la Patria para dar una nueva imagen a nuestro pabellón nacional, la que siempre debió tener.
Referencias históricas de las estrellas
Tras los acontecimientos del 19 de abril de 1810, que apuntaron a la independencia al rechazar continuar bajo el dominio de la monarquía española y destituir al general Vicente Emparan, la nueva Junta de Gobierno – primera institución autónoma del país – envió comisiones a varias ciudades del territorio para que se unieran al movimiento naciente.
Las provincias que aceptaron la invitación y posteriormente declararon la independencia de Venezuela fueron siete: Margarita, Cumaná, Barcelona, Barinas, Mérida, Trujillo y Caracas.
Las otras provincias, Zulia y Falcón, estaban bajo el yugo español. Asimismo, al momento de firmarse el acta, la de Guayana aún estaba bajo dirigencia de la monarquía.
Años más tarde, en 1816, cuando el Libertador Simón Bolívar arribó al país con la Expedición de Los Cayos para retomar la lucha contra el ejército realista, fue adoptada la bandera con siete estrellas para reconocer el apoyo de esas siete primeras provincias a la causa.
Importancia de Guayana para la independencia
Bolívar se trasladó a Guayana en mayo de 1817 y se percata de su importancia para ganar la guerra contra España. Sus riquezas naturales y redes fluviales, así como los productos agrícolas y ganaderos de las Misiones del Caroní, jugarían un papel decisivo en las próximas campañas para llevar a buen término la guerra.
Allí se llevó a cabo la «Campaña de Guayana» entre 1816-1817, la segunda realizada por miembros independentistas – tras una dura derrota entre 1811-1812 – y que terminó con un gran éxito, al lograr expulsar a las fuerzas realistas, convirtiéndose en uno de los procesos clave para consumar la independencia.
Además de definir acciones para completar la expulsión de fuerzas españolas de Guayana y trasladar la guerra al centro del país y Nueva Granada, Simón Bolívar da forma a las instituciones indispensables para dar fisonomía de Estado a dicha región. Es entonces cuando establece la capital en Angostura, y toma medidas como la creación de un tribunal de secuestro y la repartición de bienes nacionales para los soldados patriotas, viudas y huérfanos de la independencia.
Como reconocimiento al apoyo prestado por esta provincia a la causa, el 20 de noviembre de 1817, Simón Bolívar decretó en el Palacio de Angostura la incorporación de una octava estrella en la bandera nacional, como emblema de la Provincia de Guayana liberada a finales de 1816, amplio territorio conformado por los actuales estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.
El Decreto del Libertador sobre la octava estrella
El decreto sobre la octava estrella fue la consecuencia de otro dictado el 15 de octubre de ese año, poco antes de concluir la acción fluvial sobre el Orinoco y los fortines de Guayana la Vieja, operaciones que junto a la Batalla de San Félix de marzo anterior, completaron la liberación de la estratégica Provincia de Guayana.
Tras asegurarse de la completa expulsión de las autoridades españolas de Guayana, el Libertador procede a decretar la inclusión de la octava estrella el 20 de noviembre de 1817.
“Simón Bolívar. Jefe Supremo de la República Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada. Habiéndose aumentado el número de las Provincias que componen la República de Venezuela, por la incorporación de la Guayana decretada el 15 de octubre último, he decretado y decreto:
Artículo Único. – A las siete estrellas que lleva la Bandera Nacional de Venezuela se añadirá una, como emblema de la provincia de Guayana, de modo que el número de estrellas será en adelante de ocho.
Dado, firmado de mi mano, sellado con el sello provisional del Estado y refrendado por el Secretario del despacho, en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Angostura, a 20 de noviembre de 1817”.
El decreto tuvo vigencia sólo por cuatro años, pues quedó derogado el 4 de octubre de 1821 por el Congreso de Cúcuta, que tenía como objetivo la unificación de Nueva Granada y Venezuela en una sola nación. Más tarde, tras la desintegración de la Gran Colombia, la bandera volvería a tener solo siete estrellas, desconociendo el Decreto del Libertador.
Evolución de la bandera
La bandera nacional tuvo varias modificaciones desde el diseño que presentó Francisco de Miranda ante el primer Congreso de Venezuela, aprobado el 14 de julio de 1811, el cual tenía las tres franjas amarillo, azul y rojo y ninguna estrella. En mayo de 1817 se incorporan las siete estrellas que representaban las provincias que habían proclamado la Independencia el 5 de julio de 1811, y unos meses después sumarían 8 con el Decreto del Libertador honrando a Guayana.
En 1819, el Congreso de Angostura mantuvo los tres colores mirandinos, pero desapareció las estrellas para colocar un escudo de forma ovalada. La Gran Colombia fue creada por el Congreso de Angostura y ratificada por el Congreso de Cúcuta, que consagró la unión de Venezuela y Nueva Granada. Posteriormente se unieron Panamá, Quito y Guayaquil. Así, el gigante país estableció la famosa bandera tricolor.
Finalmente, la Gran Colombia se disolvió a principios de 1830, tras varias diferencias con Simón Bolívar y algunos partidarios del federalismo quienes buscaban las autonomías regionales.
A raíz de la separación, los diversos gobiernos republicanos, desde 1830 a 1999, dejaron en el olvido el Decreto del 20 de noviembre, restaurando la bandera nacional con siete estrellas.
Voluntad para honrar la historia
Durante mucho tiempo no hubo voluntad política para respetar la última palabra de Bolívar y sus anhelos, puesto que su objetivo tras la guerra de la independencia era la unidad de las provincias de Venezuela.
En 2005 el entonces presidente Hugo Chávez Frías anuncia su disposición de trabajar para que la octava estrella fuera incorporada nuevamente al pabellón venezolano, como símbolo de la unidad venezolana. “La octava estrella es la estrella de Bolívar, la estrella del Libertador”, exclamó en ese momento el Comandante de la Revolución Bolivariana, quien pidió cumplir el decreto de 1817 de Bolívar.
En marzo de 2006, mediante decreto legislativo, la Asamblea Nacional derogó la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacional del 17 de febrero de 1954. Al diseño de la nueva bandera se le colocó una estrella adicional, rescatando así la petición de El Libertador Simón Bolívar de integrar la provincia de Guayana al pabellón nacional. El Escudo de Armas siguió ubicado en el extremo izquierdo de la franja amarilla, pero sufrió algunas modificaciones.
Con esta acción se visibilizaron los indígenas, trabajadores de las empresas básicas, campesinos y próceres nacidos y muertos en este territorio que tanto han dado para que Venezuela sea un país libre, soberano e independiente. La octava estrella invoca el espíritu bolivariano para la refundación de la República y la disposición del Libertador de representar en ella a la provincia de Guayana.
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