Hace más de 23 años cobró vida el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz Diez, territorio del color. Inaugurado el 17 de diciembre de 1997, en un edificio diseñado por el arquitecto Horacio Corse, está ubicado en la Avenida Bolívar de Caracas.
La institución museística, que lleva el nombre de uno de los máximos representantes del arte contemporáneo nacional, ofrece en sus espacios unas 200 obras del denominado maestro del color, hoy reconocido en el mundo como uno de los más prominentes protagonistas del arte óptico y cinético.
El museo, que proporciona impactantes recorridos por el color y la forma, es la única institución de Venezuela dedicada al estudio, exhibición, colección y conservación de la estampa y el diseño.
Hoy es una vitrina para exhibir las creaciones de artistas venezolanos y de otras latitudes en el área de la estampa tradicional y experimental, así como de los diseñadores y sus productos en sus distintas modalidades.
El Museo Cruz Diez
En la avenida Bolívar de Caracas destaca la blanca estructura del Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez. La arquitectura de la edificación, diseñada por el arquitecto Horacio Corse, propicia la sensación circular al entrar en ella.
Desde su inauguración en el año 1997 exhibe obras del maestro del cinetismo Carlos Cruz Diez y otros artistas contemporáneos, vinculados a la estampa y al diseño.
El edificio tiene cuatro niveles en un área de 2.406 metros cuadrados. La colección del Museo Cruz Diez cuenta con más de dos mil obras del arte de la estampa y el diseño.
De reducidas dimensiones y no tan conocido, el Museo Cruz Diez, reúne interesantes piezas en sus exposiciones permanentes e itinerantes.
Esta institución es la primera de Venezuela dedicada al estudio, colección y exhibición de obras de dos valiosas disciplinas del desarrollo cultural y socioeconómico: la estampa y el diseño en sus diferentes expresiones.
Territorio del color y la forma
El Museo Cruz Diez reúne obras de artes gráficas trans-media, así como distintos formatos de artes gráficas tradicionales como serigrafías, grabados, tipografías y litografías.
También muestra libros de artistas, guardados en cajas acrílicas para su protección, así como obras de gráfica experimental, que relacionan las artes tradicionales con nuevos soportes, dimensiones, intervenciones espaciales y recursos tecnológicos.
En la planta baja, se presentan exposiciones temporales, que se renuevan cada cierto tiempo.
El Museo Cruz Diez es un espacio para el aprendizaje. Al final de la Sala 1 se encuentra el espacio MEDIvierto, en donde los niños aprenden las técnicas de serigrafía, monotipo, punta seca y colografía. Grupos y colegios asisten a las actividades y espacios del MEDI para realizar talleres en los que pueden aprender sobre gráfica y diseño. Además, en temporada vacacional ofrecen una variedad de actividades para niños y jóvenes.
El territorio del color continúa en los pasillos entre el segundo y el tercer piso, en los que se exhibe un extracto de la Emblemática del alemán Gerd Leufert. Se pueden apreciar vinilos que reproducen el trabajo que hiciera el artista en Venezuela, recolectado por Álvaro Sotillo en el año 1984.
En tanto la sala 3 ofrece una interesante muestra de la tipografía latinoamericana.
Cruz Diez en el museo
La sala que marca la entrada al territorio del color es la 2, pues alberga, desde 2015, la exposición Atrapando el Color, que exhibe piezas de toda la trayectoria del maestro Carlos Cruz-Diez.
Ofrece esta exposición un recorrido gráfico por la investigación y el pensamiento del artista cinético venezolano, con obras y video.
Toda esta sala del Museo Cruz Diez está plena de colores incontenibles, que están allí o van apareciendo mágicamente por el efecto óptico. La muestra tiene carácter permanente, didáctico y está invariablemente en proceso. Las obras provienen de la colección que custodia la Fundación Museos Nacionales.
Reúne 200 piezas del maestro del cinetismo, 70 de las cuales fueron donadas por el artista venezolano. Todas tienen en común que parecen tener vida propia, y cambian con el ángulo desde el cual se las mira.
Entre ellas destacan las Fisicromías, estructuras que bailan en un universo del color y hacen danzar con ellas, al espectador. También incluye los primeros óleos de Cruz-Diez, en los que el color, la luz y la geometría juegan sobre los lienzos.
Quienes visiten la sala pueden conocer la investigación Couleur Additive, con cuadros de gran formato y serigrafías, que se fundamenta en la irradiación del color. En palabras del maestro, “en la evidencia de que cuando dos planos de color se tocan, aparece una línea virtual más oscura en la zona de toque”.
Si hay algo que demuestra que éste es el territorio del color es la Cámara de Cromosaturación. Es una de las obras más importantes del artista, instalada en el Museo Cruz Diez desde 2014 cuando el artista la donó. Cruz Diez dio específicas instrucciones para su debido montaje y funcionamiento, en ese entonces.
El color atrapado en una cámara
Un máximo de quince personas, pueden adentrarse al mismo tiempo en esta cámara ubicada en el Museo Cruz Diez, donde el color está atrapado y varía a cada instante, creando una vivencia única.
Se trata de un ambiente artificial diseñado por el maestro y compuesto por tres cámaras de color: roja, verde y azul, que sumergen al visitante en una situación monocroma absoluta. La experiencia causa perturbaciones en la retina, habituada a percibir simultáneamente amplias gamas de colores.
La cromosaturación puede activar la noción de color en el espectador como una situación material y física que se produce en el espacio, aun sin la ayuda de la forma, e incluso sin soporte alguno.
Al salir de la cámara, una pared muestra las obras urbanas de Carlos Cruz Diez en Venezuela. Junto a ella se puede ver un corto documental sobre el artista que explica su investigación sobre el territorio del color.
Más de Carlos Cruz Diez
La exposición del maestro venezolano del arte cinético en el Museo Cruz Diez, incluye también unas duchas de color, cada una de las cuales genera sensaciones diferentes.
Se exhiben también, afiches de algunas de sus exposiciones en Europa como la Ópera Quatre Saints en trois actes, de Francia.
Otra muestra digna de resaltar entre las exposiciones, es la de los logotipos creados por Carlos Cruz Diez, etapa creativa no muy conocida del artista.
Sin duda, recorrer el Museo Carlos Cruz Diez es recorrer el territorio del color y empaparse de él. Conocer las formas de artes sobre el diseño y la estampa, mediante expresiones creadoras de Venezuela y del mundo. Es la oportunidad de acercarse al trabajo de uno de los más grandes artistas de nuestro país.
Con información de Fundación de Museos Nacionales, IAM Venezuela y Venezuela Tuya.
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