Los ecosistemas terrestres del Polo Norte sufren los efectos del calentamiento global. La fauna del Ártico, particularmente, está cambiando de forma drástica como consecuencia del impacto de los frecuentes, intensos y variables fenómenos meteorológicos extremos.
En otras palabras, “el Ártico está entrando en un nuevo estado ecológico, con alarmantes consecuencias para la humanidad”, alerta el informe del Programa de Evaluación y Vigilancia del Ártico (AMAP) del Consejo Ártico, presentado en mayo de este año.
Debido a que el Ártico se calienta tres veces más rápido que el promedio mundial, esta región es un punto clave del calentamiento global. En ese sentido, también advierte sobre el deshielo marino y el impacto sobre los ecosistemas.
El calentamiento del Ártico incita cambios en el hábitat, en la alimentación e interacción de la fauna, la migración de algunas especies, incursión de nuevos depredadores y enfermedades potencialmente nuevas.
Calentamiento del Ártico
Respecto a la temperatura media anual de la región ártica, el informe señala que ésta se incrementó 3,1 °C, entre 1971 a 2019, frente al 1 °C del planeta. Es decir, más del doble de la media global.
Sobre el deshielo, indica que se incrementarán 10 veces las probabilidades de que el hielo del Océano Ártico desaparezca durante el verano, si la temperatura del planeta alcanza los 2°C en vez de 1,5°C.
El Informe sobre el estado de la biodiversidad terrestre del Ártico, basado principalmente en datos publicados en artículos de más de 180 científicos, destaca que los episodios de calor que azotan a esta región son cada vez más frecuentes, largos e intensos.
Se espera que las temperaturas medias del Ártico continúen aumentando de aquí a finales de siglo, elevándose entre 3,3 °C y 10 °C por encima de la media del período 1985-2014, de acuerdo al informe.
Este incremento, relacionado con la emisión de los gases de efecto invernadero emitidos hasta ahora y el calor almacenado en el océano, aunque las emisiones globales se detuvieran de la noche a la mañana.
Un clima cambiante y la fauna del Ártico
Caribúes (renos).
Los datos recogidos por los científicos del Programa de Monitoreo de la Biodiversidad Circumpolar señalan que el cambio climático no afecta por igual a las diversas especies que componen la fauna del Ártico.
Mientras unas ven reducida su población como, por ejemplo, el 20% de las 88 especies de aves que allí habitan, otras se reproducen más, generando un desequilibrio.
Según el informe “especies de los ecosistemas del sur, como el zorro rojo, el alce y los ratones de campo se están moviendo hacia el Ártico”, por lo que se espera esto provoque que las especies árticas se desplacen hacia el norte, creando un «apretón ártico».
Lemming.
Advierte que los frecuentes, intensos y variables fenómenos meteorológicos extremos, “como las lluvias invernales y los deshielos, dificultan el acceso de algunas especies, como los lemmings y los caribúes (renos), a los alimentos”.
Otra evidencia sobre el impacto de las frecuentes lluvias intensas y del aumento de la temperatura, son brotes masivos de la mosca negra que afectan la vida de los polluelos de halcón peregrino ártico.
Estos cambios, que se propagan en cascada a través del ecosistema, podrían perturbar “los servicios que la naturaleza proporciona a las personas: la polinización, el ciclo de nutrientes y los alimentos.
Lo más relevante
Correlimos pectoral, ave limícola.
Entre los hallazgos más relevantes plasmados en el reciente informe del Consejo Ártico se encuentran:
- Las moscas polinizadoras importantes disminuyeron un 80% entre 1996 y 2014.
- Más del 50% de las poblaciones de aves terrestres del Ártico tienen al menos una población en declive.
- Todas las especies de aves limícolas están disminuyendo a más de la mitad.
- También se ha observado una disminución de 88% de las poblaciones en la ruta migratoria de Asia oriental y Australasia, en comparación con el 70% de las poblaciones estables o en aumento en la ruta migratoria de África y Eurasia.
- Casi el 50% de las especies de gansos están aumentando.
- Las poblaciones circumpolares de caribúes (renos) han disminuido desde la década de 1990.
Con información de Consejo del Ártico, Climática y Telam
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