Aunque de origen incierto, el ponsigué (ziziphus mauritiana) es un pequeño árbol espinoso frutal reconocido por sus múltiples beneficios alimenticios, medicinales, de ornamento y protección ambiental, en regiones tropicales del mundo, y con mucho arraigo en la zona nororiental de Venezuela, donde se cultiva.
El género Ziziphus pertenece a la familia Rhamnaceae, la cual cuenta con cerca de 40 especies, generalmente arbustos y pequeños árboles espinosos, que también se distribuyen en regiones templadas y subtropicales del planeta.
Es llamado por variados y pintorescos nombres en el mundo, como perita haitiana, en República Dominicana; chinee apple, en Australia; ber o bor, en India; coolie plum, en Jamaica; aprin o yuyubi, en Puerto Rico; bedara, en Malasia y phutsa, en Tailandia. En Venezuela se le conoce como ponsigué, manzanita o yoyubo y su mayor fama se debe a un licor tradicional hecho con su fruto.
Árbol pequeño con tallos cortos
Con tamaños máximos entre 8 y 15 metros de altura, Ziziphus mauritiana es considerado un árbol pequeño con tallos cortos, espinosos, que se ramifican cerca de la base y le dan aspecto de arbusto, por lo que así se le conoce en algunas naciones. De color rojizo, su madera es dura, resistente, de textura y granos finos.
Las vistosas hojas son de color verde brillante en la cara superior y con una densa pelusilla blanquecina en la inferior, su forma es elíptico-ovada de base redondeada. La distribución de los nervios que componen el tejido vascular de cada hoja (nervadura) es prominente.
El árbol de ponsigué posee flores pequeñas, amarillentas o amarillo-verdosas, casi sin soporte, que destacan por su desagradable olor. Los frutos van del verde al amarillo, anaranjado y rojizo cuando están maduros. Parecidos a las ciruelas de huesito, de acuerdo a la variedad, son de forma oval, ovada, oblonga o redonda y de 1 a 6,2 centímetros; con pulpa blanca y jugosa antes de alcanzar la madurez, además de dos semillas elípticas de color café.
Aliado en la protección ambiental
Ziziphus mauritiana, es un aliado en la protección del medio ambiente por su reconocida capacidad para soportar condiciones climáticas adversas, como calor intenso, salinidad, sequía, heladas, anegamientos. Por ello es usado en el control de la erosión y se considera una especie adecuada para ayudar en la fijación de dunas costeras y en la defensa contra el viento.
Posee, además, un valor ornamental. En tal sentido es usado en jardines y huertos familiares. Dentro de la jardinería urbana, el ponsigué es buen candidato para glorietas y camellones de avenidas. También es útil para la contención de taludes en carreteras y es plantado para dar sombra al ganado y como cerca viva. Vale destacar que, en India y Australia, las flores se han valorado como una fuente menor de néctar para las abejas, cuya miel es ligera y de buen sabor.
La madera del ponsigué, por su fortaleza, se utiliza para alinear pozos, construir patas para las llamadas camas box spring o americanas; como costillas de barcos, implementos agrícolas y mangos de herramientas, entre otros artículos. Las ramas son útiles como marco para la construcción de viviendas. En África tropical, las flexibles se utilizan para retener las bandas alrededor de los techos cónicos de paja de las chozas y entrelazadas forman las paredes de corrales espinosos para retener el ganado.
Las propiedades medicinales del ponsigué
Al fruto del arbusto ponsigué, conocido con el mismo nombre, se le atribuyen importantes propiedades medicinales. Es portador de vitamina C y minerales como calcio, potasio, hierro y fósforo, por lo que su consumo fortalece el sistema inmunológico y aumenta las defensas del organismo. Además, posee una considerable cantidad de antioxidantes que ayudan a mantener la piel sana y joven.
Entre otros beneficios, el ponsigué, fruta que se puede comer cruda o cocinada, mantiene los dientes, huesos y músculos sanos, facilita la digestión, se puede utilizar como un laxante suave (la fruta madura seca), evita los espasmos musculares.
Las semillas tienen un efecto sedante que calman el sistema nervioso, disminuyen la ansiedad y contrarrestan el insomnio. También se afirma que combinado con jengibre o menta alivia el dolor de garganta.
Usos en la medicina tradicional china e india
Es empleada tanto en la medicina tradicional china como en la india, ambas de creciente práctica en occidente como alternativa a la medicina alopática y sus efectos secundarios. Así los frutos se aplican en cortadas y úlceras; se emplea en enfermedades pulmonares o para tratar la fiebre; y contra la indigestión y la bilis son mezclados sal y chile
Las semillas molidas se toman con suero de leche, para detener las náuseas, vómito y dolores abdominales durante el embarazo. También se frotan en zonas reumáticas, mezcladas con aceite. Las hojas se aplican como cataplasmas y son útiles en trastornos del hígado, asma y fiebre.
El agua donde se haya cocido la corteza se toma para detener la diarrea, la disentería y aliviar la gingivitis. La raíz es usada como purgante. Su decocción favorece la menstruación y también contribuye con la reducción de la fiebre; mientras que, en polvo, se aplica sobre las heridas para secarlas y el jugo de la corteza de la raíz ayudar a aliviar la gota y el reumatismo.
Presente en la familia venezolana
El ponsigué es una fruta de sabor suave, que puede comerse directamente del árbol, en conserva, en dulce o macerada. Es especialmente apreciada por las familias venezolanas, con énfasis en la región nororiental, donde se prepara el licor de ponsigué o ron de ponsigué, bebida aromática, dulce y noble que no falta en las ocasiones especiales.
Elaborada a partir de la maceración del ponsigué, esta bebida artesanal lleva ron blanco, caña blanca o, más recientemente, cocuy; así como azúcar, canela y clavos en polvo. Por su bajo costo, es preparada para compartir en fiestas tradicionales como Navidad, año nuevo, carnavales y velorio de la Cruz de Mayo, entre otras.
Otros usos culinarios de ziziphus mauritiana destacan en países de Europa, donde los frutos son usados para preparar la Jujuba, un dulce gomoso de amplio uso en confitería mientras que, en Indonesia, las hojas jóvenes se cocinan y se comen. Un dato curioso es que en Etiopía, frutos y hojas del ponsigué sirven para atontar a los peces de río, por las saponinas que contienen.
Con información de Vida Agro, Actualidad 24, Inaturalist, Aula Fácil y Aporrea.
Fotos cortesía de Hive Blog y Wikimedia
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