Con sus magníficos, hermosos y variados paisajes, la Península de Paria es un espacio natural de excepcional valor ambiental, ecológico, paisajístico, científico y cultural del estado Sucre.
Los bosques nublados, playas, acantilados costeros, ensenadas, la arquitectura tradicional de los viejos asentamientos cacaoteros y pesqueros, su gente, historia y acervo cultural; así como la importante diversidad biológica y el alto número de especies endémicas que alberga, hacen de este territorio un lugar especial y único en el mundo.
Para preservar sus ecosistemas, la flora, fauna y especies autóctonas se crea el Parque Nacional Península de Paria, el 12 de diciembre de 1978, con una superficie inicial de 37.500 hectáreas, que luego es ampliada a 89. 244 hectáreas, el 1 de agosto de 2021, e incorpora una nueva área de bosque nublado relicto y de la zona marino-costera.
Sus exuberantes atractivos naturales lo hacen, sin duda, un destino turístico propicio para el disfrute de actividades al aire libre en la montaña y el mar; la investigación científica y la conservación.
Gran número de especies únicas
Ubicado en la Cordillera de la Costa Oriental al noreste de Venezuela, en la zona montañosa de la Península de Paria, entre los municipios Arismendi, Mariño y Valdez del estado Sucre, este parque nacional es considerado una de las áreas de mayor endemismo de América Latina (BirdLife Internacional 2005) y, junto con Caripe, una región adyacente, es catalogado como un área de endemismo de aves (BirdLife Internacional 2003) a nivel mundial.
Hasta ahora se han registrado la presencia de 29 plantas, entre palmas, orquídeas, bromelias y helechos, exclusivas de los bosques nublados de este parque nacional, localizados después de los 900 a 1.000 msnm en la Serranía de Paria, estrecha fila montañosa que cruza el área protegida de este a oeste.
La fauna que alberga, además de variada, es abundante en especies, muchas endémicas, destacándose las aves cuyos reportes señalan la presencia, en el Parque Nacional Península de Paria, de 27% del total de la avifauna del país.
Un ejemplo de ello lo constituyen los colibríes o tucusitos, de los cuales se han registrado 33 de las 100 especies reportadas para Venezuela, grupo que incluye al Colibrí tijereta (Hylonympha macrocerca), exclusivo de Paria.
Cerros, playas y ensenadas
La confluencia de paisajes de montaña y costeros le otorgan una belleza escénica exuberante a este patrimonio natural de Venezuela, propicia para el regocijo y la contemplación.
Colinas, piedemontes y valles, propios del paisaje de montaña, constituyen la Serranía de Paria, zona que registra sus alturas máximas los cerros El Patao y El Humo, con 1.070 msnm y 1.371 msnm, respectivamente.
El origen geológico de esta región se remonta al Eoceno, hace 45 millones de años, con levantamiento de la Serranía de Paria y su posterior erosión, desde el Cuaternario hasta el presente, que llevó a la acumulación de sedimentos en la vertiente Sur de esta zona montañosa, dando origen a la planicie fluvio-costera del Golfo de Paria.
Al norte y este del Parque Nacional Península de Paria, lugareños y visitantes pueden disfrutar de los hermosos paisajes costeros. Las ensenadas de Mejillones, Don Pedro, San Francisquito Uquire, Las Palmas y el Promontorio de Paria, resaltan en la costa norte, en contacto con el Mar Caribe. Allí la vegetación de los bosques húmedos llega hasta los acantilados marinos.
La rica variedad de su flora
La flora de la serranía que atraviesa el parque es característica de los bosques húmedos y los bosques nublados, estos últimos distintos a los que se ha desarrollado en el resto de la Cordillera de la Costa, tanto por la composición de especies como por la fisionomía. Sus cumbres albergan un bosque relicto con una rica variedad de flora y fauna, relacionada con las regiones de la Amazonía y Guayana al sur de Venezuela; así como con las cercanas islas de Trinidad y Tobago.
Los bosques húmedos siempre verdes, que se encuentran entre los 400 y 800 msnm, albergan especies de árboles como tetón (Pachira aquatica), erizo (Sloanea guianensis), laurelillo (Aniba sp.) y carapo (Carapa guianensis). Mientras que, entre los arbustos, se puede observar el cojón de verraco (Tabernaemontana undulata).
El hayo (Erythroxylum sp.), el mijao (Anacardium excelsum), el jobo (Spondias mombin), el jabillo (Hura crepitans), el matapalo (Ficus sp.), palmas como el palmillo (Prestoea pubigera) y cubarro (Bactris sp.), son algunas de las especies de árboles y arbustos presentes en los bosques nublados de la Serranía de Paria, que inician a partir de los 750 msnm. Entre las 29 plantas autóctonas registradas hasta ahora en estas formaciones vegetales, se mencionan: Asplundia pariensis, Piper parianum y Cestrum pariense.
Una fauna diversa
Poseedor de una variada y numerosa fauna, el Parque Nacional Península de Paria resalta por la abundancia en aves. Entre el grupo de especies endémicas con presencia solo en Paria, están la candelita de Paria (Myioborus pariae) y el colibrí tijereta (Hylonympha macrocerca). También otro grupo de especies exclusivas, cuyo hábitat se restringe a Paria y Turimiquire, en el Macizo Oriental, así como al Tramo Central de la Cordillera de la Costa: la diglosa negra (Diglossa venezuelensis), la chirica (Nannopsittaca panychlora), el fafao gargantiblanco (Premnoplex tatei), el colibrí ala de sable verde (Campylopterus ensipennis), el corbatico de Paria o corbatico del Turimiquire (Arremon phygas) y la granicera hermosa (Pripeola formosa).
Las perezas de dos y tres dedos (Choloepus didactylus y Bradypus tridactylus), el osito hormiguero enano (Cyclopes didactylus), el cachicamo (Dasypus novemcintus), el osito melero (Tamandua tetradactyla); los monos araguato y capuchino (Alouatta seniculus y Cebus olivaceus), el báquiro de collar (Tayassu tayacu); los venados matacán y caramerudo (Mazama americana y Odocoileus virginianus), la lapa (Agouti paca), el picure (Dasyprocta leporina), la rata casigua (Proechymis trinitatis), la rata montañera (Oryzomis capito), el murciélago lanceolado mayor (Phyllostomus hastatus) y el murciélago narizón (Rynchonycteris naso). También la onza (Herpailurus yagouaroundi), el cunaguaro (Leopardus pardalis) y el jaguar (Panthera onca), son algunos de los mamíferos que habitan en esta área protegida.
Tres especies de anfibios endémicas se ha reportado en el bosque nublado del Cerro El Humo. Ellas son la ranita de cristal de Castroviejo (Cochranella castroviejoi), la ranita de cristal de Paria (Cochranella vozmedianoi) y el sapito acorallado de Rivero (Mannophryne riveroi).
Refugio de especies migratorias
Cinco de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo, la tortuga verde (Chelonia mydas), carey (Eretmochelys imbricata), caguama (Caretta caretta), guaraguá (Lepidochelys olivacea) y cardón (Dermochelys coriacea), así como del caimán de la costa anidan en las playas de la Península de Paria, que constituyen el principal sitio de anidación en el país. Además, en las costas cercanas al parque pueden encontrarse específimenes del delfín negro (Sotalia fluviatilis), la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) y el cachalote (Physeter catodon).
Paría es un refugio para más de 30 especies de aves migratorias han sido reportadas para la Península de Paria, lo que equivalente al 8% del avifauna conocida hasta el momento, de acuerdo al especialista Christopher J. Sharpe, quien acota que es muy probable que el inventario total sea mayor.
Su preservación
Debido a su alto valor biológico y ambiental, así como la importancia ecológica y económica de sus ecosistemas marinos, estratégicos para la seguridad alimentaria del país, el Parque Nacional Península de Paria amerita un monitoreo constante que garantice su preservación y equilibrio ecológico.
Contrarrestar las amenazas que ponen en riesgo a este hermoso patrimonio natural, como la deforestación, la caza, la extracción de fauna silvestre y de especies maderables, depende de todos y no solo de los entes del Estado responsables de su administración.
Valorar nuestros espacios naturales pasa por respetar su fauna y su flora, no hacer fogatas en lugares prohibidos o arrojar cigarrillos encendidos para evitar los incendios, recoger los desechos que generamos durante la visita, en definitiva, evitar destruir lo que la naturaleza ha creado para beneficio de todas y todos.
Con información de Turismo de Sucre, Ultimas Noticias, Bird Life Internacional y Guía Viajes Virtual
Castillo, Rodolfo y Salas Viviana. “Estado de Conservación del Parque Nacional Península de Paria”, 2005. Publicado en Slideshare de Bioparques
Sharpe, Christopher J. “Situación ambiental del Parque Nacional Península de Paria”, 2001. Publicado en Researchgate
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