La Sapoara es un pez bolivarense. Nativo del río Orinoco, habita en las aguas que bañan las riberas ubicadas entre Caicara y Parital en el estado Bolívar. Su temporada de pesca, esperada con ansías por lugareños y visitantes, es una tradición distintiva de la identidad cultural de esta región de Venezuela.
Protagonista de composiciones musicales, poesías, prosas, pinturas y teatro de calle, la singular especie fluvial se desplaza a contracorriente por el río padre, se alimenta solo de microorganismos, se le captura con un esparavel o atarraya porque no muerde azuelo.
Según la leyenda popular transmitida oralmente de generación en generación, el forastero que se coma la cabeza de la Sapoara se enamora de una guayanesa y se queda en esta mágica tierra, colmada de maravillas naturales.
Cada agosto, el mes donde se encuentra el mejor cardumen de este pez, Ciudad Bolívar, la capital, se impregna de un aire festivo, dando la bienvenida a la Feria del Orinoco o Feria de la Sapora, como se le denominaba hasta hace unos años, y declarada Bien de Interés Cultural en 2016. Más de un centenar de pescadores locales y de otros estados cercanos se aprestan para capturar al ejemplar más grande de la zafra y llevarse el premio, mientras son observados por familiares, amigos y turistas desde el malecón.
El viaje de la Sapoara
El viaje migratorio de la Sapoara inicia cuando el Orinoco comienza a crecer y entra en contacto con los rebalses o lagunas que el río ha dejado cuando recoge sus aguas durante el estiaje, que les sirven de criadero y donde permanecen en su etapa juvenil, entre dos y tres años.
Aprovechan la crecida para volver al canal del Orinoco y emprende el periplo aguas abajo en dirección de las corrientes van al Delta. Luego se devuelve río arriba, por factores que aún se desconoces, para encontrar lugares favorables para la reproducción que de acuerdo a especialistas se ubican en el Oeste de Ciudad Bolívar a nivel de las poblaciones de Borbón, La Majadas, Mapire, Las Bonitas y Caicara. Allí se prepara para el ciclo de desove que completará en el siguiente período de aguas altas.
La migración masiva de la Sapoara hace un recorrido entre Caicara y Parital, 25 kilómetros antes de llegar a Puerto Ordaz. Si bien a lo largo de ese trecho puede pescarse el legendario pez es frente a Ciudad Bolívar donde su captura es una fiesta. No hay pesca mientras el río crece. El cardumen de esta singular especie de agua dulce aparece cuando el Orinoco alcanza su máximo nivel. Comienza entonces la fiesta por zafra de la Sapoara, así como el sube y baja de precios según la cosecha del día.
La temporada inicia en julio y culmina en septiembre, pero agosto es su mes, un tiempo de feria donde luego de la faena diurna de los pescadores, todos pueden disfrutar de la presentación de grupos musicales, actividades deportivas, recreativas y venta de artesanías.
Su nombre científico: Semaprochilodus laticeps
Semaprochilodus laticeps es el nombre científico de este pez bolivarense, especie única de la fauna del tercer río más caudaloso del mundo. Destaca por las escamas muy reflectantes que cubre su cuerpo de color plateado y una aleta caudal de color anaranjado, cuya tonalidad es más viva en las machos.
De forma hidrodinámica, su alargado cuerpo es delgado en los extremos y más grueso en el centro, acto para su largo periplo migratorio por el caudaloso Orinoco.
La boca de la Sapoara y sus dientes finos, le permiten ingerir algas y organismos microscópicos que se encuentran en el fondo del río y las lagunas. Posee, además, una membrana gruesa sobre los ojos que le sirve para protegerlos cuando penetra los sustratos para buscar sus alimentos.
Entre seis y siete años se ha estimado la longevidad de Semaprochilodus laticeps. Puede desovar hasta 500 mil huevos, según el tamaño. Los machos pueden alcanzar una longitud de 44 centímetros, sin embargo, han capturado sapoaras de 50 cm y 5 kilos de peso.
Sabroso pescado
De carne blanda y nutritiva, forma parte de la tradición gastronómica del estado Bolívar, particularmente de su ciudad capital. Suele comerse en sancocho (sopa preparada con el pescado, tubérculos, verduras y condimentos), frito, relleno, asado y horneado.
En algunos pueblos indígenas de las riberas orinoquenses, la Sapoara se envuelve en hojas de plátano y se cuece en las brasas.
Durante la zafra los bolivarenses y visitantes aprovechan al máximo la oportunidad de degustar este pescado de exquisito y único sabor, pues a partir del 1 de octubre comienza nuevamente la veda que prohíbe su captura hasta el 30 de junio del año entrante.
Si vas a comer sapoara, quítale la cabeza
Dos compositores prolíficos se inspiraron en esta singular especie nativa crear igual número de piezas musicales en su honor. Ambas son conocidas con el nombre de “La zapoara”.
La más conocida fue creada por Francisco Carreño, músico e investigador del folclor venezolano margariteño. A partir de la leyenda popular que le otorga a la cabeza de este pescado la cualidad de cebo empleado por la mujer guayanesa para atrapar a un foráneo, compuso el merengue venezolano “Por comer zapoara” en 1939, que luego fue conocida con el nombre de esta especie.
Llegando a Ciudad Bolívar
me dîjo una Guayanesa
que si comía la Zapoara
le botara la cabeza. (Bis)
Me la comí,
ay, que atrocidad,
puse la torta
por mi terquedad. (Bis)
Me lo aconsejó mamita
me lo recordó Teresa
que si comía la Zapoara
le quitara la cabeza. (Bis)
Que importa si me he comido
la «bicha» con tó y cabeza,
siempre que reciba un beso,
de mi linda Guayanesa. (Bis)
Las aguas preñadas de peces
El “Negro” Alejandro Vargas, versátil músico guayanés, nacido en Ciudad Bolívar, quien desde muy temprana edad aprendió el oficio de pescador, al que se dedicaba fundamentalmente en agosto cuando culminaba la crecida del río Orinoco, compuso una hermosa canción que describe la faena y el ambiente que rodea la captura de “La zapoara” como la llamó.
Esta obra musical forma parte del repertorio de Serenata Guayanesa, agrupación oriunda del estado Bolívar que ha difundido dentro y fuera del país la obra de Vargas.
Está amenazando lluvia
el Orinoco recrece
y sus aguas caudalosas
bajan preñadas de peces
En su vientre la zapoara
como un espejo de plata
las primeras son costosas
las últimas son baratas (bis)
Coro
Come la zapoara
cómela que es lo mejor
come la zapoara
de agua dulce es lo mejor
Y es el único pesca’o
que alivia la situación
y es el único pesca’o
que alivia la situación
Ha comenzado la pesca
se alborotan las curiaras
afanados pescadores
van detrás de la zapoara
-En La Ceiba y Perro Seco
La Laja y El Mirador
suda el hombre su esperanza
con tarraya y robador (bis)
Como me gusta una negra
que vive en el Temblador
yo quiero comer zapoara
pa’ que me embriague de amor
(bis)
Con información de Titulares que lo dicen todo, Crónicas Angostureñas y el Diario de Guayana
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