En lo que respecta al cuidado del ambiente no todo son malas noticias. En los últimos años se han desarrollado inesperadas innovaciones que pueden coadyuvar a preservar la salud del planeta. Entre ellas está el uso de cabello humano o pelo de animal como instrumento en prácticas ecológicas.
Aunque aún no se vislumbran como soluciones definitivas, suman a las acciones que activistas, organizaciones y en general la gran familia humana realiza en pro de nuestra madre tierra.
De esta forma, el cabello humano y animal se puede utilizar para ayudar al medio ambiente en diversas formas que van desde absorber hidrocarburos, hasta proteger plantas, retener humedad y complementar el compostaje.
Múltiples usos ecológicos
El cabello tiene entonces múltiples aplicaciones a favor del medio ambiente. Una de ellas es que puede ser utilizado para crear tapetes o dispositivos que absorban hidrocarburos y aceites de derrames de petróleo, así evitar que lleguen al mar y perjudiquen el ecosistema.
Un dato interesante es que un kilo de pelo puede absorber hasta ocho kilogramos de petróleo. Sistemas basados en estas innovaciones se han usado para recoger petróleo en México, Estados Unidos y la isla Mauricio, en el océano Índico.
Otra aplicación es el compostaje porque, al ser rico en nitrógeno, el cabello puede empelarse como un complemento para el abono. Además, si se utiliza para formar una barrera alrededor de la base de los brotes, protege a las plantas de plagas como babosas y caracoles. Por otra parte, al colocarse directamente en el suelo retiene la humedad.
Reciclar cabello en pro del ambiente
Matter of Trust, organización sin fines de lucro con presencia en varios países que recicla el cabello y otros materiales para ayudar al medio ambiente, ha desarrollado soluciones en ese sentido. El agropelo, utilizado en agricultura para ahorrar agua, y el termopelo, que son planchas aislantes para la construcción.
Esta organización, ubicada en San Francisco, Estados Unidos, basa su misión en la colaboración. Su objetivo es recuperar residuos para convertirlos en materias primas funcionales en diferentes ámbitos.
Entre sus proyectos más aclamados está el de crear tapetes de cabello que tienen diferentes aplicaciones. Pero además de desarrollar productos y tecnologías, Matter of Trust comparte este conocimiento con personas de todo el mundo que desean ayudar al planeta a través de innovaciones como éstas.
Innovaciones ambientales en Colombia
En Colombia, dos activistas ambientales decidieron fundar una filial de esta organización para dedicarse al cuidado ambiental, creando tapetes hechos de cabello para limpiar las aguas de los derrames de petróleo.
Para el desarrollo de esta iniciativa Jimena Villegas y Diana Martínez graduadas en Biología e Ingeniería Ambiental, respectivamente, cuentan con la colaboración de otras filiales que hay en Latinoamérica.
Las emprendedoras colombianas explican que por su naturaleza el pelo es oleofílico, es decir que atrae grasas y aceites, lo que le permite atrapar pequeñas gotas de hidrocarburos como el petróleo. La propuesta pretende actuar ante los derrames que usualmente suceden por accidentes en plataformas petroleras, camiones cisterna o tuberías, liberando grandes cantidades de petróleo y sus derivados en ríos, lagos y océanos, con consecuencias múltiples y de largo alcance.
El petróleo forma una capa en la superficie del agua que impide el paso de la luz solar, afectando a la fotosíntesis y reduciendo los niveles de oxígeno disuelto. Esto provoca la muerte de algas y plantas acuáticas, lo que a su vez afecta a toda la cadena alimentaria. Por otra parte, los hidrocarburos son tóxicos para una gran variedad de organismos y pueden bioacumularse en los tejidos de los animales marinos, representando un riesgo para la salud humana por el consumo de productos del mar.
Frenar derrames petroleros
Villegas y Martínez afirman que para estas acciones se puede utilizar cualquier tipo de cabello teñido o natural, liso o rizado, siempre y cuando su longitud sea al menos de tres centímetros. Iniciaron ubicando peluquerías que pudieran proveer la materia prima, allí se percataron que los dueños de estos negocios desconocían que se podía reutilizar el cabello.
Sobre el proceso, indican que primero se recoge el cabello de las peluquerías y se lleva a una cuarentena de 15 a 20 días para que cualquier parásito que haya en el cabello muera. Después le realizan una limpieza para extraer accesorios que puedan ser un problema para el siguiente paso. Posteriormente son llevados a una punzonadora, máquina que une las fibras como si las enredara hasta formar los tapetes de cabello.
La propuesta es usar estos tapetes como barreras mixtas y orgánicas para frenar la expansión de los derrames. Mientras buscan llegar al sector petrolero han enfocado sus esfuerzos comerciales en la agricultura pues este tapete también puede servir como un acolchado orgánico conocido como “mulch”, el cual es usado para prevenir la aparición de malezas. Usualmente se emplean los fabricados con plástico, por lo que el tapete de cabellos es una alternativa más sostenible porque le aporta nutrientes al terreno y ahorra agua de riego, además de reducir el uso de plásticos.
Innovaciones pelo a pelo en Chile
La filial de la esta organización en Chile también trabaja en innovaciones con cabello. Entre ellas, el Agropelo, para bajar a la mitad el uso de agua en los cultivos. La reducción en un 71% de evaporación directa, retención de humedad del suelo, ahorro de hasta un 48% de agua de riego, aumento de un 20% del tamaño de las plantas y protección de las raíces del frío, son algunos de sus beneficios.
Adicionalmente evita el desarrollo de malezas, agrega nitrógeno, calcio, cloruro y sodio al suelo y aumenta la cantidad y calidad de la producción. Una de sus cualidades más importantes es que permite la regeneración del suelo, aportando materia orgánica y creando el lugar ideal para que se desarrollen microorganismos beneficiosos.
Otra innovación es el PetroPelo, mats de pelo que se introducen en el mar en jaulas de metal galvanizado y permiten la adherencia y retención de hidrocarburos, lodos y desperdicios que se encuentran en suspensión.
TermoPelo o pelo para viviendas, son fibras de cabello ligadas en planchas que se convierten en una barrera de aislación térmica y acústica. Es un producto completamente natural, duradero y biodegradable. Este funciona mejor que los aislantes tradicionales en el mercado, y tiene un mejor comportamiento que la lana roca en las pruebas de fuego. Por otra parte, cuando la casa se desmantele, el producto puede recuperarse para set usado de nuevo.
AbsorPelo es un sistema de recuperación de aceites minerales, gasolinas y petróleos especialmente diseñado para captar hidrocarburos que caen de motores de autos y camiones, así como de procesos industriales. Se realiza con bolsas de LDPE de 150 micra selladas con calor para asegurar la contención de aceites minerales sin derrames. Absorbe en promedio 5 veces su peso en distintos productos derramados.
También en Argentina
Por otra parte, Julián Osuna y Mariano Suárez encabezan Mot (Matter of trust) Argentina, la primera cooperativa en el país dedicada a la fabricación de productos sostenibles a partir de donaciones de cabello de peluquerías.
Siguiendo las indicaciones de la organización internacional, elaboran dos productos que protegen el agua y mejoran la absorción de nutrientes en el suelo: Agropelo y Petropelo.
Con la colaboración solidaria de una extensa red de peluquerías, estos argentinos están dándole una nueva vida al cabello ofreciendo dos espaldarazos al medio ambiente evitando que se convierta en desecho y desarrollando iniciativas ecológicas para resolver problemas reales.
Peluqueros justos en Francia
Más allá del continente americano también desarrollan inesperadas innovaciones como estas. En Francia un grupo de peluqueros solidarios reciclan el cabello que cortan para hacer cilindros con los que limpian el agua que circunda los puertos y proteger la biodiversidad marina. Estas barreras flotantes en el mar pueden absorber el petróleo de la superficie marina en caso de un vertido accidental.
Thierry Gras, fundador de la red solidaria de Peluqueros justos (Coiffeurs justes), destaca que la idea es ayudar a descontaminar en caso de un accidente grave, pero también ayudar a limpiar pequeños restos de contaminación.
El pasado 25 de julio se produjo un desastre ecológico en las costas de Isla Mauricio por el derrame de miles de toneladas de petróleo que provocó una emergencia ambiental. Contra aquella marea negra utilizaron barreras absorbentes hechas con pelo.
Mientras que en la Costa Azul de Francia estos rollos de cabello se utilizan para limpiar el puerto. “La idea es rodear el puerto ya que cuando llueve, el agua que cae del puerto recoge hidrocarburos y contamina el mar. La idea es circundar todo el puerto, y convencer también a otros puertos para que hagan lo mismo”, explica Philippe Leonelli, alcalde de Cavalaire-sur-mer y director general del puerto. Estos cilindros, que quedan flotando en el mar, absorben la materia contaminante protegiendo el medioambiente y la biodiversidad marina.
Recuperar el Lago de Maracaibo pelo a pelo
También activistas de Venezuela se han sumado también a las innovaciones en cuanto al uso del cabello en prácticas ecológicas. En Maracaibo, el pelo desechado en barberías o peluquerías humanas y caninas es recogido por voluntarios del Proyecto Sirena, una iniciativa que plantea crear elementos a base de cabello para limpiar los residuos de petróleo que contaminan el Lago de Maracaibo.
El proyecto también cuenta con el respaldo de la ONG Matter of Trust. Se proponen crear alfombras y barreras tubulares que permitan atraer y recoger los restos de petróleo que por años han contaminado el estuario.
Proponen sumar esta contribución al “Plan de rescate, conservación y desarrollo sostenible del Lago de Maracaibo”, desarrollado por el Gobierno nacional.
Los responsables del proyecto explican que el cabello está hecho 95 % de queratina que lo hace hidrofóbico, aleja el agua y atrae las sustancias oleosas. Entonces puede absorber, atraer, recoger aceite mineral, vegetal y derivados de hidrocarburos (gasolina, aceite, petróleo). El plan consiste en rellenar con pelo tubos de cuatro metros de largo recubiertos con una malla biodegradable, para lo que se necesitan cuatro kilos de pelo por dispositivo, que es el promedio que genera una peluquería en unas cinco semanas.
Con información de Aluna News, Linkedin, Euronews y EFE
No te pierdas
> Molécula única en su tipo revoluciona captura de gases de efecto invernadero
> Enzimas de la saliva del gusano de la cera degradan el plástico a temperatura ambiente