El casabe fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad durante la 19ª sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El expediente, denominado “Conocimientos y prácticas tradicionales para la elaboración y consumo del pan de yuca”, fue inscrito por Venezuela, Cuba, República Dominicana, Haití y Honduras, y formó parte del grupo de 58 candidaturas a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, evaluadas en la 19ª sesión del Comité Intergubernamental que se realiza en Paraguay del 2 al 7 de diciembre.
Se trata de la primera nominación multipaís de la región, la cual fue valorada como una herencia cultural que ha sobrevivido en todo tiempo como símbolo de resistencia desde los indígenas y los cimarrones que se alimentaban con el casabe.
Con esta declaratoria, suman 10 manifestaciones venezolanas reconocidas por la Unesco. El año pasado, Los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua se convirtió en la novena manifestación venezolana en ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Merecido reconocimiento
Desde Caracas, donde se celebró junto a grupos de portadores de la iniciativa del casabe el anuncio de la declaratoria de este alimento ancestral, el ministro de Cultura, Ernesto Villegas, destacó que constituye un paso hacia la descolonización cultural.
“Al hacerlo, estamos reconociendo la contribución de nuestros pueblos originarios, de nuestros pueblos indígenas, a la fisonomía cultural de nuestra América que va hacia la descolonización cultural. ¡Viva el casabe!”, señaló Villegas.
Durante más de dos años Venezuela trabajó junto con los otros países en el expediente para elevar al casabe como Patrimonio de la Humanidad en lo que constituye su primera propuesta multinacional. Tomando en cuenta que el casabe se produce en tierras tropicales latinoamericanas y caribeñas, se incorporaron a la postulación Cuba, República Dominicana, Haití y Honduras.
En República Dominicana, por ejemplo, es llamado casabe Taíno, en referencia a los antiguos pueblos indígenas que poblaron la isla, los cuales, a pesar de ser exterminados, legaron costumbres como la preparación de este alimento.
Casabe nuestroamericano

Secado artesanal de casabe en una comunidad indígena del estado Bolívar. ..El casabe al sol es el último paso en la preparación de este alimento de origen ancestral. 1996. (Ramón Lepage / Orinoquiaphoto)
El casabe, herencia de la buena alimentación prehispánica, fue marginado por mucho tiempo por considerarse el alimento de los humildes, insípido, simple, con una textura rasposa y dura. Hoy en día, es conocido, degustado y apreciado en el mundo, y es un aporte de Nuestra América a la gastronomía mundial.
Luego de siglos de existencia el casabe se mantiene incólume, conservando su esencia tanto en elaboración como en consumo.
Básico para nuestros pueblos originarios, el casabe proviene de la yuca, tubérculo de los países de Nuestra América. Requiere un complejo proceso de elaboración que va desde lavar, pelar y rallar la yuca, molerla, exprimirla, llevarla a la prensa para después tamizarla, cocinarla y secarla al sol. Rico en fibra, proporciona carbohidratos saludables, por lo que su consumo regular ayuda a la buena digestión y mantiene la salud.
Dada sus potencialidades alimenticias, la rica herencia de las técnicas para producirlo y la cantidad de beneficios que ofrece, sin duda el casabe es un legado ancestral que forma parte de lo afirmativo venezolano.
Ahora le toca a la arepa
A finales de noviembre Venezuela formalizó, ante la Unesco, la postulación de la arepa venezolana como Patrimonio Cultural Inmaterial.
El expediente “La arepa venezolana: elaboración, consumo e identidad en la familia y en el espacio público” fue elaborado de forma conjunta con comunidades del país y los aportes del aporte del Centro de Diversidad Cultural, el Instituto Nacional de Nutrición y el Ministerio de la Alimentación.
Sin duda, tanto el casabe como la arepa constituyen alimentos fundamentales de la identidad gastronómica y cultural del venezolano, de allí su importancia de ser reconocidos en el mundo como patrimonio cultural.
Con información de Unesco, AVN y VTV
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