Los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua se convirtió en la novena manifestación venezolana en ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés), y la quinta del estado Miranda.
La decisión se anunció durante la décimo octava Reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, realizada en Botsuana, África, en la que la Unesco inscribió esta expresión cultural bajo la modalidad Registro de Buenas Prácticas.
Esta declaratoria reconoce el trabajo organizativo realizado a través de los Núcleos de Iniciación y Transmisión de Saberes, así como de los Consejos Comunitarios para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial, creados como parte de un programa de salvaguardia propuesto por Venezuela para garantizar la continuidad de la festividad de generación en generación.
De esta manera, la manifestación y las acciones para su preservación son reconocidas por tratarse de una experiencia que refleja fielmente los principios y objetivos de la Convención de la organización sobre el patrimonio vivo.
Una buena práctica
La puesta en marcha del “Programa para la Salvaguardia de los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua: Núcleos de Iniciación y Transmisión de Saberes y Consejos Comunitarios”, ha llevado a una mayor coordinación entre las comunidades y alianzas con secciones del gobierno estatal y local, así como con entidades privadas.
Se trata de un esfuerzo articulado entre las instituciones y el poder popular organizado que contempla actividades de formación, investigaciones comunitarias y seminarios, entre otras herramientas diseñadas para despertar en niños, jóvenes y adultos el interés de pertenecer a la parranda.
El programa refuerza la viabilidad y la transmisión del patrimonio vivo, potenciando el diálogo y la interacción intergeneracional.
En el portal del Centro de Diversidad Cultural se indica que en el reconocimiento de la Unesco destacan varios aspectos, entre ellos que en la manifestación los Consejos Comunitarios trabajan por la organización de la comunidad con el objetivo común de salvaguardar el patrimonio vivo. En este sentido, el expediente presentado por el país describe la participación de portadores y figuras relevantes de esta expresión cultural.
La experiencia de los Núcleos de Iniciación y Transmisión de Saberes
Por otra parte, el expediente presentado por Venezuela resalta que los Núcleos de Iniciación y Transmisión de Saberes son un reflejo de cómo las comunidades, los grupos y los individuos tienen un papel principal de la salvaguardia de su propio patrimonio cultural inmaterial, en consonancia con los principios de la Convención 2003.
Organizados en Redes y creados por y para las comunidades que los eligen democráticamente, estos Núcleos actúan entre sí y con su entorno en alianza con instituciones locales, regionales y nacionales.
Tanto los Núcleos de Iniciación y Transmisión de Saberes como los Consejos Comunitarios de la manifestación representan un modelo de expansión con vistas a promover y salvaguardar el patrimonio vivo, reforzando su viabilidad y fortaleciendo las identidades culturales locales para contribuir al desarrollo sostenible.
Estos cuentan con estructuras organizativas responsables dentro de los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua, y están en capacidad de evaluar actividades y proyectos a través de sus propios mecanismos de diagnóstico.
Quinta de Miranda y novena de Venezuela
Con este reconocimiento, el estado Miranda cuenta ya con cinco manifestaciones culturales que han sido reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Las otras cuatro manifestaciones son los Diablos Danzantes de Corpus Christi (2012); la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire (2013); el Programa Biocultural para la Salvaguardia de la Tradición de la Palma Bendita de Venezuela, ingresada al Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de la Unesco (2019), y los tambores y las festividades de San Juan Bautista (2021).
Entre otras expresiones venezolanas reconocidas por la Unesco se incluyen los conocimientos y las tecnologías tradicionales relacionadas con el cultivo y procesamiento de la Curagua (2015) y el Carnaval de El Callao (2017).
Además, el registro de la Unesco incluye dos manifestaciones inscritas en la Lista de Salvaguardia Urgente: la tradición oral Mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral (2014), y los Cantos de llano colombo-venezolanos (2017).
De África para Venezuela y el mundo
En los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua destaca su origen, el cual remite al antiguo continente africano y sus creencias como elementos propios de esta expresión patrimonial venezolana.
Sin embargo, la manifestación mirandina es un sincretismo que mezcla estas creencias africanas con expresiones indígenas y de la religión europea, creando una celebración mágico religiosa, única en el mundo.
El vínculo africano en esta expresión cultural se evidencia como parte de esta rebeldía innata de los esclavizados traídos a este continente, quienes transformaron sus cantos originarios en nuevas particularidades que hoy se expresan en el teatro, baile y en la línea melódica de los coros que se cantan en los Bandos y Parrandas.
Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua
Esta celebración afrovenezolana cuenta con más de 200 años de tradición. Se realiza el 27 y 28 de diciembre en los sectores de La Línea y Pantoja de la parroquia Caucagua, municipio Acevedo del estado Miranda. Representa celebraciones callejeras caracterizadas por la música en directo y la vestimenta satírica que se burla de los estilos de antiguos dueños de esclavos en la región.
La festividad inicia el 27 de diciembre con la lectura del bando, una especie de manifiesto parecido al que celebra la emancipación de los pueblos cimarrones y donde se nombran a las personas que estarán a cargo de la parranda. El 28 las parrandas recorren las calles de Caucagua, entonando cantos acompañados con la trompeta y los tambores.
Su origen se remite a la época de la colonia cuando los españoles otorgaban el día libre a los negros esclavizados, quienes preparaban una fiesta para evocar el deseo de emancipación. En ese festejo, los cimarrones se burlaban de los capataces, las mujeres se vestían con paltó, grandes sombreros de flores y otros harapos, y un machete en la mano, imitando a los hacendados. Preparaban mucha comida, bebidas y evocaban cantos. El mando está conformado en un 95 % por mujeres, distribuidas en diferentes personajes, pues las féminas asumen la dirección de la parranda como una forma de rebelarse ante las injusticias de los colonizadores.
La fecha de los Santos Inocentes coincide con la historia de Herodes, por lo que la parranda representa, además, el rechazo a la muerte de gente inocente y el triunfo del bien sobre el mal. Entre los personajes que conforman la parranda se encuentran El Bolero, La Jefa de Parranda, El Abanderado, El Comandante de Policía, La Secretaria, La Verdugo, fiscales, comandantes de policía, músicos y demás parranderos.
Rescate a tiempo de los Santos Inocentes de Caucagua
Esta manifestación cultural hoy reconocida como patrimonio de la humanidad estuvo en riesgo de desaparecer.
La parranda de los Santos Inocentes se disfrutaba en varias zonas mirandinas como Pantoja, Mendoza, Araguita y Tapipa Grande, pero la tradición se fue perdiendo al punto de que hace 40 años, ya no salía en el sector La Línea y desapareció de varios caseríos. Sin embargo, la fuerza del legado ancestral se impuso y con músicos de un pueblo cercano la fiesta volvió a tomar las calles de Caucagua.
La parranda de Pantoja, por su parte, es el legado de toda una familia que inició la bisabuela, hace más de 200 años, siguió con su hija, la nieta, el nieto y ahora el bisnieto quien la preside, aunque el mando siempre es de las mujeres.
Tanto en la parranda de la Línea como en la de Pantoja, la información sobre la tradición, así como la participación ha ido pasando oralmente, de generación en generación, garantizando con ello su preservación en el tiempo.
Otro ejemplo para el mundo
El “Programa para la Salvaguardia de los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua: Núcleos de Iniciación y Transmisión de Saberes y Consejos Comunitarios”, reconocido por la Unesco puede ser un modelo para que otros países de América Latina interpreten y presenten sus historias culturales desde una perspectiva descolonizadora, lo que es especialmente relevante para países con raíces afrodescendientes.
También puede servir de guía para comunidades y Estados que deseen revitalizar sus prácticas colectivas y salvaguardar su patrimonio cultural inmaterial.
Con información de Centro de la Diversidad Cultural, Gobernación de Miranda y Últimas Noticias
Fotografías de la Gobernación de Miranda
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