No hay venezolano que no conozca a Serenata Guayanesa, agrupación que por 50 años ha ofrecido canciones de Venezuela a todo el país y mucho más allá de nuestras fronteras. Un cuarteto que, inspirado por el amor a las expresiones musicales propias de lo afirmativo venezolano, se ha dedicado a la difusión de nuestro acervo musical.
Mauricio Castro, Miguel Angel Bosch, Iván Pérez Rossi y César Pérez Rossi conforman hoy la agrupación que en 1971 recibió una invitación para grabar su primer disco, en el marco de la Feria del Orinoco, álbum que marcaría el inicio de una impresionante trayectoria musical.
Temas como La pulga y el piojo, Casta paloma, El sapo, Corre caballito, La mula y El calipso del Callao, se han convertido en éxitos en un país en donde la música tradicional no suele colocarse en los rankings comerciales. Llevaron a toda Venezuela a conocer y apreciar sus propios valores musicales, dotado de una rica variedad de géneros: calipso, malagueñas, guasas, valses, bambucos, danzas, gaitas, aguinaldos, merengues caraqueños, fulía y el galerón, entre otros.
Así como la serenata es una romántica interpretación dedicada al objeto del amor, esta agrupación, reconocida como Patrimonio Cultural Viviente del país, con su mezcla perfecta de voces y su sabor único y contagioso, ha ofrecido incontables canciones para conquistar a su pueblo, ganando para siempre su corazón.
Nacimiento bajo el sol de oro
La reunión informal de amigos cantando en junio de 1971, les trajo una sorpresiva invitación para grabar un disco bajo el auspicio de la Gobernación del estado Bolívar. El objetivo era plasmar cómo era una Serenata Guayanesa.
Con el acompañamiento de sólo dos cuatros, Iván y César Pérez Rossi, Mauricio Castro y Hernán Gamboa grabaron su primer álbum en el marco de la Feria del Orinoco, celebrada en agosto de ese mismo año. Un disco que constituía una serenata para Venezuela con la música de su región. En su presentación afirmaron que contenía una selección de música popular guayanesa de compositores de ayer y de hoy, como un homenaje a esa tierra y su pueblo.
Hemos hecho este trabajo durante 50 años por el amor inmenso que tenemos por el país. Es amor por todo lo que significa tradición venezolana y sus vivencias. Les hemos cantado a los niños indígenas en el Orinoco, donde no llegaban la radio y, aun así, ellos conocían nuestras letras.
Iván Pérez Rossi. Integrante de Serenata Guayanesa.
Sin embargo, aún después de grabado el disco en el que participaron destacados músicos bolivarenses, la agrupación no tenía nombre. Posteriormente se identificaron como “Serenata Guayanesa”, denominación del disco y del cuarteto que nació bajo el sol de oro de Ciudad Bolívar. Ese mismo sol del Orinoco que inspiró a Alejandro Vargas, Jesús Soto, Antonio Lauro y que baña la piedra del medio que resalta en el río padre y las calles de su tierra natal.
En Serenata Guayanesa se conjugaron la vena musical de las familias de sus integrantes, sus vivencias universitarias, sus experiencias en Mérida y las parrandas con «El Monumental» Ricardo Aguirre y el grupo de Los Gaiteros de la Plaza Miranda. Aquellos jóvenes serenateros estaban, sin duda alguna, destinados a crear el cuarteto vocal más importante de la historia musical de Venezuela, una de las agrupaciones más prolíficas y significativas de las últimas décadas en el país.
El éxito de la venezolanidad
En una época donde muchos abrieron sus brazos a tendencias rítmicas internacionales, con la excusa de la modernidad, Serenata Guayanesa inició una trayectoria dedicada a nuestra música. Un camino sustentado en el respeto por la autenticidad y la búsqueda, investigación y divulgación de las manifestaciones culturales propias de la venezolanidad.
La agrupación toma de su tierra, su entorno y su pueblo lo mejor, lo que nos identifica para componer e interpretar a partir de allí, el canto de todos. Una de sus fuentes de inspiración fue el Quinteto Contrapunto, grupo polifónico fundado en 1963, que sentó las bases de una nueva perspectiva sobre la música venezolana al exponer un repertorio musical propio del país, desconocido hasta ese momento.
Su perfecta mezcla voces y ritmos perfiló el sonido único y contagioso, distintivo de Serenata Guayanesa. Comenzaron a multiplicarse canciones como El Sapo, Casta Paloma, La Barca de Oro, La Zapoara, La mula, todas ellas de Alejandro Vargas; así como Ciudad Bolívar y el Cumpleaños Venezolano del «Pollo» Sifontes. Se suman Aguinaldo Criollo, Calypso del Callao, Corre Caballito, Luisa Teresa, Conticinio, El Ruiseñor, Nostalgia Andina, La Media Diana, El Norte es una quimera, Golpe y estribillo, Señor Gabán. Todas difundidas ampliamente por la radio y televisión de Venezuela, un hecho inédito para la música tradicional de la época.
La venezolanidad conquistó, con el sabor único de Serenata Guayanesa, la aceptación, admiración y respeto del público a lo largo y ancho del país, y más allá de nuestras fronteras.
Proyección de Lo Afirmativo Venezolano
Otro de sus méritos ha sido difundir la obra de grandes compositores y poetas: Alejandro Vargas, Guillermo de León Calles, Manuel Felipe Rugeles, Aquiles Nazoa, Luis Mariano Rivera, Jesús Rosas Marcano, Augusto Ramos, César Prato, Luis Laguna y Ernesto Arvelo Torrealba, entre muchos otros.
Con su trabajo han cubierto las expresiones musicales de todo el país. Si bien Serenata Guayanesa ha enfatizado la música de su región natal, ha mostrado a lo largo de su trayectoria otros géneros y ritmos. Malagueñas, calipso, guasas, valses, bambucos, danzas y gaitas, aguinaldos, merengues caraqueños, tambores, música tuyera, estribillo, fulía y galerón. Son algunos de ellos. Expresiones y cantos, muchas veces desconocidos, que ayudaron a visibilizar.
Ustedes han erigido el prodigio de un repertorio sin fisuras, en el cual nuestra música recobra el esplendor que en vano han intentado sepultar entre la avalancha de ruidos, aullidos y remedos de la mala música.
Gustavo Pereira. Poeta, investigador y escritor.
La temática escogida es igualmente un aspecto importante en la carrera musical de Serenata Guayanesa. Es tan variada que va desde el canto guayanés, nacional, bolivariano, infantil e incluso, el canto solidario con los pueblos de nuestra América.
Cincuenta años de Serenata Guayanesa
Pero estos cincuenta años de éxitos de Serenata Guayanesa son también cinco décadas de amor por Venezuela, un grupo que además ha representado a la patria en el mundo. Autores y composiciones de todos los rincones nuestro país, comenzaron a florecer públicamente gracias a su proyección mediante las interpretaciones de Serenata Guayanesa.
A principios de la década de 1980, el cuarteto cautivó a grandes y pequeños con temas como La Pulga y el piojo, A la una, El Papagayo, La fiesta de los animales, Este niño Don Simón. También produjeron bellísimos discos dedicados a las madres, maravillosos álbumes de parrandas, aguinaldos y otros géneros. Se acompañaron con las voces de Francisco Pacheco, Simón Díaz, Gualberto Ibarreto, Cecilia Todd, María Teresa Chacín, «Cheo» Hurtado y muchos otros.
Durante la visita del Juan Pablo II, en 1985, deleitaron al Papa con sus interpretaciones. En 1996, en la celebración de su XXV aniversario relazada en el Teatro Teresa Carreño, estrenaron la canción Viajera del Río acompañados de Francisco Pacheco.
Patrimonio cultural viviente
La destacada y profusa trayectoria musical de Serenata Guayanesa fue reconocida el 21 de noviembre de 2011, en su 40° aniversario, con la declaración como Patrimonio Cultural Viviente publicada en Gaceta Oficial, bajo el decreto N° 8.608. “La obra y trayectoria del grupo será objeto de preservación para las generaciones futuras y el Estado garantizará su más amplia difusión, conocimiento, reconocimiento y disfrute nacional e internacionalmente”, dice el texto legal.
En agosto de 2021, el parlamento nacional rindió un nuevo homenaje a la agrupación con motivo del arribo a sus 50 años dedicados a exaltar los valores musicales de lo afirmativo venezolano.
Y es que, en cinco décadas de historia, Serenata Guayanesa ha llevado nuestra rica musicalidad y variada expresión cultural a numerosos países del mundo: Alemania, Austria, Argentina, Chile, España, Portugal, México, Estados Unidos, Colombia, Puerto Rico, Jamaica, Francia e Inglaterra.
Resulta una labor gigantesca enumerar los muchos reconocimientos nacionales e internacionales recibidos a lo largo de medio siglo, así como todos sus éxitos, en una trayectoria que incluye más de 40 grabaciones, y su aporte artístico al acervo musical venezolano y a la cultura de nuestra América.
Con su «papagayo volador multicolor» Serenata Guayanesa se ha encargado de despertar en todos los venezolanos y en los niños particularmente, el amor por la Patria a través de sus canciones. Son cincuenta años de amor por Venezuela, expresados en un sinfín de serenatas que seguirán sonando por siempre en los corazones de todos.
Nació ‘bajo el sol de oro’ de Ciudad Bolívar y, Orinoco arriba, desplegó sus ‘velas de nácar’ por todo el mundo. Hoy el parlamento nacional le rinde tributo, henchido de orgullo patrio. Orgullo que embarga a cada venezolano y venezolana cuando oye pronunciar las dos palabras que la nombran: Serenata Guayanesa.
Earle Herrera. Periodista, escritor y diputado.
Con información de Telesur, Buena Música y Ministerio de la Cultura
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