El océano Atlántico está desafiando la tendencia del aumento en la temperatura de las aguas superficiales de los mares a consecuencia del cambio climático. Esto se debe a su área ecuatorial central está enfriándose a un ritmo alarmante, y de prolongarse, afectaría los patrones climáticos en el mundo.
El fenómeno, que mantiene desconcertados a los científicos, inició en el mes de junio de este año, cuando la temperatura superficial del agua en un estrecho corredor a lo largo del Ecuador, cerca de la costa africana, se ha ubicado entre los 0,5 y 1 grado Celsius por debajo del promedio.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), este inusual enfriamiento, que se ha extendido a julio y agosto, podría indicar la aparición de un evento conocido como La Niña del Atlántico, pese a que no están dadas todas las condiciones para ello.
La Niña del Atlántico, hermana menor de la Niña del Pacífico
Los científicos catalogan al evento climático denominado la Niña del Atlántico como la hermana menor de la Niña del Pacífico. Esta última ocurre cuando las temperaturas en el Océano Pacífico oriental, a lo largo del ecuador al oeste de América del Sur, descienden al menos 0,5 grados Celsius por debajo de lo normal.
La Niña del Atlántico es la fase más fría que la media de un ciclo climático natural denominado «modo zonal del Atlántico», el cual alterna entre fases cálidas (el Niño del Atlántico) y frías cada pocos años, influenciado por la interacción entre el océano y la atmósfera. Mientras el Niño provoca huracanes intensos, la Niña es capaz de moderarlos, aunque causa otras afectaciones.
En general, de acuerdo a un artículo publicado en The Conversation por Pedro DiNezio, profesor de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas en la Universidad de Colorado en Boulder, los fenómenos climáticos llamados La Niña y El Niño son los dos extremos de un patrón climático recurrente, que puede afectar la temperatura en todo el mundo.
Fluctuaciones de temperatura alterarían patrones de precipitación
Pueden ser significativas las implicaciones de un eventual descenso sostenido de la temperatura en el Atlántico ecuatorial central o Atlántico tropical, en ±0,5 grados Celsius, dado que tales fluctuaciones son capaces de alterar los patrones de precipitación en los continentes circundantes, afectando desde la región del Sahel en África hasta el noreste de América del Sur.
Además, científicos han alertado que el enfriamiento del Atlántico podría tener implicaciones más amplias para el clima global, dado que es una parte clave de la circulación termoalina, una corriente oceánica global que actúa como un gigantesco sistema de transporte de calor alrededor del planeta.
En tal sentido, si el océano Atlántico se enfría, podría alterar la circulación termoalina, lo que afectaría los patrones climáticos en Europa, América del Norte y otras partes del mundo. En consecuencia, habría inviernos más fríos en algunas regiones, mientras que en otras los veranos serían más cálidos o secos.
Entretanto, el océano Pacífico se calienta
Mientras una zona del océano Atlántico se enfría, casi toda la región del Pacífico sudoccidental registró un calentamiento de la superficie marina, que alcanzó tasas de más de 0.4 °C por década (período 1981-2023) al noreste de Nueva Zelanda y al sur de Australia.
Así lo revela un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), titulado: Estado del clima en el Pacífico sudoccidental 2023, publicado por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, en el “Foro de las Islas del Pacífico” celebrado el pasado mes.
En el referido documento también se precisa que “las olas de calor marinas han duplicado su frecuencia desde 1980 y son más intensas y duraderas” en el Pacífico sudoccidental, donde la tasa de calentamiento es aproximadamente tres veces más rápida que la de la superficie del océano global.
Además, el nuevo informe de la OMM advierte que el aumento del nivel del mar en las islas del Pacífico sudoccidental supera a la media mundial. Y demuestra que el calentamiento y la acidificación de los océanos ponen a las poblaciones costeras en una situación de vulnerabilidad que amenaza, incluso, su propia existencia.
Con información de National Geographic, La Razón, National Geographic Latinoamerica, Ecoticias y Carbono
Fotos cortesía de National Geographic, Ecología Verde, Humanidades, EcoExploratorioa, La República y Wikipedia
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