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Entre epidemias se consolidó la devoción al milagroso Nazareno de San Pablo

por Haiman El Troudi
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Entre epidemias se consolidó la devoción al milagroso Nazareno de San Pablo

Una epidemia de viruela, en el siglo XIV, inició el camino a la construcción del templo que lo acogió cuando llegó Caracas. Otra epidemia, la de la fiebre amarilla en el siglo XV, consolidó la devoción de los venezolanos y las venezolanas a su inmensa misericordia. Desde entonces, el milagroso Nazareno de San Pablo es ícono indiscutible de la fe, el amor y la confianza de cada uno de sus fieles en el país.

Como cada Miércoles Santo, la venerada imagen del hijo de Dios en camino a su crucifixión  estará presente pero en esta ocasión en las oraciones, el agradecimiento y los ruegos de sus devotos potenciados en la distancia, desde nuestros hogares, a causa de una pandemia que obliga a la humanidad a replantearse los valores tanto materiales como espirituales de su existencia.

La iglesia San Pablo fue su primera morada

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Plaza e Iglesia de San Pablo. Espacios que hoy ocupa el Teatro Municipal de Caracas.

 

El Nazareno de San Pablo debe su nombre al templo que fue su primera morada y donde estuvo durante largo tiempo. La iglesia de San Pablo fue construida en la penúltima década del siglo XIV, en agradecimiento a San Pablo Ermitaño, a quien los caraqueños encomendaron su salud durante una epidemia de viruela ocurrida en 1580. Este santo egipcio es venerado por haber pasado 90 años en el desierto orando y haciendo penitencia por la salvación del mundo.

El templo estuvo de pie 295 años, en los que fue testigo mudo de acontecimientos como las primeras ejecuciones de patriotas hechas por el sanguinario realista José Tomás Boves, en 1814, año en el que murió el reconocido compositor José Ángel Lamas, quien fue enterrado en su interior. Lamas compuso el “Popule Meus”, la pieza más emblemática de la Venezuela colonial.

De uno de los hechos históricos en la plaza de la iglesia nació el dicho popular “se armó la sampablera”. Fue tras un enfrentamiento entre tropas liberales y conservadoras ocurrido el 2 de agosto de 1859. La imagen del Nazareno, que fue consagrada el 4 de julio de 1674 por fray González de Acuña, recibió culto en este  templo al menos durante 200 años.

El primer gran milagro del Nazareno

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La tradición popular ubica el primer gran milagro del Nazareno de San Pablo entre los años 1696 y 1697. De acuerdo a la historia, un barco llegó al puerto de La Guaira procedente de Europa con pasajeros enfermos de fiebre amarilla o vómito negro, lo que en poco tiempo se convirtió en una terrible epidemia.

En Caracas, los fieles sacaron en procesión al Nazareno de San Pablo a quien imploraron, con profunda fe, curar a los enfermos y acabar con la epidemia. En la esquina de Miracielos la corona de espinas del Cristo martirizado se enredó en una mata de limón, cuyos frutos fueron recogidos por los devotos al grito de “¡Milagro, milagro!”. Se afirma que la ingesta del limón puro o en infusión curó a todos los contagiados, lo que puso fin al contagio de la enfermedad.

El limonero del Señor

 

Esta historia fue inspiración del poema «El limonero del Señor» de Andrés Eloy Blanco, escritor venezolano, quien enalteció no solo la devoción por el Nazareno de San Pablo sino también la tradicional peregrinación de los caraqueños cada miércoles santo.

Desde entonces los milagros de esta advocación de Jesús Cristo se han multiplicado al igual que sus devotos y devotas, quienes en la práctica han convertido al templo que lo cobija en un santuario, pues en Semana Santa lo visitan de todas partes del país y otras naciones para agradecer el milagro concedido en persona.

La venerada imagen reclamó su templo

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Basílica de Santa Teresa

 

De acuerdo a historiadores, en el año 1880, el entonces presidente de Venezuela, Antonio Guzmán Blanco, de conocidos problemas con el clero de la iglesia católica, mandó a demoler el Templo de San Pablo para construir el actual teatro municipal Alfredo Sadel, al que entonces bautizó con su nombre. No pasó mucho tiempo antes de que se difundiera que el Nazareno le reclamó al “Ilustre americano” el paradero de su templo.

“¿Dónde está mi templo?”, le habría preguntado una aparición de la venerada imagen a Guzmán Blanco en el mismo acto de inauguración del teatro, el 4 de enero de 1881. Una versión refiere que el Presidente le contó a su esposa lo sucedido y decidió el traslado del Nazareno y todo lo que había en la iglesia de San Pablo a un nuevo templo. Otra señala que la iniciativa fue de la esposa por temor a represalias divinas. La versión oficial sostiene que fue un homenaje de Guzmán a su amada esposa.

Ahora el Nazareno es adorado en una basílica

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La construcción de la iglesia de Santa Teresa y Santa Ana culminó el 28 de octubre de 1881. En 1959 fue declarada Monumento Histórico Nacional y en 1974, el papa Paulo VI la elevó al rango de basílica. Allí decenas de fieles le piden y agradecen cada día al Nazareno de San Pablo por la sanación de sus enfermos entre otras razones.

Esta basílica está compuesta por la integración de dos iglesias de estilo neoclásico, muy de moda en Europa. Posee una cúpula central bajo la cual se encuentra el altar mayor y dos  fachadas: la oeste está dedicada a Santa Ana y la del este a Santa Teresa.

 

Entre epidemias se consolidó la devoción al milagroso Nazareno de San Pablo

 

El Nazareno de San Pablo es bajado de su nicho poco antes de Semana Santa para estar más cerca del pueblo que lo adora hasta el Miércoles Santo, día en el que sale en procesión adornado con las ya tradicionales cinco mil orquídeas. Antes ha recibido la visita de miles de hombres, mujeres, jóvenes, niños, niñas y adultos mayores con túnicas moradas, que en su mayoría llegan de rodillas y llorando a pagar promesa, como se conoce popularmente.

Radiografía del Cristo milagroso

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Entre el 17 de julio y el 15 de octubre de 1975 el  Cristo milagroso recibió una profunda restauración que comenzó con una radiografía, la cual determinó daños en la cabeza, manos y pies; así como una huella de bala en el pómulo derecho. Una vez logrado el estado original de la talla se mantiene resguardada entre vidrios a prueba de balas y cada año, tras la procesión es revisada y retocada, de ser necesario.

 

El limonero del Señor

No se tiene constancia del año en que el Nazareno de San Pablo llegó a Venezuela, pero un estudio del experto Carlos Federico Duarte concluyó que la escultura en madera de pino de Flandes, de 1,74 metros, podría haber sido esculpida en el taller de Felipe de Ribas, uno de los máximos representantes de la Escuela Sevillana de escultura de mediados del siglo XVII, autor de muchos retablos.

Según una de las tantas leyendas que existen sobre esta representación del Nazareno, cuando su escultor terminó de tallarlo preguntó: “¿Qué te falta, mi Dios?”, a lo que el Nazareno habría respondido: “¿Dónde me has visto que tan perfecto me hiciste?». Otra leyenda sostiene que la imagen se encorva más cuando los sufrimientos del pueblo aumentan, porque trata de aligerar tal peso en sus propios hombros…

 

Con información de ACI Prensa, El EstímuloAleteiaGuia CCS

Fotos cortesía de Caracas Cuéntame y El Estímulo


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