A 40 minutos de Sanare, capital del Municipio Andrés Eloy Blanco del estado Lara, está un pequeño y sorprendente desierto rocoso, la Hundición de Yay, conocida también como el lugar donde la tierra se volteó.
El amarillo de la tierra y la diversidad de las formas rocosas, rodeadas de cardones, tunas, espinares, cujíes y otras especies xerófilas, sorprenden por su particular belleza que abarca una extensión de dos hectáreas.
La calidez del recibimiento se extiende más allá del clima. Las palabras de bienvenida impresas en el cartel, expresan lo orgullosos que se sienten los habitantes Yay, el pequeño pueblo que antecede a esta maravilla natural envuelta en una leyenda que mantiene viva la tradición oral:
Bienvenidos a Yay:
Sitio natural, arqueológico, paleontológico e histórico del país.
Donde brilla el sol de la creatividad y la riqueza espiritual de su gente.
Digna de visitar para remontarse al pasado y vivir su historia.
Hundición o hundimiento
La zona donde está la Hundición de Yay se caracteriza por la erosión natural y cárcavas de 8 metros de profundidad de 8 m, pequeñas colinas donde predomina la montmorillonita, un tipo de arcilla expansiva.
En este patrimonio natural de interés geológico, arqueológico y paleontológico ubicado a 9 km de Sanare, se han encontrado instrumentos de piedras, artefactos bifaciales y unifaciales, lascas retocadas, raspadores, perforadores y fragmentos basales de tipo cola de pescado, fabricado por los habitantes prehispánicos de esa región.
También se hallaron restos óseos de especies de la megafauna del pleistoceno como el eremotherium, fósiles que corresponden a las costillas y huesos largos, así como restos de megaterios y glyptodontes.
Si bien el término para describir este fenómeno geológico es hundimiento, no se encontró referencia sobre el uso y origen de la voz hundición para nombrar a esta maravilla natural, única en Venezuela.
La leyenda de la Hundición Yay
Una leyenda, transmitida de generación en generación de forma oral, da cuenta sobre el origen de la Hundición de Yai. Los viejos pobladores de la pequeña población Yay, asentada a poca distancia, la mantienen viva.
La historia narra lo sucedido un Viernes Santo y los habitantes de un pueblo asentado donde está la Hundición. Ese día, en vez de rendirle culto a Dios, decidieron bailar y beber.
Al caer la tarde, un viejito llegó al pueblo y pidió agua extendiendo la mano con una totuma vacía que llevaba consigo. La solicitud de anciano fue ignorada por lo que continuó sediento hasta que una mujer se acercó y calmó su sed. Al despedirse, el hombre le recomendó que abandonara el lugar porque algo terrible estaba por ocurrir, advirtiéndole que lo hiciera sin mirar hacia atrás.
El anciano se fue en medio de las carcajadas de los pobladores y la mujer, en atención al consejo recibido también salió pero cuando había avanzado unos metros, miró hacia la casa y quedó convertida en roca.
Todo, pueblo y habitantes, fue convertido en piedra, dando origen a la Hundición Yay.
Caserío de Yay, tradición alfarera
La estatua de la famosa locera Teodora Torrealba recibe a los visitantes del Caserío de Yay. Conocida como la “Niña Teodora, esta alfarera que vivió 107 años, transmitió las técnicas para la elaboración de loza utilitaria de barro, platos, jarros, tinajas y pimpinas a todas la mujeres de su comunidad.
Sus habitantes viven de la cría de caprino y la artesanía. Pero también son famosas las acemitas y no menos importante, la pequeña iglesia de la época de la colonia.
Lara, como los demás estados de Venezuela, alberga numerosas riquezas naturales que son parte de lo que nos identifica, de lo afirmativo venezolano y su preservación es responsabilidad de todas y todos. ¡Valoremos el patrimonio natural de nuestro país!
Con información de Catálogo de Patrimonio Cultural del Municipio Andrés Bello (Estado Lara), Venezuela Escondida, Hiking Waraira y Venezuela Verde
Fotografías cortesía de Minube, Venezuela Verde y Steemit
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3 comentarios
Gratamente impresionado por el articulo de la Hundición de Yay. Cuando uno cree que conoce todo de Venezuela, se encuentra con este tipo de información, sobre todo de estos sitios milenarios que desconociamos hasta este momento.
Gracias por compartir esta maravilla.
Muchas gracias a usted.
Gracias a usted por dedicar tiempo a su lectura.