Importantes áreas de la selva amazónica comenzaron a emitir más CO2 del que absorben, de acuerdo con un nuevo estudio liderado por científicos brasileños.
Las emisiones ascendieron, entre 2010 y 2018, a mil millones de toneladas de CO2 anuales, según lo estimado por el equipo científico. La deforestación y los incendios son las principales causas de este aumento.
El sureste y este de la selva amazónica son las partes más afectadas, en particular la primera, que actúa como una fuente neta de carbono a la atmósfera en lugar de sumidero de CO2.
Revela el estudio, publicado en la revista Nature, que la parte sureste es responsable de 72% por ciento de las emisiones totales de la Amazonía, donde 62% corresponde a los incendios.
Nuevas mediciones, hallazgos preocupantes
Este no es el primer estudio que alerta sobre que la Amazonía comienza a liberar más dióxido de carbono del que absorbe. Sin embargo, la nueva investigación el confirmar el hecho con datos colectados en el campo, donde cubrieron un área más completa y efectuaron mediciones más cercanas a la realidad.
Para conocer los cambios que se están produciendo en la selva amazónica, los científicos emplearon aviones pequeños para realizar mediciones de los perfiles verticales de concentración del dióxido y monóxido de carbono, hasta 4.500 m sobre el bosque en cuatro lugares, durante el período 2010-2018.
Los resultados evidenciaron que la parte este de la Amazonía, con una deforestación de un 30%, libera hasta diez veces más CO2 que el oeste, cuya tasa de deforestación es 11%, aproximadamente.
El área más golpeada de la Amazonía es el sureste, donde las temperaturas han aumentado 3,07º C en el período más caluroso del año.
El circuito negativo y los incendios
Un hallazgo que preocupa a los investigadores es que parte la selva amazónica está emitiendo CO2 aún sin incendios.
Para Luciana Gatti, autora principal del estudio e investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués), estas emisiones a la atmósfera tienen un impacto considerable porque acelera el cambio climático.
Se intensifica el calentamiento y el estrés hídrico, especialmente durante la estación seca. También aumenta la mortalidad de los árboles y disminuye la capacidad de absorción, lo que genera a su vez, más emisiones de CO2.
«Tenemos un circuito muy negativo que hace que el bosque sea más susceptible a incendios incontrolados», afirma Gatti
Otro resultado evidencia que los incendios produjeron de 1.500 millones de toneladas de CO2 al año, con tan solo 500 millones fueron absorbidas por el bosque. “Solo 18% de las emisiones de las quemas son por el bosque”, indican.
Deforestación de la selva amazónica
Durante los últimos 50 años, señala el estudio, el impacto humano ha afectado a la Amazonía al provocar “una pérdida de bosques de alrededor del 17%, de los cuales el 14% se han convertido, principalmente, en tierras agrícolas (89% pastos y 10% cultivos)”.
Los autores observaron que la acción humana alteró, considerablemente, el equilibrio absorción-emisión. Esto origina que el importante bosque tropical, actúe más como fuente de CO2 y menos como sumidero.
De acuerdo a datos oficiales, en 2019, la deforestación en la Amazonía brasileña (parte este) creció 85 %, ubicándose en 9.165 kilómetros cuadrados, el mayor nivel desde 2016. La tala y la quema; así como la industria de la soja y la ganadería, se relacionan directamente con la deforestación y los incendios de la Amazonía brasileña.
Con información de Revista Nature, The Guardian e IPS Noticias
No te pierdas
> Más del 50% de la Amazonía podría transformarse en sabana
> La Amazonía en cifras. ¿Por qué se precisa protegerla?
> ¿Quiénes están detrás de la explotación de la Amazonía?
> Deforestación e incendios en la Amazonía brasileña aumentaron en junio