Las aguas superficiales del océano alcanzaron un nuevo de récord de temperaturas en 2020, incluso con la pequeña caída en las emisiones globales de carbono durante el confinamiento por el Covid-19.
Un estudio reciente sobre las temperaturas más altas a una profundidad de 2.000 metros desde 1955, evidencia que el año pasado los océanos del mundo absorbieron 20 Zettajoules más que en 2019.
“Esa cantidad de calor podría hacer bullir 1.300 millones de hervidores, cada uno con 1,5 litros de agua”, afirma Cheng Lijing, autor principal, miembro del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU (IPCC) y profesor asociado del Centro Internacional de Ciencias Climáticas y Ambientales del Instituto de Física Atmosférica (IAP) de la Academia de Ciencias de China.
El artículo científico que recoge los resultados de la investigación, elaborado por 20 científicos de 14 institutos de todo el mundo, fue publicado a mediados de enero de este año en la revista Advances in Atmospheric Sciences.
Los océanos continuarán calentándose
Indica el estudio que la tendencia de aumento continuo de las temperaturas oceánicas se prolongará en este siglo.
En ese sentido, los autores del estudio hacen un llamado a los legisladores y otras instancias decisoras para que consideren el daño perenne que pueden causar los océanos más calientes al tratar de mitigar los efectos del cambio climático.
Los científicos explican que si no se toman medidas, las aguas oceánicas por encima de los 2.000 metros, se calentarán unos 2.020 zetajulios para finales de siglo. Lo que significaría un incremento seis veces de la temperatura oceánica en los últimos 60 años.
Advierte Cheng Lijing que si se logra alcanzar el objetivo del Acuerdo de París, una temperatura por debajo de los 2°C respecto a la era preindustrial, “el calentamiento total del océano podría reducirse a la mitad, 1.037 zetajulios aproximadamente, entre 2081y 2100”. Sin embargo aún es tres veces mayor que en el pasado.
Eventos climáticos más extremos
El calentamiento de los océanos provocará eventos climáticos más extremos tales como lluvias más intensas en tormentas y huracanes, especialmente, aumentando el riesgo de inundaciones.
También se volverán más comunes en el futuro los incendios extremos como los ocurridos en 2019 y 2020 en varias partes del mundo (Amazonas, Australia, África, Sibería, etc.).
“Si el océano no está ya hirviendo es porque es muy grande”, afirmó Cheng Lijing en una entrevista concedida a Newtral. Y eso puede terminar en nevadas extremas y olas de calor persistentes, además de convertir al mar en un mortal caldero de pescado, marisco y verdura, biodiversidad amenazada”.
De sumideros a emisores de CO2
Los océanos son el mayor sumidero natural de CO2, el principal gas de efecto invernadero que genera la actividad humana, junto con el metano.
Más del 90 por ciento del calor extra, provocado por el calentamiento global, es absorbido por los océanos, por lo que el calentamiento de los océanos es un indicador directo del primero.
Pero debido al calentamiento y la acidificación, la función de los océanos como sumidero natural y mitigador del calentamiento del planeta se vuelve menos eficaz. Con el agravante de que pueden transformarse en emisores del carbono retenido durante años.
“Cuando la superficie del océano se calienta, el calor penetra en las capas más profundas por lo que todo el océano se está calentando”, señala el científico del IPCC y autor principal de estudio. Esto provoca un desequilibrio que repercute no solo en el ecosistema marino, en el ciclo de carbono y en el clima.
Al haber un calentamiento neto de la atmósfera “el océano se mantendrá caliente hasta que se alcance un nuevo equilibrio”, lo que implica que no basta con dejar de inmediato las emisiones de dióxido para que éste se enfríe.
Consecuencias inevitables
Resalta el artículo que el compromiso de los países para alcanzar neutralidad de carbono o carbono cero, es necesario prestar atención especial al océano.
“Cualquier actividad o acuerdo para abordar el calentamiento global debe ir acompañado de la comprensión de que el océano ya ha absorbido una inmensa cantidad de calor y continuará absorbiendo el exceso de energía en el sistema de la Tierra hasta que los niveles de carbono atmosférico se reduzcan significativamente”.
Los científicos afirman que “las sociedades deben adaptarse a las consecuencias ahora inevitables de nuestro calentamiento constante”.
Con información de Advances in Atmospheric Sciences, Global Times, Ibergplug y Newtral
Gráficos Advances in Atmospheric Sciences
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