Son muchas las facetas que ha tenido, tiene y seguramente tendrá el Nuevo Circo de Caracas, emblemática y polifacética edificación de la ciudad capital. Desde su inauguración hace más de un siglo se prestó a diferentes propósitos, aun cuando fue diseñado y construido para convertirse en el coso taurino más importante de la ciudad.
Por varias décadas fue escenario de corridas y grandes figuras de la tauromaquia como César Girón. Pero también ha servido de espacio para múltiples manifestaciones culturales que van desde el cine, la danza, las artes circenses, hasta múltiples conciertos, presentaciones e incluso boxeo y lucha libre. Sus históricas paredes han visto pasar a figuras como Louis Armstrong, Mario Moreno Cantinflas, Alfredo Sadel, Fito Páez, la Fania y sus All Stars y pare de contar.
Esta obra monumental de principios del siglo XX, fue la primera con capacidad para acoger a un gran público para un espectáculo. Su edificación marcó el comienzo de la evolución de Caracas a ciudad moderna. Hoy se mantiene como la plaza de toros más antigua de Venezuela, parte sin duda de lo afirmativo venezolano.
Monumental estructura
Esta monumental estructura, fue llamada Nuevo Circo de Caracas para diferenciarla del único coso taurino de la época: el Circo Metropolitano. Ubicada actualmente en la Avenida Lecuna, parroquia San Agustín, fue construida en los terrenos del antiguo Matadero Municipal San Martín. Más que una plaza de toros, representa un momento histórico de la dinámica social y cultural de la Venezuela de inicios del siglo XX y de su desarrollo.
Fue diseñado por el arquitecto Alejandro Chataing, y destaca por su fachada monumental de estilo neomorisco. Se trata de un amplio volumen, con dos plantas y base rectangular, que aloja el hall de entrada y las taquillas. Está dotada con arcos de herradura, y decorada con relieves ornamentales y dos torres que culminan con cúpulas bulbosas.
La zona central tiene dos niveles, el segundo fue destinado a la presentación de espectáculos. Detrás de la fachada se encuentran los palcos. Para su construcción se empleó una técnica constructiva novedosa, el vaciado en concreto armado Portland y estructura metálica.
Las gradas forman un semicírculo y en el centro está el ruedo. Arriba de la puerta de cuadrillas y toriles tenía un plato escénico que fungía como palco presidencial y donde se colocaba la pantalla para proyecciones de cine mudo. El palco fue derrumbado posteriormente. Su capacidad inicial era de 8.500 personas, pero el aforo se elevó a 11.500 gracias a posteriores reformas.
Nuevo circo, el circo más bello
“Nuevo circo, nuevo circo, viejo circo caraqueño, porque en el alma del pueblo siempre es nuevo tu recuerdo. Porque Caracas me ha dicho en el medio de mis sueños, eres el circo más bello y la gloria te mereces porque tú eres caraqueño”.
Billo Frómeta
Pese a que su edificación tenía como objetivo presentar la llamada fiesta brava, el Nuevo Circo de Caracas también albergaría otras actividades recreativas de la ciudad. Se buscaba que los caraqueños tuvieran un lugar para disfrutar de la cultura. Así lo evidencia el hecho de que, ya en la misma noche de su inauguración, se proyectó la película El Conde de Montecristo.
En el programa inaugural del 26 de enero de 1919 se presentaron los toreros Alé y Torquito, así como Meri, matador caraqueño, quien obtuvo la primera oreja y luego sería el primer torero en recibir en esta plaza graves heridas que le causarían la muerte en agosto de 1920. Sería solo el preludio de grandes figuras como los diestros venezolanos Eleazar Sananes “Rubito”, Julio Mendoza, el “Diamante Negro” y César Girón.
Es extensa la variedad de actividades que han tenido esta histórica edificación como escenario. Desde manifestaciones políticas, bailes de carnaval en las décadas de 1940 y 1950, conciertos de bandas y cantantes internacionales y locales, espectáculos circenses, peleas de lucha libre, campeonatos de boxeo, patinaje de hielo que se instaló en la ciudad con El Holiday on Ice y hasta ha servido de mercado popular.
Aquí Alfredo Sadel tuvo su primera presentación en 1947. También se presentaron Jorge Negrete y Mario Moreno Cantinflas, Louis Armstrong en 1957, Las Estrellas de Fania en 1974, Menudo en 1983 y Fito Páez en 1989. Otros recordados eventos son el Mano a mano musical entre Xavier Cugat y la Billo´s Caracas Boys, en 1954, y en 1965, el encuentro de boxeo en el que el Morocho Hernández ganó la primera corona mundial para Venezuela, al enfrentar al estadounidense Eddie Perkins.
La Caracas que vio nacer al Nuevo Circo
Caracas recibió al siglo XX con un aire de modernidad. En sus primeras décadas se respiran aires de progreso. Llegan novedosas creaciones como automóviles, tranvías eléctricos, aviones, teléfono, radio y se expande el cine como entretenimiento masivo.
Entre 1906 y 1920 se duplicó el espacio urbanizado y creció su población. La vida moderna brindaba a los caraqueños tiempo libre y espacios de distracción, como los cines-teatros Ayacucho y Rialto. En medio de este sostenido crecimiento urbano, en 1916 los generales Eduardo Mancera (encargado de la Lotería de Beneficencia Pública) y Juan Crisóstomo Gómez (gobernador del Distrito Federal y hermano de Juan Vicente Gómez) ven la oportunidad de expandir el mundo del espectáculo con la popular actividad taurina, afición heredada de la colonia.
Deciden entonces construir un espacio de grandes proporciones: una plaza de toros. Ambos firman un contrato que establece que la gobernación de Caracas aportaría los terrenos municipales y Mancera realizaría una construcción de mampostería, hierro y madera. Para ello, este empresario creó la Compañía Anónima Nuevo Circo de Caracas, a la cual traspasó todas sus obligaciones.
El proyecto fue asignado en 1918 al ingeniero Luis Muñoz Tébar y a Alejandro Chataing, principal arquitecto de la época, creador del Palacio Municipal de Caracas y el Teatro Nacional, entre otros.
Nace el Nuevo Circo de Caracas
La edificación se construyó en las afueras de la ciudad, donde se encontraba el matadero público. Con un aforo de más del 10 % de los habitantes, fue el espacio de espectáculos más grande de la capital hasta la construcción del Poliedro de Caracas, en 1974.
Sería, además de plaza de toros, un lugar donde el pueblo disfrutaría de la cultura. Previo a su inauguración, los diarios anunciaban que las gradas monumentales tenían la majestuosidad y resistencia de los Coliseos romanos. Como dato curioso, antes de ello, probaron la resistencia de los tendidos de sol y sombra con sacos de cemento.
La plaza de toros conocida como el Nuevo Circo de Caracas fue inaugurada con una corrida la tarde del sábado 26 de enero de 1919. Su estructura causó un gran impacto en los caraqueños, quienes la calificaron como un orgullo de la ciudad, “soberbio edificio”, y “triunfo arquitectónico”. Esta impresión se mantuvo por mucho tiempo, debido a la popularidad de las corridas de toros.
Perdido en Caracas
Lamentablemente, este Monumento Histórico Nacional, declarado por la Junta de Patrimonio Histórico de la Nación en 1984, fue quedando cercado con el desarrollo de la ciudad. Desarrollos urbanos como la avenida Bolívar, a mediados del siglo XX y la instalación del terminal de pasajeros en la década de 1960 lo aislaron y alteraron su contexto urbano.
Las plazas que decoraban las adyacencias del Nuevo Circo de Caracas fueron demolidas, parte de sus terrenos se fueron perdiendo con la construcción de edificios residenciales y su visibilidad pasó a un segundo plano. Además, el terminal trajo consigo una serie de actividades que comenzaron a generar decadencia en el sector.
Los cambios continuaron. En 1970 se construyó la avenida Lecuna. Con la llegada de nuevas áreas para el esparcimiento como el Poliedro de Caracas, los eventos que lo hicieron vibrar encontraron nuevos espacios. Además, la fiesta brava comenzó a perder relevancia en Caracas al punto en que fueron prohibidas. La última corrida se realizó en 1997. Sin eventos ni un carnaval taurino que organizar en la década de 1990, el Nuevo Circo entró en un proceso de decadencia, convirtiéndose en depósito de objetos chatarras, talleres mecánicos, y venta de fuegos artificiales.
En el 2001, debido a los planes de expansión del Metro de Caracas, los terrenos que rodean la estructura pasaron a formar parte del área de construcción de la nueva Estación Nuevo Circo, finalmente inaugurada en 2006. La vibración de su construcción y posterior tránsito afectarían además las graderías.
Bien de Interés Cultural
En 1998, el Instituto del Patrimonio Cultural declara al Nuevo Circo de Caracas Bien de Interés Cultural, reconocimiento que compromete al Estado y a los ciudadanos en su protección, conservación y difusión:
“El conjunto evidencia el empleo de un estilo neo morisco que supera en calidad artística a muchas de las plazas de toros españolas, pues contiene elementos tipológicos y estilísticos considerados únicos, dentro de los inmuebles de uso público construidos en el país durante el primer cuarto del pasado siglo”. Catálogo del patrimonio cultural venezolano 2004 – 2007 del Distrito capital.
En sus inicios, el Nuevo Circo de Caracas era del Estado con derecho a explotación de un privado por treinta años. Finalizado este lapso pasaría a la municipalidad. Sin embargo, Gonzalo Gómez (hijo del dictador) compró la edificación en 1927 y los terrenos de la gobernación en 1928, convirtiéndose en el único propietario. En 1940 lo vendió a la familia Branger, la cual lo administró hasta el año 2005. Ese año fue expropiado por la Alcaldía Metropolitana, y se realiza una restauración integral de la edificación, bajo la coordinación del IPC, con la finalidad de preservar el patrimonio cultural de la ciudad.
Durante los trabajos de restauración, el equipo incluyó una prospección arqueológica en la que se hallaron muros del antiguo Matadero Municipal. Además, se reforzó la estructura con los parámetros contemporáneos de seguridad industrial, se realizó la reposición de las estructuras metálicas y estructurales faltantes, y con la misma técnica constructiva se llevó a cabo el proceso de reconstrucción de las áreas destruidas, principalmente en las gradas. De esta manera, el Nuevo Circo pudo nuevamente levantarse y teñirse de sus colores originales.
Nuevos aires, nuevos usos, nueva vida
En 2008 se transfiere su administración a la Alcaldía de Libertador, la cual sedió posteriormente la administración a diversos colectivos culturales agrupados en el Núcleo Endógeno de Desarrollo Cultural Nuevo Circo, quienes organizarían diferentes actividades recreativas y artísticas.
Así, actualmente conviven en estos espacios la salsa casino, telas acrobáticas, yiu-yitsu, actividades circenses entre muchas otras opciones culturales que siguen dado vida a este centenario lugar.
Y es que, aunque hoy en día ya no se realizan eventos taurinos en el Nuevo Circo de Caracas, sus paredes siguen escribiendo y contando sus más de 100 años de historias.
Con información de Alcaldía de Caracas, Historias que laten, IAM Venezuela, Guía de Caracas y Cámara de Caracas
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