El geofísico polar Dirk Notz, de la Universidad de Hamburgo en Alemania, y su equipo examinaron decenas de diversos modelos climáticos que simulaban la evolución del hielo ártico en el futuro. En gran parte de las simulaciones, el océano Ártico se queda prácticamente sin hielo en los veranos antes de alcanzar el año 2050, sin importar qué escenario hipotético se emplee para realizar la proyección.
La información proviene del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados Fase 6 (CMIP6 por sus siglas en inglés), que integra algunas de las proyecciones climáticas globales de última generación.
La investigación toma en cuenta los datos de las Trayectorias socioeconómicas compartidas (SSP) y el Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados (CMIP). Estas fuentes predicen cómo cambiará el clima de la Tierra, dependiendo de las políticas climáticas que se adopten y de cómo se gestionen las emisiones de gases de efecto invernadero.
El deshielo llegará en cualquier escenario
En la mayoría de las simulaciones de CMIP6, el Océano Ártico se vuelve prácticamente libre de hielo marino en los veranos antes de llegar al año 2050, independientemente del escenario hipotético empleado.
Destaca que la desaparición anual de hielo ocurre con más frecuencia en los modelos basados en altas emisiones de CO2, lo que significa que podemos mantener esos veranos libres de hielo al mínimo, siempre y cuando reduzcamos el efecto invernadero.
Aunque reduzcamos las emisiones globales de manera rápida y sustancial y por tanto mantengamos el calentamiento global por debajo de los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, es probable que el hielo del Ártico igualmente desaparezca ocasionalmente en verano, incluso antes de 2050.
El ártico y su ritual para convertir hielo
Por millones de años, el Ártico ha observado un ritual ininterrumpido. En invierno, el hielo marino ártico se expande, a medida que las temperaturas polares bajo cero congelan las aguas. En verano, la bolsa de hielo se retira, a medida que las temperaturas más cálidas descongelan las ganancias obtenidas en el invierno y las devuelven al océano.
Hace varias décadas que se observa que el hielo del Polo Norte se expande cada vez menos y se retira cada vez más en las respectivas temporadas. Ahora, tal y como advierte un nuevo análisis, la presencia permanente de hielo en la zona empieza a verse amenazada.
En la era del cambio climático, el reflujo y flujo de este ciclo se ha alterado. En las últimas décadas, la cobertura total de hielo ártico ha estado en declive, expandiéndose menos y retirándose más, cada año. De hecho, un estudio realizado por la Organización Mundial de Meteorología durante el quinquenio 2014-2019 indicó que el derretimiento se había acelerado exponencialmente.
El ártico nos convoca a cambiar el sistema
El hielo marino es muy importante, debido a que juega un papel crucial en los ecosistemas del Ártico. Proporciona superficies de caza para algunas especies y mantiene la temperatura del extremo norte de nuestro planeta. Es imperativo cambiar el sistema para preservarlo.
Si hay alguna buena noticia aquí, es que aún podemos reducir la frecuencia de estos veranos árticos sin hielo, reduciendo las emisiones de CO2. Los modelos y las simulaciones pueden predecir muchas cosas, pero la única trayectoria que realmente importa es el camino que decidimos colectivamente tomar.
No todo está perdido, aún se puede disminuir la emisión de CO2, entre otras cosas, para reducir el impacto negativo medioambiental y reducir la frecuencia de estos veranos sin hielo en el Ártico.
Si bien algunos gobiernos, organizaciones y expresiones de la sociedad organizada están promoviendo acciones para revertir la situación, es posible que en determinados problemas ambientales el daño se vuelva irreversible. Por ello vale ratificar que es hora de salvar el clima, para vivir en la tierra.
Con información de Sputnik News, Actualidad RT, Futuro 360 y VIX
Fotos cortesía de National Geographic, La Vanguardia y Actualidad RT
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