Entre el centenar de especies de colibríes que habitan en Venezuela, destaca el colibrí de Perijá. La diversidad de verdes con destellos dorados y cobrizos de su plumaje, otorga a esta pequeña ave la gracia y hermosura con la que es reconocida.
Autóctona de la Sierra de Perijá, en la frontera de Venezuela y Colombia, Metallura iracunda, su denominación científica, es una especie poco conocida en nuestro país y habita un área muy restringida de este imponente paraje natural. Por otra parte, los estudios sobre su biología y ecología son escasos.
Conocida también como metalura de Perijá, metalura iracunda y Perija Metaltail, en inglés, el singular colibrí está protegido por dos Áreas bajo régimen de administración especial (ABRAE): El Parque Nacional Sierra de Perijá y la Zona Protectora San Rafael de Guasare, ambas ubicadas en el estado Zulia.
Verde oscuro, esmeralda y oliva
Los colibríes son aves únicas y fascinantes que solo existen en el continente americano, donde habitan unas 350 especies. Venezuela alberga entre 100 y 105 de ellas. Metallura iracunda o colibrí de Perijá, forma de este grupo de aves de la familia Trochilidae presente en nuestro país y es una de las cinco especies endémicas.
De acuerdo al Diccionario Helm de Nombres Científicos de Aves, Metallura es un nombre genérico femenino que tiene su origen en una combinación de las palabras griegas metallon que significa metal, y oura que significa cola. Mientras que el nombre de la especie, iracunda, proviene del latín iracundus que significa iracundo, irascible.
Tiene un plumaje donde destacan los colores luminosos. Su cabeza es verde fosforescente, la garganta exhibe un verde esmeralda brillante, el pecho y el vientre son de un verde oliva negruzco. Las plumas del dorso son principalmente cobrizas con matices negruzcos y algunos destellos dorados. En tanto la cola, ancha, horquillada y medianamente larga, destaca por el intenso rojo púrpura.
El colibrí de Perijá mide entre 10 y 11 centímetros de alto. El macho de mayor talla contrasta de la hembra de menor tamaño y plumaje más claro.
Distribución restringida y localizada
La distribución de Metallura iracunda está restringida a la Sierra de Perijá, localizada en el estado Zulia de Venezuela, y los Departamentos La Guajira y Cesar de Colombia.
En nuestro país se conoce su presencia en los cerros Pintado, Viruela y Tres Tetas de Perijá en el Zulia. Habita una estrecha franja altitudinal desde 1.850 a 3.200 m de altitud en bosques enanos y áreas parcialmente abiertas con arbustos y vegetación baja, y herbazales de páramo.
Liba néctar en las flores de especies de una diversidad de árboles y arbustos de varias familias y busca artrópodos entre los frailejones. Se posa en ramas expuestas a mediana altura en bordes de bosque y en matorrales del subpáramo, desde donde vocaliza.
Las amenazas
Al igual que todas las especies de la familia Trochilidae, el colibrí de Perijá está incluida en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES por sus siglas en inglés). A escala global es considerada En Peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN); así como Vulnerable, en la Libro Roja de la Fauna Venezolana. Mientras que el Libro Rojo de Aves de Colombia la catalogan En Peligro.
La población restringida y localizada, así como la pérdida del hábitat por el deterioro ambiental, se encuentran entre las causas de vulnerabilidad y peligro de esta especie única.
Entre las amenazas al área de distribución se encuentran los cultivos ilícitos, la colonización no controlada, la ganadería y la minería asociada a la extracción de carbón, cobre, calizas, arcillas, fosfatos y barita. Actividades están siendo facilitadas por la construcción de carreteras, en especial en el lado colombiano.
Como señala Birds Colombia: “En el lado colombiano de la Serranía de Perijá, la intensa perturbación de los ecosistemas naturales tiene una larga historia. Hay predominancia de ganadería en zonas de páramo y de bosque húmedo montano. Los cultivos ilícitos de amapola y marihuana, las fumigaciones y las quemas intencionales del bosque y el páramo han afectado cientos de hectáreas de hábitat de esta especie. Por otro lado, la construcción de nuevas vías de penetración y la ampliación de la frontera agrícola han aumentado en la última década. El bosque montano primario o secundario en avanzado estado de maduración está siendo removido para darle paso a cultivos de mora, café y la ganadería”.
Cerro Tetari en buen estado de conservación
Sin embargo, existen áreas de la región en buen estado de conservación y con sus ecosistemas originales casi intactos, como el cerro Tetari. En otros casos, el cerro Pintado, por ejemplo, solo cuenta con remanentes de bosques en las laderas de la montaña.
Gran parte del hábitat de Metallura iracunda se encuentra localizado en el Parque Nacional Sierra de Perijá, y, además, en la Zona Protectora San Rafael de Guasare, dos Áreas bajo régimen de administración especial (ABRAE) del estado Zulia.
En Colombia, por otra parte, su hábitat no está protegido sino por una pequeña reserva privada para ecoturismo, lo cual evidencia las diferencias en el grado de conservación del paisaje a ambos lados de la frontera.
Además de realizar estudios de la población e historia natural del colibrí de Perija, los especialistas recomiendan una evaluación del estado actual de su hábitat, utilizando de preferencia series temporales de imágenes percibidas remotamente.
Con información de Especies Amenazadas, Inaturalist (Ecuador) y Birds Colombia
Fotos cortesía de Birds Colombia
No te pierdas
> Colibrí coludo de Caripe, el más largo de los colibríes venezolanos
> Colibrí Ángel del Sol, colorido relámpago del cielo merideño