El número de placa 0983 identificó orgullosamente a quien pasó 18 años dirigiendo el tráfico en la esquina de Sociedad, el Sargento mayor Apascacio Mata, funcionario ejemplar. Vestido con impecable uniforme, zapatos lustrados y guantes blancos, el policía no faltó un solo día a su trabajo, que realizaba con honradez y rectitud.
Fue un ícono del casco central de Caracas en los años 70 y 80; entre las historias de la capital destaca la de este inflexible policía. Pero este funcionario es recordado, especialmente, por la ocasión en la que detuvo la propia caravana presidencial, ante la insistencia de uno de los escoltas de saltarse la luz roja y continuar.
Era temido por diputados y senadores, pues multaba a quien que cometía una infracción sin distingo alguno. Su comportamiento ejemplar, elegancia y educación, lo llevó a ser reconocido y admirado incluso fuera de nuestras fronteras.
Y es que este humilde barloventeño asumió, desde el primer día, su trabajo como policía de tráfico con respeto, seriedad y responsabilidad. Su desempeño marcó hasta hoy el ejemplo a seguir por todo funcionario, ganándose un lugar para siempre entre las historias y leyendas de Caracas.
¿Quién era Apascacio Mata?
Apascacio Mata Palacios nació en Panaquire, sector la Maroma, estado Miranda, en 1940. Fue albañil de profesión y vino a Caracas aun siendo muy joven.
Ingresó a la Policía Metropolitana el 1° de marzo de 1965. Posteriormente, le asignaron la misión de vigilar el tránsito en la esquina de Sociedad, en el centro de Caracas, recuerda Alegría Gabay, jubilada de la antigua Gobernación.
“Durante 33 años de servicio nunca faltó a su trabajo, jamás fue amonestado, aunque se granjeó antipatías por ser inflexible frente a los más encopetados«, cuenta la funcionaria.
Pero son muchos más quienes aún recuerdan al espigado policía. Con gestos marciales dirigía el pesado tráfico del casco central caraqueño, con sus guantes blancos y su impecable uniforme. El policía se convirtió así, en uno de los referentes de lo afirmativo venezolano.
Ícono del casco central
Cada día, desde la popular esquina de Sociedad, Apascacio Mata daba ejemplo de mística y compromiso.
Se convirtió en un ícono del casco central, desde su punto en la avenida Universidad, muy cerca del Capitolio. Allí reprendió a diputados y senadores del otrora Congreso de la República por no cumplir las señales de tránsito.
Era temido, pero sobre todo, respetado pues multaba sin distingo a cualquiera que cometiera una infracción. Al respecto solía decir: “Yo no multaba, yo daba orientaciones, ayudaba; esa es la función de un policía”.
Pero Apascacio, funcionario ejemplar, hacía más que eso. Ayudaba a niños y adultos mayores a cruzar la calle. Se aseguraba de que los conductores siguieran al pie de la letra la regla de pararse antes del rayado. Más allá de su conducta diaria, una situación extraordinaria dejaría su nombre grabado para siempre en la historia de Caracas.
Los primeros que deben hacer cumplir las leyes
El mediodía del 17 de marzo de 1980, mientras dirigía el tránsito como todos los días, un oficial de la escolta presidencial pretendió detener el tráfico para dar paso a la caravana del Primer Mandatario Nacional.
El semáforo estaba en rojo y Apascacio, con sus usuales buenos modales, detuvo la caravana señalando: “el paso es de los peatones”.
Aseguran que, ante la pretensión del escolta de seguir adelante, sin perder compostura, el policía le dijo: “Ustedes son los primeros que deben hacer cumplir las leyes”, manteniéndose incólume en su posición.
Funcionario ejemplar
Justamente pocos días antes, el entonces presidente de la República, Luis Herrera Campíns, había sido enfático sobre la necesidad de los venezolanos de cumplir las leyes de tránsito, por lo que cuando Apascacio Mata detuvo a la caravana, el Presidente se percató de la situación y ordenó al escolta dejar al policía cumplir con su trabajo. “Usted captó el mensaje”, le dijo al policía, felicitándole.
Quedaba así refrendada para la posteridad, la conducta modelo de este policía de tránsito que no estaba dispuesto a hacer concesiones ni con el Primer Mandatario. Un funcionario ejemplar que instó al propio Presidente de la República a cumplir las leyes del país.
Merecidos reconocimientos
Semanas más tarde, el oficial recibió de manos de sus superiores un elegante sobre con el escudo de Venezuela en relieve, enviado desde el Palacio de Miraflores; que contenía una invitación a almorzar con el Presidente de la República.
En 1981, el policía distinguido con la chapa 0983, también fue invitado a la Casa Blanca por Jimmy Carter. En Estados Unidos, Apascacio Mata no solo compartió con el Presidente de ese país, además fue invitado a dictar charlas de estrategia policial en Washington, y en la escuela de agentes de Tennessee.
Incluso recién electa Miss Universo, la venezolana Maritza Sayalero lo pidió como su escolta personal.
Esquina histórica y patriótica
La esquina de Sociedad, donde Apascacio Mata, funcionario ejemplar, trabajó por 18 años, es de por sí una referencia histórica y patriótica; en ella se forjaron sucesos que llevarían a la Independencia de Venezuela.
Inicialmente recibió ese nombre porque allí estaba la sede de la “Sociedad de Economía y Amigos del País”, establecida por el rey Carlos III para impulsar el desarrollo de provincias. Pero su nombre se recordaría porque en 1811, se instaló en el mismo sitio la “Sociedad Patriótica”, que sería decisiva en establecimiento de la República.
En esa misma esquina, donde Apascacio dio ejemplo de rectitud y compromiso, resuena aún el que es considerado el primer discurso político del Libertador; fue en la víspera del 5 de julio, cuando Simón Bolívar pedía “pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos”.
El más condecorado
Tras años de servicio en la Policía Metropolitana, el Sargento mayor Mata Palacios se convirtió en el emblema del cuerpo. Un ejemplo de trayectoria que se ponía como modelo a los que comenzaban la carrera.
Apascacio es el policía más condecorado en la historia de la Policía Metropolitana, con cuatro decenas de reconocimientos, otorgados por diferentes organismos del Estado.
Sus mayores orgullos eran su uniforme azul y la chapa que usó toda su vida: 0983, un número que solo sería usado por él, pues la Policía Metropolitana lo retiró a petición suya.
Se jubiló del extinto cuerpo policial el 12 de noviembre de 1996, con más de tres décadas de servicio, un día que recordaba como el más triste. Su comportamiento ejemplar lo acompañó incluso hasta ese momento pues, aun cuando no quería irse, cumplió cabalmente lo establecido por el reglamento de jubilación.
Afectado por la diabetes y otras dolencias, el jueves 14 de mayo de 2015 falleció en Caracas uno de los personajes más representativos de la ciudad capital de las décadas de 1970 y 1980. Apascacio Mata, funcionario ejemplar, todo un símbolo de la defensa de la ley y las buenas costumbres; más que un policía es un modelo a seguir, no solo por los funcionarios sino por todos los ciudadanos que hacemos vida en Venezuela.
Con información de La Guia de Caracas, Cuéntame Caracas y Aporrea
No te pierdas
> Morochito Rodríguez, el primer oro olímpico
> Isidoro: el cochero que sobrevivió tranvías, carros y autobuses
> El eterno encanto de María Rodríguez, la Sirena de Cumaná