Los cantos de pilón constituyen una de las expresiones musicales que pertenecen a los llamados cantos de trabajo o de faena. Tonadas a capela para acompañar el pilado del maíz.
Una ardua y extenuante labor diaria asumida por las mujeres para descascarillar grandes cantidades de maíz al golpear los granos en el pilón (mortero grande de madera) con un mazo de madera largo (mano de pilón). Si bien la industria hoy provee tanto la harina precocida lista para hacer la masa, como el grano pelado y partido, en algunas zonas del país, particularmente en los pueblos rurales, aún pervive esta faena.
La base del canto que entonaban las pilanderas es el rítmico movimiento de la pesada mano de pilón que sube y baja, continuamente, al centro del pilón. Son tonadas espontáneas con las que aligeraban la ruda labor y compartían vivencias, saberes, experiencias cotidianas, propias o de la comunidad, deseos y aspiraciones.
“Io, io, dale duro a ese pilón, io, io, que se acabe de rompé io, io, que en el monte hay mucho palo y papá lo sabe hacé io, io”.
Cantos de trabajo
Venezuela registra una variedad de cantos de trabajo: cantos arreo del ganado, de ordeño, de vela, de pilar maíz, recolección de cosecha (café y cacao), de labranza, de molienda, de lavar la ropa; así como los que ofrecen servicios de casa en casa, heladeros, zapateros y amoladores de cuchillos van por las calles entonando sus pregones.
Los cantos de trabajo del Llano colombo-venezolano, fueron incluidos por la Unesco en la Lista del Plan Especial de Salvaguardia Urgente del Patrimonio Cultural Inmaterial, en diciembre de 2017.
En general, los llaneros cantan sobre los retos de la vida individual y colectiva, temas transmitidos de forma oral desde su infancia. Manifestaciones vocales durante el arreo, ordeño, domesticación y vela para pastorear un rebaño a descampado, o tranquilizarlo en las noches, que son imprescindibles para su eficiente cumplimiento.
Sobre esta manifestación cultural el musicólogo venezolano Luis Felipe Ramón y Rivera escribió, en su libro Cantos de Trabajo del Pueblo Venezolano: “El canto de trabajo es universal [nos dice el autor en la introducción de su libro]. El hombre canta mientras trabaja, muchas veces con el deseo de acompañarse, de no estar completamente solo. Cualquier canto aprendido quién sabe dónde puede acompañar al hombre en su trabajo; pero ya desde el comienzo mismo de la actividad humana, valga decir, desde los tiempos más remotos y entre los hombres más primitivos, el canto asume con el trabajo una función más alta: la de alabar a los dioses por el buen fruto de las cosechas”.
Los cantos de pilón
Las labores de pilar y moler el maíz siempre ha sido asumidas por la mujer. El pilado solía efectuarse, principalmente, al final de la tarde. También podía realizarse muy temprano en la mañana, antes de que despuntara el sol.
Por lo general, el pilado es realizado entre dos mujeres. Cada una se sitúa frente al pilón con una ‘mano’ (mazo largo de madera de 4 kilos aproximadamente).
Una vez se coloca el maíz humedecido dentro del pilón comienza la faena que consiste en golpear los granos con la punta de la ‘mano’. El trabajo pesado está justamente en levantar el pesado mazo.
La funcionalidad del canto para pilar maíz se expresa muy bien en esa sílaba “oi”, (a veces dicen “ai”) que acompaña el momento en que desciende la ‘mano de pilón’, cuando la mujer exhala con fuerza el aire, para inhalar de nuevo al levantar el mazo.
El ritmo lo marcan las pilanderas
El ritmo de los cantos de pilón lo marcan las pilanderas con la velocidad del movimiento alterno de la mano o mazo cuando golpean el grano. Ambas deben mantener la coordinación para los mazos no choquen.
Durante la faena las mujeres se alternan los versos, los cuales se separan con la sílaba oy u oi, y también ay o ai en un diálogo sobre temas cotidianos, hechos o personas de su entorno.
Gracias a la recopilación de prominentes investigadores y musicólogos destacados entre los que destacan Luis Felipe Ramón y Rivera, Isabel Aretz y Francisco Carreño; así como a la difusión que han hecho, en diferentes momentos, conocidos cantantes, grupos musicales y cultores populares, cuyos registros pueden encontrarse en las plataformas digitales y algunas redes sociales, las nuevas generaciones pueden conocer los cantos de pilón, expresión musical que, sin duda, es parte de lo afirmativo venezolano.
Comparto la letra completa del que quizá sea el Canto de Pilón más difundido:
Dale duro a ese pilón Io, io Que se acabe de romper Io, io en el monte hay mucho palo mi papá lo sabe hacer.
Ya me duele la cabeza Io, io de tanto darle al pilón, Io, io para engordar un cochino y comprarme un camisón.
Si por tu marido es Io, io ‘cojelo’ que allá te va, Io, io un camisón de cretona no me lo ha llegado a dar.
Allá arriba en aquel cerro, Io, io ta’ un matrimonio civil, Io, io se casa la bemba e’ burro, con el pescuezo e’ violín.
Alla va la cara e’ diablo, Io, io de corazón de demonio, Io, io que tiene la lengua negra de levantar testimonios.
Yo no quiero hombre casao, Io, io porque ‘jiede’ a matadura, Io, io yo quiero uno solterito que huele a piña madura.
Y la zoqueta se cree, Io, io que todo se lo merece Io, io y vive en un pe’azo e’ rancho que el viento se lo estremece.
Con información de Cuenta el Abuelo, Fundación CIEV y Fundación Bigott
Ramón y Rivera, Luis Felipe. Música folklórica y popular de Venezuela. Ministerio de Educación, Caracas 1963, publicado en PDFCoffee
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1 comentario
Maravilloso acervo cultural, esto debe ser publicado y divulgado en cada espacio y rincón de nuestro país…. Merece un gran reconocimiento.